SAN ISIDRO 2012: UNA
DE LAS PEORES EDICIONES DE LA
HISTORIA
Después
de casi un mes, concretamente de veinticuatro festejos, ha concluido la Feria de San Isidro. Un año
más, el coso de Las Ventas ha sido el escenario del ciclo taurino más
importante y trascendental de toda la temporada. El balance de la feria ha sido
desolador: solo un puñado de orejas cortadas y ni una sola puerta grande. Los
únicos que han abierto la puerta de la gloria, la puerta de Madrid, han sido
los toreros a caballo, pero ningún torero de a pie lo ha conseguido. Hacia ---
décadas que esto no ocurría. La realidad es clara y el San Isidro de 2012 sólo
ha dejado una corta lista de nombres propios que han conseguido estar a la
altura y brillar en el coso de la
Calle de Alcalá. Pero, como en todo, ha habido buenos y
malos, los que han destacado positivamente y los que lo han hecho
negativamente.
LOS MEJORES
Pocos
han sido los nombres propios en el lado positivo que ha dejado el San Isidro de
este año. Dentro del aspecto ganadero, los hierros triunfadores han sido los de
Alcurrucén, Baltasar Ibán y Cuadri. Ninguna de estas tres corridas fue completa
ni perfecta, pero si pasaron del suficiente y del bien y llegaron al notable
alto. La de la familia Lozano se lidió el martes 22 de mayo y supuso un soplo
de aire fresco. La de Alcurrucén fue una corrida muy bien presentada, en tipo,
que fue fría y, en algunos casos, mansa en los primeros tercios, pero que dio
un muy buen juego en la muleta. Por encima de todos destacaron los lidiados en
tercer y cuarto lugar. Este cuarto, que le correspondió al Cid, y de nombre
“Fiscal”, fue un astado bravo y encastado que fue a más y que reunió muchísimas
virtudes en su comportamiento. Tuvo fijeza, nobleza, calidad, recorrido,
humillación…y todo eso lo hizo con transmisión. El toro, como ya es habitual,
se fue sin torear y con las orejas puestas al desolladero. Los otros dos
encierros que destacaron fueron los de Baltasar Ibán y Cuadri. La de Ibán fue
una corrida también bien hecha y seria y sin exageraciones. Fue un lote bravo y
con una gran dosis de casta. En el caballo cumplieron casi todos y, algunos
como “Pistolero”, dieron un gran espectáculo en varas. Si no llega a ser por
los lidiados en quinto y sexto lugar, habría sido sin duda la corrida de la
feria. Y “Pistolero”, lidiado por Serafín Marín, y “Camarito”, que le
correspondió a Rubén Pinar”, fueron dos ejemplares de nota que emocionaron por
su gran casta y emoción. La pena, los toreros que tuvieron delante. La de
Cuadri fue una de las últimas. El pasado viernes 1 de junio, regresó una de las
vacadas más queridas y respetadas en Madrid. Y los grandes, serios y hondos
toros de Fernando Cuadri no decepcionaron. Fue una corrida muy encastada, con
mucha movilidad y exigencia. Destacó el lote del colombiano Luis Bolívar. Al
margen de estas tres corridas, también son dignos de reconocer animales sueltos
de Valdefresno, Torrestrella, Cuvillo, José Escolar, Adolfo Martín y varios
novillos de Guadaira, Navalrosal y, sobre todo, un novillo sobrero de Couto de
Fornilhos que quizás haya sido la res más brava de toda la feria.
En
cuanto a los toreros, los nombres propios y aquellos que han conseguido
sobresalir y destacar han sido escasos. De las figuras, el que mayor nota ha
conseguido ha sido Sebastián Castella. El francés cortó una oreja y protagonizó
uno de los momentos más heroicos de la isidrada en su primera tarde, el 17 de
mayo, cuando recibió una cornada de un ejemplar de Victoriano del Río. Por el
percance no pudo actuar en su segunda tarde en el abono, pero si lo hizo en la
tercera, cuajando una buena faena a un astado de Núñez del Cuvillo. Castella
llegaba con el crédito muy perdido y, contra todo pronóstico, lo ha conseguido
recuperar en Madrid. Miguel Ángel Perera, sin trofeos, también sale reforzado.
Iván Fandiño ha sido otro de los matadores destacados y aunque no ha terminado
de cuajar una tarde redonda, si ha estado a la altura y ha firmado faenas y
momentos muy destacados. Javier Castaño, Eduardo Gallo, Morenito de Aranda,
Arturo Saldívar, Fernando Robleño y Juan Pablo Sánchez han sido los restantes diestros
que han superado la dura prueba de San Isidro y salen reforzados por
actuaciones de distinto peso pero muy meritorias e interesantes. También es
fundamental nombrar a dos novilleros: Gonzalo Caballero y Gómez del Pilar.
Ambos, con sus notables actuaciones, han devuelto la ilusión y la esperanza al
escalafón novilleril y tienen unas grandes condiciones y proyección.
LOS PEORES
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