LOS TRES NOVILLEROS SE
ESTRELLAN CON LA ANTÍTESIS DEL
TORO BRAVO
La infumable novillada del hierro albaceteño de Los Chospes
tira por los suelos las ilusiones y esperanzas de una terna que puso todo de su
parte y que demostró buenas condiciones.
Pese a que muchos no lo crean, la infumable novillada
lidiada por Los Chospes en Albacete ha conseguido algo que será difícil de
igualar. Creo que será muy difícil que salte al ruedo un encierro tan sumamente
malo y negado a embestir como el sorteado por el hierro de la bellota en la
quinta del abono albaceteño. Como, aunque muchos no lo crean así, no soy tan
mala persona, no seré yo el que se alegre del fracaso de nadie. Por eso, en vez
de dar la enhorabuena, lo que hago es dar mi más sentido pésame al señor ganadero
porque no imagino el sentimiento de desasosiego que debe generar el echar, en
la plaza y en la feria de tu tierra, una novillada así. Eso sí, lo que si diré
es que muchos ya avisamos de lo que podía pasar. No dudo de las buenas
intenciones del propietario por criar un toro que posibilite el triunfo de los
toreros, ni tampoco el trabajo que haya realizado en la ganadería, pero lo que
es innegable es que los antecedentes de esta vacada en sus últimas
comparecencias en Albacete no eran nada alentadores. Un hierro que
prácticamente no lidia en plazas de importancia de forma regular, no creo que
fuera el más apropiado para incluirse en el abono manchego. Por suerte o por
desgracia, en el campo bravo de nuestro país hay muchísimas ganaderías de
prestigio que tienen animales de sobra para venir a una feria de la categoría
de Albacete. Y no hace falta romperse la cabeza. Después de tres años de
consecutivo éxito, tanto en presentación como en juego, la ganadería del
maestro Pedrés se ha quedado incomprensiblemente fuera. ¿Por qué?, ¿acaso no
habría salido mejor que la de Los Chospes?...eso seguro que sí porque es muy
fácil visto lo visto. La de ayer, Domecq procedente de Daniel Ruíz…sin duda,
una ganadería caracterizada por su indomable y desbordante casta…
Lo único bueno del encierro enviado al coso de la calle de La Feria fue la presentación.
Menos el lidiado en primer lugar, bastante más chico, el resto de los
ejemplares lucieron serias cabezas y cuajo de toros. A muchos nos gustaría ver
a Morante y a otras figuras con cuatreños o cinqueños con el trapío de los
lidiados en tercer, cuarto o quinto lugar ayer en Albacete. Fachada mucha,
contenido ninguno. La falta de fuerza y de casta demostrada por el encierro de
Los Chospes fue sencillamente desesperante. No valió ni se salvó ni uno. La
mayoría tuvieron nobleza pero automáticamente a la segunda serie se pararon y
evidenciaron no tener poder ni para sostener la penca del rabo. Uno detrás de
otro fueron saliendo y, a cada cuál, peor. Ante semejante materia prima, como
se imaginarán, poco pudieron hacer los tres chavales. Eso sí, demostraron
durante toda la tarde una gran actitud, valor y cualidades para funcionar. Que
pena que no se moviese la novillada porque podríamos haber disfrutado de un muy
interesante espectáculo. Tomen nota señores empresarios para que esto no se
vuelva a producir y se traiga ganado de más garantías. Ganarán los toreros y
ganaremos todos.
Mario Alcalde fue el único que consiguió tocar pelo. Fue en
el primero de la tarde y el trofeo fue excesivo. Estuvo a buen nivel Alcalde,
pero la faena no tuvo la suficiente emoción como para ser premiada de esta
forma. Salió con ganas el joven diestro que destacó toreando con la mano
izquierda a pies juntos y dando el pecho. Enfrontilado con su enemigo (por
decir algo), Mario Alcalde ejecutó series de muletazos templados y largos
rematados atrás, como Dios manda. Aunque empezó bien, el novillero se puso
pesado alargando un trasteo nulo de emoción por la condición aborregada y
claudicante del oponente. Hubo un encontronazo entre toro y torero y a punto
estuvo de ser cornado Alcalde. Todo quedó en un susto y en una taleguilla
destrozada. Tras una estocada algo atravesada y una petición de oreja muy en el
límite, el usía concedió la oreja. Otra tarde más de facilidad y nulo criterio
en el palco y van… Ante el cuarto, más de lo mismo. Dejó muletazos estimables
y, de nuevo, mucha voluntad un Alcalde que no logró superar la insoportable
falta de casta de su segundo. Muy parado un animal sin opción alguna de lucimiento.
Esta vez, saludó cariñosas palmas desde el tercio.
Volvía a Albacete Sergio Felipe, novillero local que en la
feria del año pasado debutó con picadores. En esa ocasión, pasó sin pena ni
gloria, pero doce meses después ha conseguido, a pesar del pésimo lote que le
correspondió, dejar buen sabor de boca y ganas de verlo de nuevo. Muy dispuesto
y no tan frío como en la tarde del debut con los del castoreño, Sergio Felipe
quiso siempre y puso todo de su parte. Fue el único en participar en el turno
de quites (lo único reprochable a la terna actuante). Fue bueno el que realizó
por gaoneras. Con la franela intentó torear con cierto gusto y templanza,
corriendo bien la mano, pero poca agua se puede sacar de un pozo completamente
seco. Ambos astados, segundo y quinto, fueron iguales: descastados e inválidos.
No tuvieron un mínimo de raza para venirse arriba y perseguir los engaños. No
se les pegó apenas y a, pesar de ello, se pararon tras los primeros muletazos.
También alargó en excesos los trasteos, pero es comprensible teniendo en cuenta
que son jóvenes y con pocas oportunidades a la vista. Fue certero Felipe a la
hora de matar, aunque la colocación de ambas estocadas no fue buena. La de su
primero fue tan atravesada que llegó a hacer guardia. Si bien es verdad que el
año pasado me dejó frío, hoy me dejó con ganas de más.
Completaba el cartel Sebastián Ritter, novillero desconocido
para la mayoría y que demostró ante todo valor, mucho valor. Se puso en el
sitio para torear Ritter pero lo único que pudo hacer fue pegarse sendos
arrimones ante dos utreros absolutamente anclados en la arena y vacíos de
bravura. Salió a por todas también este colombiano de Medellín y quizás se
precipitó en acortar distancias con el tercero. Lo que no me gustó fueron
varios alardes de valor con el animal ya moribundo que no vinieron a cuento. El
sexto dio esperanzas porque tuvo algo más de movilidad en los pases de tanteo
del tercio final. Desgraciadamente, fue un espejismo. Este también echó la
persiana, como diría el maestro Antoñete, y se negó a pelear. Ritter fue
silenciado en ambos.
Albacete,
5ª de abono. Con media plaza, se lidiaron 6 novillos de Los Chospes, bien presentados en líneas generales salvo el
primero, y de descastado y flojo juego. Todos se pararon y no dieron la más
mínima opción.
Mario Alcalde: oreja tras aviso y saludos
Sergio Felipe: vuelta tras leve petición y silencio y saludos
Sebastián Ritter: silencio en ambos
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Foto: Víctor Zafrilla
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