Los
carteles de la próxima feria taurina de Albacete ya están en la calle. Muchas
lecturas pueden tener y seguro que división de opiniones generarán. Pero mi
completo análisis del ciclo queda en páginas anteriores. En este artículo me
quiero centrar en uno de los carteles del abono, uno de los que más comentarios
han generado, no sólo en nuestra ciudad, sino en el resto de España. De las
combinaciones ha llamado la atención la corrida del domingo día 16. Los toros
pertenecerán a la ganadería de Adolfo Martín y los espadas anunciados en dicho
cartel no serán tres, como es habitual, sino dos. Para ese día se anuncia en
Albacete un mano a mano. Este hecho es poco común en nuestra plaza y siempre
trae consigo un componente especial. Pero este mano a mano es mucho más
importante, ya que se llevará a cabo entre dos matadores que deben interesar
mucho a la afición y con un hierro de máximo prestigio. La de Adolfo Martín es
una de las vacadas más respetadas por los aficionados. Y esta divisa se ha
ganado ese respeto por conseguir criar un tipo de toro muy definido y que se
encuentra entre lo que muchos denominamos el toro-toro. Aquí, en esta divisa,
reina y manda la casta, la bravura. Es verdad que se dan excepciones, pero lo
común es un animal exigente, encastado, que vende cara su muerte. Y eso,
precisamente eso, es lo que a mí me emociona. Y lo bueno del cartel de este día
16 es que no sólo tiene interés la ganadería anunciada, sino también los
matadores que la estoquearán. Qué decir de Javier Castaño, el torero revelación
de la temporada, matador depurado que ha conseguido emocionarnos en Valencia,
Sevilla, Nimes o Madrid. Y en todas esas citas lo ha hecho matando precisamente
“adolfos”, pero también “miuras” y “cuadris”. Y junto a Castaño hará el
paseíllo en su plaza Sergio Serrano. Y a él van dedicadas estas líneas porque
la apuesta que ha hecho este año se merece, ante todo, el máximo respeto de
todos aquellos que nos consideramos aficionados. Sergio, con tres años de
alternativa, y un puñado de corridas a sus espaldas ha decidido lo que muy
pocos se atreven a hacer: apostar a una carta. Serrano ha aceptado medirse en
la feria de su ciudad con uno de los toreros del momento y ante una divisa
temida por muchos. Para empezar el mérito de este tipo de toreros de entrenar
día a día, mes a mes y año tras año para vestirse de luces un par de veces al
año es mayúsculo. Y Sergio lo ha ido haciendo estas últimas temporadas y a la
hora de la verdad, ha aprobado el examen con nota. Cuatro, de cinco, puertas
grandes consecutivas en un coso de la responsabilidad y exigencia de Albacete,
se dice pronto. Y ante auténticas corridas de toros y no lo que matan las
figuras. Eso es dar la cara. Con esos antecedentes era de ley y de justicia que
la empresa encabezada por los Lozano le hubiera ofrecido a Sergio, además del
duelo “torista”, una corrida con las figuras. Sergio Serrano se había ganado
ese puesto en la arena y deberían haber tenido la sensibilidad de habérselo
ofrecido. Pero Sergio sabe lo difícil que está el mundo del toro y que todo lo
que hasta ahora ha hecho quizás no sea suficiente. Por eso era y es consciente
de que debe seguir puntuando y haciéndolo a lo grande. ¿Y qué mejor que hacerlo
en un mano a mano con “adolfos”? Creo que es la única forma de salir de su
difícil situación, para así sonar en el resto de España y comenzar a entrar en
otras ferias. Pero claro, así dicho y contado como una fábula queda muy bien y
suena fácil, pero es complicadísimo. Porque precisamente lo que exigen este
tipo de toros es una gran preparación y estar muy toreado. Y eso es lo que le
falta a Sergio Serrano: haber toreado mucho. Pero sí que está preparado física
y mentalmente y ha dado muestras de que si hay alguien en Albacete que puede
bajar la mano y mandar y someter a este tipo de astados ese es él. Luego pasará
lo que tenga que pasar pero todos los aficionados debemos ser conscientes de
que no le han regalado nada y que no se ha escondido ante los compromisos. Cuando
pase ese domingo 16 de septiembre habrá tiempo para juzgar lo que Sergio haya
hecho en la arena, pero ahora es momento de reconocerle la valentía de su
apuesta. Que tomen nota otros y que Sergio tenga…mucha suerte.
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