viernes, 8 de marzo de 2013

Reportaje en Adolfo Martín

UN “CORRIDÓN” DE TOROS PARA LA VUELTA DE ADOLFO MARTÍN A ALBACETE

Cuando faltan exactos quince días para que los toros de Adolfo Martín regresen y salten al ruedo de la plaza de toros de Albacete, El Pueblo visita la finca “Los Alijares”, lugar donde pastan los astados cárdenos de origen Albaserrada. A pesar de que el calor ya no aprieta como en pleno mes de agosto, cuando se va acercando el mediodía el sol vuelve a calentar en estos parajes situados en el término municipal de Escurial, en la provincia de Cáceres. Llegamos y tras superar la puerta principal de entrada comenzamos a ver utreros y cuatreños a ambos lados del camino. En la casa de Adolfo Martín manda el toro y eso se nota. Prácticamente en cautividad y sin ninguna vaya que les separe del domicilio del ganadero, los “albaserradas” de Adolfo pastan a sus anchas sin que nadie se extrañe de su imponente y cercana presencia. Cuando llegamos a la casa familiar nos recibe el propio Adolfo junto a su hijo, del mismo nombre y apellido, la nueva generación que tomará el relevo en unos años o décadas. Adolfo nos cuenta que hace unos instantes había estado contemplando, desde su todo terreno, a la camada de utreros mientras éstos se alimentaban en los comederos de su cercado. Él, un hombre muy sencillo, cercano y tratable, está como siempre y nos hace sentirnos como en casa.

Tras una primera conversación de bienvenida nos ponemos en marcha con el objeto de conocer y fotografiar a la corrida reseñada para la feria taurina albaceteña. Atravesando “Los Alijares” llegamos al cercado donde nos esperan más de una docena de astados de entre los que saldrá el encierro dispuesto para Javier Castaño y el torero local Sergio Serrano. Adolfo nos avisa previamente del trapío y la seriedad del lote elegido y su advertencia se confirma cuando nos encontramos ante los animales en cuestión. “La corrida estará formada principalmente por cinqueños, aunque puede que también vaya alguno del guarismo 8”, nos dice Adolfo. La primera panorámica de la corrida impresiona. Definitivamente, la de Adolfo Martín será una corrida excelentemente presentada y con un trapío digno de las plazas más importantes de primera. El encierro es muy serio, pero también está bien hecho y posee muy buenas hechuras. La mayoría de ejemplares son bajos, están rematados y musculados y lucen el tipo característico del encaste del que proceden. Hay cárdenos y negros entrepelados, los dos pelos típicos de la casa. De entre todos llama la atención el número 99, “Malagueño” de nombre y el único de capa cárdena clara. Las encornaduras son también las habituales: muchos cornipasos y veletos y con algunos bastante estrechos de sienes, como el serio número 82, y otros más abiertos de cara, como el número 34, uno de los que hará temblar a las cuadrillas a la hora del sorteo. Las expresiones varían y nos encontramos desde miradas ofensivas y que estremecen, hasta otras que prevén bravura pero también bondad, véase la del número 15, con una expresión que enamora. “Hay toros que pesarán bastante y otros más finos” nos reconoce su criador, orgulloso de la imponente lámina que lucen los astados que ha criado los últimos años. Seguramente dentro de los que más kilos darán en la báscula se encontrará el negro número 82, anteriormente mencionado y que es hondo y un auténtico “tío”. Algunos están en una línea más ibarreña y otros se muestran más asaltillados, aunque todos son inconfundibles, su morfología no deja mucho margen para la duda.  Como podrán observar en las fotografías que acompañan a estas líneas, si además la corrida se mueve y demuestra casta y bravura, todos los que asistan el día 16 al coso de la Calle Feria presenciarán un auténtico espectáculo.

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