viernes, 15 de marzo de 2013

Crónica 7ª Feria de Fallas 2013

“SÓLO FANDIÑO”

A pesar de todos los elementos, gran tarde de Iván Fandiño que corta una oreja de peso. Decepcionante encierro de Fuente Ymbro, en presentación y juego. Juan Bautista y Matías Tejela no justifican su presencia en las Fallas.


Para mí una figura del toreo es aquel torero que, por sus grandes méritos y por unas características propias y diferentes, pasa a ser parte de la Historia de la Tauromaquia. Según esa definición, pocas han sido las grandes figuras que ha tenido el toreo a lo largo de sus más de dos siglos de Historia. Pepe-Hillo, Costillares, Paquiro, Joselito, Belmonte, Manolete, Camino, Ordóñez, El Viti…a todos se nos vienen a la mente esos nombres cuando hablamos de grandes figuras del toreo. En los últimos tiempos, Enrique Ponce, José Tomás o Morante también pasarán a engrosar esa lista de matadores. Pero, más allá de esa etiqueta que describía al principio, otras son las características que debe tener también una figura del toreo. Una de esas cosas es el compromiso. El compromiso con su profesión y con el aficionado. También el querer siempre ser el mejor, el primero. Es decir, una auténtica ambición. Y, por supuesto, demostrar que eres el mejor pero ante todo tipo de corridas y compañeros, realizando gestas y gestos de forma regular cada temporada. Según estas últimas características, Iván Fandiño sería una figura del toreo. Por supuesto aún no ha llegado a conseguir esos méritos de los que hablaba al principio de haber mandado en la fiesta y haber pasado a la Historia del toreo, pero en cuanto al compromiso, a la ambición, a los gestos y gestas…Fandiño es hoy en día una figura del toreo. Y lo es, además, por méritos propios y sin que nadie le haya regalado nada. Él se ha ganado todo a base de dar la cara con absoluta regularidad. Y esa regularidad y esos méritos son mayores que los que poseen muchas de las que hoy llamamos erróneamente figuras del toreo. Hoy, en Valencia, Iván Fandiño, volvió a demostrar todo esto.

Y es que el torero de Orduña fue el único que se consiguió salvar de la quema. Y no precisamente me estoy refiriendo a la quema de fallas y petardos… Fandiño, a pesar de todos los elementos que jugaron en su contra (el lote de toros de Fuente Ymbro que le correspondieron en suerte, principalmente), logró cortar una oreja y dejar grandes sensaciones. Su primero, el tercero, fue un castaño algo más serio que los dos animales que le precedieron y que fue completamente descastado, manso y negado a embestir. A pesar de ello, la firmeza y seguridad de Fandiño le hicieron llegar a meter la cabeza en la muleta a mitad del trasteo. Hubo dos series con la diestra realmente notables por el mando y el poder que demostró el torero y por su buena colocación. Si ayer destacaba Urdiales en ese aspecto, hoy lo hacía Iván Fandiño. Bajó mucho la mano y por momentos, aunque parecía imposible, consiguió el lucimiento. Tras dejar un estoconazo, cortó una oreja de esas que pesan y que marcan una feria. La tarde estaba lanzada para él y, a pesar del impresionante y emocionante saludo capotero al que cerraba plaza, Iván no pudo redondear su triunfo y abrir la puerta grande. Él, por supuesto, no tuvo la culpa. Tras ese recibo con el capote a la espalda, en el tercio, y por gaoneras, el ejemplar de Ricardo Gallardo empezó a mostrar signos de su mansedumbre y pocas ganas de embestir. Y en el tercio final no valió un duro. Completamente descastado, aburrido y huidizo, el ejemplar del hierro gaditano imposibilitó cualquier opción de su matador. Pese a intentarlo todo y volver a estar valiente y firme, Fandiño no pudo hacer otra cosa que matarlo.

El resto de lo acontecido en la séptima del abono fallero fue para olvidar. Por delante, en vez de uno, actuaron dos teloneros: Juan Bautista y Matías Tejela. Todos los aficionados ya preveían lo que podía pasar y…no se equivocaron. Estos dos diestros llevan engrosando los carteles de las ferias desde hace años sin prácticamente ni un mérito ni una muestra para seguir en ellos. Mientras que algunos esperan en casa una oportunidad o se tienen que conformar con las peores corridas o carteles, algunos otros como Bautista y Tejela, apoyados y sustentados por sus apoderados y “padrinos” continúan deambulando, ocupando huecos que otros necesitan de verdad. Abría la terna el francés que, en el primero, dio muestras de algún atisbo de disposición y frescura, comparando con lo que viene haciendo en los últimos tiempos. Por supuesto, fue un espejismo. Al primero lo recibió con un alegre saludo a la verónica que combinó con alguna chicuelina y varios remates. El que abrió plaza marcaría, sobre todo en cuanto a presentación, lo que serían sus hermanos. En general, la corrida enviada por Ricardo Gallardo a Valencia fue fea y anduvo muy en límite. Algunos de los ejemplares, como ese primero, no poseían la suficiente seriedad y el trapío que se debe exigir en una plaza de la máxima categoría. De otras divisas no nos habría extrañado, pero de Fuente Ymbro esperábamos, todos, otra cosa. En las últimas temporadas, uno de los puntos fuertes de esta vacada ha sido su intachable y seria presentación. Esperemos que esta no sea la tónica a seguir durante toda la temporada. El primero del lote de Bautista tuvo mucha nobleza y calidad, sí, pero muy escasa fortaleza. A pesar de que casi no se le picó, el animal siempre blandeó y, por ende, la emoción fue imposible. Hubo algún pasaje estimable en el trasteo del de Arles, pero nada del otro mundo. Tras un pinchazo y estocada, saludó una ovación tras petición. En el cuarto todo fue a peor ya que el toro, a la postre, fue el mejor del encierro. Sin ser un gran astado, éste tuvo algo más de transmisión, movilidad y exigencia. Tuvo el defecto de escarbar mucho y al final se puso molesto y ante él, Juan Bautista evidenció una apatía y falta de ambición total. Mal colocado, nada de lo que realizó en su labor será recordado.

Por su parte, Matías Tejela hizo lo de siempre, es decir, casi nada. El segundo fue una auténtica borrica que no se pareció en nada a esos fieros y encastados “fuenteymbros” de los que pudimos disfrutar en 2012 en España y Francia. El feo animal, flojo y descastado, embistió siempre con media lengua fuera y no transmitió nada. Tejela, mal colocado casi siempre, dio pases en exceso y su franela fue enganchada en infinidad de ocasiones. Tras el durísimo castigo que recibió en varas, el quinto de la tarde aguantó y se movió sin excesivo ritmo ni clase. Incómodo, el torero madrileño realizó un trasteo que fue recibido en el tendido con una absoluta indiferencia. En ambos turnos fue silenciado.

Tras la dimensión que ofreció Iván Fandiño en su paso por el ciclo valenciano, clama más al cielo el que haya quedado relegado a este cartel después de haber sido uno de los triunfadores del pasado año. En los próximos días llegarán muchas de las llamadas figuras del toreo actual, veremos cuántos demuestran la firmeza, compromiso, seguridad y pureza que hoy mostró ese torero que está llamado a ocupar la primera fila del toreo. Eso ocurrirá, claro, si le dejan…

7ª Feria de Fallas 2013. Con un tercio de entrada, se lidiaron 6 toros de Fuente Ymbro, desiguales de presentación aunque justitos y de feas hechuras y caras, y de escaso juego en general. El buen 1º no tuvo fuerza y el 4º fue el más interesante. En el resto predominó la mansedumbre y falta de casta.

Juan Bautista: saludos y silencio tras aviso
Matías Tejela: silencio en ambos
Iván Fandiño: oreja y ovación tras aviso

Se desmonteraron en el sexto los banderilleros Jarocho y Jesús Arruga.

Foto: Rullot

No hay comentarios:

Publicar un comentario