miércoles, 6 de marzo de 2013

16ª Feria de San Isidro 2012

LAS FIGURAS DE LA NOVILLERÍA

Tampoco los novilleros consiguen destacar en una tarde en la que hubo novillos de triunfo que se fueron con las orejas intactas al desolladero. Volteretas sin consecuencias para Sergio Flores, Javier Jiménez y Fernando Adrián.


Hoy en día también el escalafón novilleril tiene figuras. Son los novilleros que más veces torean, los que tienen cierto ambiente y en un inicio (algunos) demostraron poseer condiciones. Lo malo es que están en figuras en todos los sentidos y en el amplio sentido de la palabra. No sólo son figuras por lo anteriormente citado, sino también porque vienen con las mismas ventajas y recursos que tienen los matadores que encabezan el escalafón superior. Y claro, después de largas trayectorias y metas conseguidas, es comprensible que los de arriba se intenten aliviar, porque siempre lo han hecho. Lo que no es tan normal, sino todo lo contrario, muy preocupante, es que los chavales que empiezan en la difícil carrera de matador de toros, salgan de las escuelas con todas las ventajas habidas y por haber. ¿Dónde está la frescura, la ambición y el valor sin límites de los novilleros de antaño? Pues parece que en el pasado, en la Historia. Pero aunque parezca que sí, la gente, el aficionado, no olvida y sabe reconocer perfectamente a los chavales que llegan a Madrid a jugársela de verdad.

Tampoco las novilladas pasan completas este año en San Isidro. Lo que ocurre por las mañanas en los corrales clama al cielo, pero estamos acostumbrándonos peligrosamente a esta cuestión y ya parece hasta normal. La verdad es que no lo es, ni mucho menos. Del encierro previsto de Fuente Ymbro sólo pasaron cuatro y, de esos, dos podrían haberse quedado también en los corrales porque no tuvieron la presencia exigible para Madrid (primero y tercero). Para remendar la novillada, se aprobaron otros dos de Navalrosal que salieron en quinto y sexto lugar. Pero al final tampoco se llegaron a lidiar los cuatro de Ricardo Gallardo, ya que el cuarto, el más bonito y de mejor estampa, se lesionó en los primeros tercios y fue mandado de vuelta a los corrales. En su lugar salió un sobrero de Juan Antonio Ruíz Román, cuajado y cómodo por delante, que tuvo mucha nobleza pero al que le faltó emplearse más y algo más de clase para transmitir. Se movió bastante pero siempre con la cara a media altura. Sergio Flores comenzó bien la faena, a pies juntos. Después anduvo valentón, dispuesto, pero la mayoría de veces mal colocado y sin llegar a conseguir el acople con su oponente. En una de las embestidas, el animal lo prendió muy feamente por el pecho sin consecuencias. Templado con el capote, sólo logró algún muletazo suelto estimable. Con la espada, al igual que en su primero, no anduvo fino. El que abrió plaza fue un ejemplar del hierro titular muy interesante y encastado. Tuvo mucha prontitud y fijeza y el único pero fue que no le sobró la clase. El mexicano instrumentó una labor irregular, con muchos altibajos y en la que se repitieron en demasía los enganchones y desarmes. Aunque abusó siempre de la pierna retrasada, no perdió pasos y se quedó bastante quieto. Mejor al natural, con más templanza. El final, muy poco original, por manoletinas.

Valor demostró Javier Jiménez en su comparecencia en Las Ventas. Él también abusó de las ventajas y del cite con el pico. También tuvo interés el segundo, que se movió pero que tuvo el defecto de que en el tercer muletazo soltaba la cara derrotando con violencia. Esto provocó que no hubiera continuidad en el lucimiento. Jiménez no mandó en la embestida en ningún momento y su trasteo no llegó al tendido. También él fue cogido de forma aparatosa pero sin consecuencias. Y saltó al ruedo el quinto, uno de los remiendos de Navalrosal, y al de Espartinas se le fue con las orejas intactas. Gran par de banderillas de José Luis López “Lipi”, que se desmonteró. En el último tercio el astado de Navalrosal mostró infinidad de virtudes y muy pocas carencias. Noble hasta el extremo, con clase y mucha humillación, duró bastante y después de las decenas de muletazos que se le suministraron, el novillo se vino abajo y antes incluso de que lo pudieran matar, se echó. No fue un bonito final pero fue un notable animal. Tardó mucho en llegar el acople y el mando al toro, pero Javier Jiménez lo consiguió en una muy buena serie con la diestra en la que sobresalieron un par de redondos fantásticos. Hay sí que bajó la mano y condujo al toro con mucho mando. Lo demás, no tuvo relevancia.

El tercero en discordia era Fernando Adrián, uno de los novilleros líderes desde la pasada temporada. Y Adrián demostró ser figura pero en los adornos, en intentar hacerlo todo bonito y en enseñar que posee un buen concepto del toreo. Otra historia fue la forma de torear y la pureza. Prácticamente en ningún momento anduvo cruzado ni intentando recoger el viaje de sus enemigos y no despedirlos. El tercero fue un astado muy complicado que se quedaba debajo en cada muletazo y que iba descaradamente a hacer presa. También tienen su lidia estos toros: doblándose con ellos por abajo, rompiéndoles, macheteándoles…pero parece que esto no se enseña en las escuelas de tauromaquia. El madrileño estuvo a merced del peligroso ejemplar de Ricardo Gallardo y al no saber como meterle mano, abrevió y se fue a por la espada. Muy distinto fue el último, muy noble y de buena condición pero flojo y sin nada de transmisión. El de la Escuela del Juli, templado, terminó con el arrimón fácil cuando el utrero estaba prácticamente muerto.

Yo estuve en los tendidos y lo que me llamó la atención fue un nombre repetido en muchas ocasiones: Gonzalo Caballero. Los aficionados no se olvidan de su importante actuación y le ponen como ejemplo de lo que debe ser y lo que desgraciadamente, hoy, no fue.

16ª Feria de San Isidro. Las Ventas. Con tres cuartos de entrada, se lidiaron 3 novillos de Fuente Ymbro, desiguales de presentación con alguno mal presentado, 1 de Juan Antonio Ruíz Román (4º bis) y 2 de Navalrosal (5º y 6º), correctos de presentación. 1º bueno y encastado; 2º interesante con alguna complicación; 3º complicado y peligroso; 4º noble, se empleó poco; 5º muy bueno y completo aunque venido a menos; 6º noble pero muy flojo.

Sergio Flores: saludos y silencio tras aviso
Javier Jiménez: saludos y silencio
Fernando Adrián: división al saludar y silencio

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