martes, 27 de marzo de 2012
Artículo de opinión
Crónica 1ª Temporada de Las Ventas
FERNANDO ADRIÁN
Fernando Adrián llegaba para presentarse en Las Ventas como uno de los novilleros con más ambiente del momento y podría decirse que no decepcionó vista la pasión y entrega con la que fue aclamado en todo momento por los tendidos. Eso sí, parece ser que Fernando Adrián se llevó a la plaza a toda su familia, amigos y seguidores porque fue injustificada la forma en la que fue jaleada su actuación. El joven novillero que se formó en la Escuela Taurina del Juli, anduvo entregado y muy dispuesto toda la tarde, pero al mismo tiempo dejó mucho que desear en cuanto al toreo fundamental. Adrián dio un recital de toreo ventajista al andar toda la tarde despegado, fuera de cacho y toreando en línea. Tampoco nos extraña ya esto porque últimamente los chavales que empiezan tienen ya adquiridos desde el principio todos los vicios y ventajas que poseen las figuras del toreo…preocupante asunto. El madrileño se mostró muy firme y seguro toda la tarde, dando la sensación de ser, a pesar de su juventud, un torero ya cuajado y maduro que perfectamente podría tomar la alternativa en un breve espacio de tiempo. A sus dos novillos les bajó mucho la mano y los llevó sometidos, algo que gustó mucho a los asistentes. Quizás estuvo mejor con su primero que con su segundo. El tercero de la tarde salió haciendo cosas raras de chiqueros, sobre todo por el pitón izquierdo. Parecía que el astado de Carmen Segovia tenía un problema en la visión de su ojo izquierdo porque siempre acudía a los cites cruzado y acostándose mucho. A punto estuvo esta característica de costarle un disgusto a su matador en los primeros tercios de la lidia. En la muleta corrigió levemente este problema y acudió pronto a los toques de Fernando Adrián. Tuvo complicaciones el utrero de procedencia Torrestrella y el ganador del Zapato de Oro de Arnedo se mostró fácil y resolvió con oficio la papeleta. Lo mal que estuvo con la espada le impidió tocar pelo y tras tres pinchazos y una estocada trasera, tendida y atravesada recogió algunos aplausos desde el tercio que se vieron acompañados también de algunas protestas. Con más facilidad que ortodoxia le entró el acero al primer intento en el segundo de su lote. En el trasteo de Fernando Adrián sobresalió la cantidad sobre la calidad y, además de torear con ventajas y mal colocado, echó mano de algunos recursos populistas, de cara a la galería que gustaron mucho al gran público, y muy poco a los escasos aficionados de verdad que acudieron a la plaza. Tras matar al que cerraba plaza de una estocada certera, un buen sector del público pidió la oreja pero el presidente se mantuvo en su sitio, aguantó y no la concedió…menos mal.
SERGIO FLORES
El mexicano Sergio Flores volvía a la plaza de Las Ventas después de sorprender y dejar unas magníficas sensaciones el pasado San Isidro. Desde esa tarde Flores ha toreado mucho y esa madurez y oficio adquiridos los dejo patentes en su vuelta a Madrid. Anduvo dispuesto el chaval toda la tarde y dejó detalles de buen torero, pero no terminó de rematar su actuación, se quedó a medias. “Actor”, ese era el nombre del primer astado que pisó el ruedo venteño en esta nueva temporada. Y “Actor” fue un buen toro pues reunió varias cualidades como la clase, la nobleza, el recorrido o la humillación. Colocó siempre muy bien la cara el ejemplar de Carmen Segovia, pero le faltó otra cosa fundamental: la fuerza, de la que anduvo muy justito. Sergio Flores consiguió algunos muletazos de buen trazo, templanza y mano baja, pero la faena fue irregular y tuvo demasiados altibajos. Lo mejor de ambas faenas fueron los pases de pecho, hasta el final y de verdad. También fue importante la estocada a este primero, aunque no fue suficiente para que el presidente concediera el trofeo después de una petición en el límite. El cuarto fue un manso rajadito que, a pesar de salir con la cara un poco alta, embistió con transmisión. La de este cuarto fue una faena larga en la que el mexicano dijo muy poco, principalmente por torear siempre muy al hilo.
TULIO SALGUERO
Tulio Salguero llegaba a Las Ventas arrastrando una grave cornada sufrida en América hace pocas fechas y ese percance se notó y le pesó. No estuvo al cien por cien de facultades el joven torero extremeño y eso le pasó factura y le impidió terminar de asentarse y de estar seguro delante de la cara de sus enemigos. El segundo de la tarde, muy bien presentado y con cuajo de toro, fue una auténtica borrega inválida y descastada. El de Carmen Segovia demostró su flojedad desde el principio y durante la faena de muleta evidenció que no podía con su alma. Salguero, que en el primero realizó un valiente y meritorio quite por gaoneras, demostró poseer valor y buen concepto del toreo echando en varias ocasiones muy bien los vuelos de la muleta al hocico del de Carmen Segovia. No tuvo apenas opción el de Badajoz que se puso pesado al final insistiendo inútilmente. El quinto fue un ejemplar serio y muy ofensivo por delante porque enseñaba las puntas. La principal carencia del novillo fue la humillación, pues siempre llevó la cara a media altura. Esto deslució un poco la noble embestida del animal que, además, duró bastante y sacó fondo de casta. Tulio Salguero, muy despegado siempre, no terminó de acoplarse, toreó muy en línea y de los numerosos muletazos que ejecutó, muy pocos valieron la pena. Frente a la madurez y oficio de sus compañeros, Tulio dejó entrever que está más verde y menos toreado y eso, junto al reciente percance del que aún no está recuperado, le pesó mucho y le impidió el triunfo.
1ª Temporada de Las Ventas (Madrid) con 1/5 de plaza, se lidiaron 6 novillos de Carmen Segovia, bien presentados, y de noble juego en general. A la mayoría les faltó fuerza y casta. 1º noble y enclasado pero flojo; 2º inválido y descastado; 3º complicado; 4º manso encastado; 5º noble aunque con la cara a media altura; 6º noble y colaborador. Sergio Flores (lila y oro): vuelta tras petición y aplausos Tulio Salguero (azul marino y oro): silencio tras aviso y saludos con protestas Fernando Adrián (vainilla y oro): saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras petición |
Acto en la plaza de Las Ventas
martes, 20 de marzo de 2012
Artículo de opinión
Resumen de la Feria de Fallas
Los mejores
La Feria de Fallas ha dejado varios nombres destacados, tanto en el capítulo ganadero, como en el de los diestros que han tomado partido en los festejos que han compuesto el ciclo taurino valenciano. Dentro de las ganaderías habría que destacar para empezar a Adolfo Martín que la tarde del 10 de marzo lidió una corrida de gran presentación en el coso valenciano. Además, varios toros de los que saltaron al ruedo ofrecieron muchas opciones y buen espectáculo. Fue el caso de los lidiados en tercer y quinto lugar, uno por noble y enclasado y otro por bravo y encastado. El peligroso segundo también fue interesante. La novillada de El Parralejo, que debutaba en Valencia, también ha sido de lo mejor que nos han dejado las Fallas de este 2012. La novillada, de procedencia Fuente Ymbro, sorteó unos animales en su mayoría nobles, con clase, humillación, duración, casta y repetición. Gran juego el ofrecido por este joven hierro que nace ante la supervisión de Ricardo Gallardo. Un buen lote de Valdefresno le correspondió en suerte al mexicano Diego Silveti que, ya que no estuvo a la altura, se fue con las orejas puestas al desolladero. Hasta tres toros buenos lidió Alcurrucén en Valencia el día 15, con un astado, el segundo, que tuvo una enorme casta y transmisión en la embestida. En el apartado de los toreros el ciclo levantino nos ha dejado los nombres de jóvenes promesas que tienen una gran proyección y que se han erigido como el futuro de la fiesta de los toros y como alguno de los matadores más interesantes del escalafón en la actualidad. Javier Castaño dio una gran dimensión ante el encierro de Adolfo Martín. El salmantino se mostró muy seguro, firme y tranquilo y volvió a demostrar que posee un gran concepto del toreo y mucho valor. Ojalá le den el sitio que merece. Otro que se merece tener mucha suerte es el malagueño Jiménez Fortes que, con un mal lote de Valdefresno, emocionó al público valenciano con un valor seco y sin ventajas y con un gran asentamiento y convicción. Curro Díaz cortó la oreja de un buen ejemplar de Alcurrucén y dejó detalles de su gusto y torería. Iván Fandiño volvió a pegar un golpe encima de la mesa y se reafirmó como uno de los matadores más importantes del momento. Su actuación con capote, muleta y espada ante la corrida de Fuente Ymbro fue sobresaliente. Dentro del capítulo novilleril y del toreo a caballo, los nombres más destacados de la feria han sido Román y Diego Ventura. El chaval valenciano Román se ha convertido en la primera gran sorpresa de la temporada después de firmar una actuación de altísima proyección. Entrega, ilusión, valor, simpatía... estas fueron algunas de las cosas que derrochó el joven novillero valenciano que además convenció a todos con un gran concepto del toreo. Diego Ventura firmó en la matinal de rejones una muy buena actuación y, tras cortar tres orejas, abrió la puerta grande.
Los peores
Muchos han sido también los protagonistas negativos de la Feria de Fallas. La terna de toreros mediáticos y la corrida de Jandilla del día 11 destruyeron la poca seriedad que le quedaba al coso valenciano. Rivera Ordóñez y El Fandi salieron a hombros ante una corrida mal presentada y descastada del hierro de la estrella. La novillada de Javier Molina dejó mucho que desear, al igual que las corridas de Valdefresno y Fuente Ymbro, de las que se esperaba mucho más y que tan sólo sortearon toros sueltos de interés. Y petardo pegaron los hierros exigidos por las figuras. Garcigrande, Zalduendo y Capea mandaron a Valencia sendos encierros muy justos de presentación (con algunos astados impresentables) y que dieron un juego absolutamente lamentable por su falta de casta, fuerza y transmisión. Veremos si después de este fracaso, el año que viene, vuelven. El mexicano Diego Silveti defraudó por las grandes expectativas creadas y por no estar a la altura de un buen lote del hierro charro de Valdefresno. Matías Tejela volvió a desperdiciar un gran lote, esta vez de Alcurrucén. José María Manzanares, a pesar de las orejas cortadas y de la entrega y pasión con la que se vivieron sus actuaciones, no se mereció tales honores al volver a ejecutar la mayoría de los muletazos con la suerte descargada y sin cumplir con lo que dictan los cánones. Y, por último, Enrique Ponce, que hacía doblete y era la base del abono, cumplió con la versión que nos tiene acostumbrados (poco ajuste y muchas ventajas).
viernes, 16 de marzo de 2012
Crónica 6ª Feria de Fallas 2012
LA CORRIDA DE ALCURRUCÉN, DESIGUAL
Se esperaba con expectación la llegada de la corrida de Alcurrucén, sobre todo después de los importantes triunfos de la temporada pasada. El hierro de los Hnos. Lozano se encuentra en un gran momento y hacía ilusión su presencia, un año más, en el ciclo fallero. Tanto la presentación como el juego de la corrida fueron desiguales. En líneas generales la corrida estuvo bien presentada para lo que estamos acostumbrados a ver en Valencia. La mayoría de los ejemplares que saltaron al ruedo tenían seriedad y hechuras, aunque hubo excepciones como la del segundo, que era más alto y muy bizco del pitón izquierdo. El cuarto también estuvo más justito de trapío y, por otro lado, hubo otros de gran seriedad y muy en el tipo de la casa como el ofensivo tercero. Una pintura era el primero, colorado listón, bragado, meano corrido, girón, axiblanco, calcetero, gargantillo y coliblanco. Vamos, poca cosa… Quizás la corrida después se quedó a mitad de camino y no terminó romper tal y como se esperaba, pero de todas formas el encierro de la divisa toledana fue muy interesante, variado y sorteó varios toros de triunfo. El mejor por encastado y bravo fue el segundo, un animal que metió los riñones en el primer encuentro en el caballo y que, luego, en la muleta sacó muchísima casta y emoción en sus embestidas. Reponía en ocasiones y también tenía la tendencia de salir de los muletazos con la cara un poco alta, pero “Relamido” fue un toro importante por la transmisión y el movimiento encastado que tuvo. Además, duró mucho. También duró el buen cuarto, astado este al que le faltó un poco más de fuerza y casta para ser un toro de ensueño. El de Alcurrucén tuvo mucha nobleza y una clase y humillación sobresalientes en la franela de Curro Díaz. Fue una pena que le dieran tanto en el caballo porque el toro lo acusó y se terminó viniendo a menos. Lo mismo le ocurrió al bonito primero, aunque este ejemplar no tuvo la clase de su hermano. El quinto fue otro toro con posibilidades que también sacó fondo bueno y un comportamiento muy propio de Núñez. Sin duda, el peor lote se lo llevó Alberto Aguilar. El tercero fue un animal complicado, muy reservón y áspero. Muy agarrado en el piso, el de la divisa azul y negra nunca terminó de ir metido en la muleta y al final se puso muy mirón poniendo en aprietos a su matador. El sexto no fue mejor ya que también adoleció de una gran falta de casta y clase y se quedaba muy corto en las embestidas que tan a su contra regalaba al diestro madrileño.
TEJELA NO TRIUNFA
Y digo que Matías Tejela no triunfó porque con el lote que le correspondió tenía la obligación de aprovecharlo y triunfar. Pero una vez más, no lo hizo. Por mucho que se empeñen en hacernos ver que Matías es un torero a tener en cuenta y que aún no ha explotado todo su potencial, hace ya muchos años que el madrileño sobra de los carteles. Su puesto lo podrían ocupar otros como Javier Cortés, Sergio Aguilar, Juan del Álamo o Fernando Cruz (solo por decir algunos) que están en su casa de brazos cruzados mientras que otros que llevan media vida en esto siguen desperdiciando oportunidades. Así de justo es este mundo. El segundo fue de esos toros que te pueden encumbrar si apuestas porque el de Alcurrucén, sin ser un toro perfecto tenía muchísima importancia y seriedad en su embestida (es lo que da la casta). A “Relamido” le faltó quizás clase y no terminar derrotando al final de los muletazos, pero le sobró lo más importante: casta y emoción. Duró mucho el negrito de Núñez y ante él anduvo un Tejela destemplado que dio muchos muletazos sin sentido ni calidad. A mí, al menos, no se me ha quedado grabado en la memoria ningún muletazo de los miles que dio. Lo mejor fue que casi no le tocó la muleta, algo fundamental para un toro como ese. Y también es justo reconocer que Matías mató al astado a la primera y de una muy buena estocada que cayó arriba. El premio: una orejita liviana y fácil. Y de no ser por el pinchazo que dejó en el primer intento en el segundo de su lote, seguro estaríamos hablando de puerta grande. Si eso llega a ocurrir, habría sido absolutamente inmerecida y exagerada así que, al final, el pinchazo fue bueno para conservar la poca categoría que le queda a la plaza de Valencia después de los últimos capítulos triunfalistas de tercera. En el quinto se repitió la historia de un torero, Matías Tejela, dando muchos pases sin sentido y un toro embistiendo con nobleza y buen tranco y sin ser aprovechado. No fue tampoco un gran toro ese quinto, pero sí valió y mereció una faena de más calado y brillantez.
EL GUSTO DE CURRO
Curro Díaz firmó lo más destacado artísticamente en la sexta del abono valenciano. El torero de Linares volvió a demostrar porqué está considerado como uno de los matadores con más gusto y clase del escalafón. Aunque en el que abrió plaza se le vio acelerado y en ningún momento a gusto, en el cuarto se pudo redimir ejecutando una faena ligera, que no fue completa ni rematada, pero en la que hubo pasajes de gran belleza e intensidad. Con la naturalidad que le caracteriza, Curro se llevó al dulce cuarto al centro de la plaza y allí consiguió varias series por ambos pitones de mano baja, mucha templanza y sello propio, haciendo disfrutar al respetable. No es Curro torero de faenas largas, a él le vale pegar dos o tres tandas de notables muletazos para sentirse lleno y, a la vez, encandilar al público con su distintiva plasticidad. Yo, al menos, prefiero un trasteo como el de Curro ayer, corto y sin llegar a rematarse pero con algunos muletazos soberbios, a los trasteos largos, mecánicos y vulgares a los que nos tienen acostumbrados otros tantos espadas. Y siempre hablamos del gusto y la clase de Curro Díaz, pero pocas veces nos paramos a reconocer que es uno de los toreros que mejor matan los toros. Pese a estar catalogado como torero artista (con lo que eso conlleva a la hora de ejecutar la suerte suprema), Curro se está convirtiendo en uno de los matadores más certeros y regulares a la hora de tumbar a los toros. Pero no los mata con ventajas y facilidad, lo hace con una gran pureza, tirándose al morrillo muy derecho y saliendo por el rabo.
DISPOSICIÓN DE AGUILAR
Alberto Aguilar solo pudo demostrar disposición, valor y arrojo ya que el lote que le correspondió fue de nulas opciones para el lucimiento. El torero madrileño, acostumbrado a lidiar y matar las corridas más duras y fuertes, llegaba a Valencia anunciado con una ganadería (según él) de garantías y mucho más “buena” que las que está acostumbrado a matar. Aquí, Alberto debería matizar porque que yo sepa Victorino o Cuadri son dos de las mejores ganaderías no sólo de la actualidad, sino de las últimas décadas y por lo tanto no creo que se merezcan ese desaire de ser tachadas como ganaderías “malas” sólo porque tengan casta y se muevan. Una vez hecha esta apreciación, continúo con la crónica de la actuación de Aguilar. Como decía, Alberto tenía fe en que después de tragarse todo lo que otros no han querido tendría la oportunidad de lucir su toreo y sentirse “a gusto” (que es lo que buscan los toreros). Pero la suerte, ese factor caprichoso y muchas veces injusto, no se alió con él y el joven diestro no notó a grandes rasgos la diferencia con lo que está habituado a lidiar. Matías Tejela se llevó el lote bueno, mientras que Aguilar se llevó el lote, pero el lote malo. El tercero se agarró pronto al piso y le costó un mundo embestir a la franela de Aguilar que realizó una faena voluntariosa en la que fue imposible torear como mandan los cánones. En el primer intento con el estoque de verdad la mano se le fue abajo dejando un bajonazo suelto para después volver a entrar consiguiendo una estocada que esta vez si surtió el efecto esperado. El sexto no fue mejor que su hermano y además de descastado y deslucido, tuvo muchas complicaciones, se puso mirón y no tuvo apenas recorrido. Una vez más, Alberto Aguilar lo intentó con insistencia y logró sacar algún muletazo estimable de un pozo completamente seco. Aunque no me terminó de convencer el poco toreo lucido que pudo hacer, sí lo hizo su actitud.
6ª abono Feria de Fallas (Valencia), con menos de media plaza se lidiaron 6 toros de Alcurrucén, desiguales de presentación y juego, aunque en líneas generales bien presentados. Corrida interesante y variada que sorteó hasta tres toros con muchas posibilidades (2º, 4º y 5º) y dos más complicados y deslucidos (3º y 6º). 1º noble y de buena condición pero a menos y sin continuidad en las embestidas; 2º muy encastado y con transmisión; 3º áspero y deslucido, muy agarrado al piso; 4º muy noble y enclasado; 5º noble y repetidor; 6º complicado y deslucido. Curro Díaz (blanco y oro): silencio y oreja Matías Tejela (grana y oro): oreja y saludos Alberto Aguilar (blanco y plata): silencio y silencio tras aviso |
jueves, 15 de marzo de 2012
Crónica 5ª Feria de Fallas 2012
IMPORTANTE FORTES
Si en la quinta de feria hubo un nombre propio ese fue el de Saúl Jiménez Fortes. El torero de Málaga dejó una imagen de torero capaz e ilusionó a todos los que pudimos ver la corrida de Valdefresno. Fortes se mostró desde el primer momento muy dispuesto y metido en la tarde (no perdonó ningún quite) y destacó, por encima de todo, por su impresionante firmeza, asentamiento y seguridad. No pudo hacer más con menos, ya que el lote del hierro salmantino que le tocó en “suerte” no pudo tener menos opciones. Su primero, el tercero de la tarde, fue un animal muy regular, que no sirvió para nada ya que, además de su sosería y falta de casta, no tuvo clase y salía derrotando y pegando tornillazos al final de cada muletazo. Se movió en un principio el de Valdefresno pero por inercia y sin transmitir absolutamente nada al tendido y deslucir toda la labor muletera de su matador. A base de templanza y de que nunca tocara el astado la franela, el joven diestro apoderado por los Chopera, llegó a conseguir algún derechazo estimable y, sobre todo, pudo mostrar quietud de plantas y buen concepto del toreo. Siempre bien colocado y exponiendo una barbaridad, Jiménez Fortes se pegó un arrimón final y tras dejar una buena estocada el público pidió la oreja pero sin demasiada unanimidad, por lo que el presidente tuvo la excusa perfecta para no conceder el trofeo. Finalmente, la recompensa fue una vuelta al ruedo muy merecida y que valía el doble que muchas de las orejas que se han cortado a lo largo de la feria. El sexto dio algunas esperanzas durante los primeros tercios e incluso llegó apuntando cosas buenas al principio de la faena, pero duró un suspiro. Pese a que tenía buena condición y una boyante embestida cuando metía la cara, el de la divisa salmantina era manso y a la primera de cambio cantó la gallina y se rajó. Como manso que era, el astado de origen Lisardo se refugió en su querencia, en tablas y de allí ya no salió. Lo intentó de todas las formas posibles Jiménez Fortes, pero sus intentos fueron en balde. Una verdadera pena porque después de su primera actuación y de lo que apuntó toda la tarde, había muchas ganas de verlo delante de un animal con opciones. De todas formas, y a pesar de la condición de su enemigo, Fortes no se arrugó y le buscó las vueltas al toro pegándose otro meritorio arrimón en el que se sacó al astado por delante y por detrás y en el que se jugó los muslos sin ventajas. Aunque estaba rajado, el de Nicolás Fraile tenía castita y le pudo pegar un arreón en cualquier momento, pudiendo herirle. Jiménez Fortes además de ser un matador valentísimo sabe torear muy bien, posee un concepto muy bueno del toreo en el que sus máximas son llevar larga y humillada la embestida del toro, alargando y bajando mucho la mano. Pero claro, para poder hacer esto tiene que tener a un toro bravo delante y no a los ejemplares que le tocó lidiar y estoquear ayer en Valencia. Al menos, su actuación en las Fallas le sirvió para reafirmarse como una de las grandes promesas del escalafón y para que todos estemos esperándole y deseando volver a verle.
LISONJERO, UN GRAN TORO
Hubo dos toros que valieron en el encierro del hierro de Valdefresno que volvió a demostrar que no se encuentra en su mejor momento. Para empezar la corrida estuvo muy desigualmente presentada, con varios toros mal presentados como el primero que fue indigno de una plaza de primera como Valencia. Este ejemplar y alguno más no tenían trapío alguno miraras por donde miraras. Anovillados, lavados de cara, sin remate…no se puede permitir que estos toros impresentables salten a un ruedo de primera. Desgraciadamente esto se está convirtiendo en costumbre y aquí nadie dice nada ni protesta. Por otra parte hubo otros toros más en el tipo de la casa y se vio la diferencia de hechuras entre unos más en Atanasio (más altos y finos de cabos) y otros más en Lisardo, como el segundo que era una verdadera estampa. “Lisonjero” que así se llamaba el que hizo segundo ya me gustaba antes de que saltara al ruedo, era mi apuesta después de ver las fotos de los toros en el campo. El Lisardo de los Hnos. Fraile era el prototipo del toro de esta ganadería y de este encaste, sus hechuras se correspondían además con los animales que suelen embestir de esta procedencia. Muy bajo, badanudo, con abundantes rizos que le hacían “mayor” y más serio, y tocadito de pitones. Esta era la morfología de un toro que, a pesar de los kilos (pesó menos de 500), tenía un trapío enorme y su seriedad era evidente. Para que luego digan que los kilos tienen que ver con el trapío…En cuanto al juego de la corrida, también fue desigual. Hubo comportamientos con distintos matices, pero en todo el encierro hubo un denominador común: la mansedumbre y falta de casta. La excepción la protagonizó precisamente “Lisonjero” que fue un gran toro. El serio ejemplar de la divisa roja y encarnada reunió la mayoría de virtudes que debe tener un toro bravo: clase, recorrido, humillación, nobleza, duración y transmisión. Si “Lisonjero” llega a tener todavía más casta y motor habría sido perfecto. Además, cumplió en varas sobre todo en el primer puyazo, vara que tomó metiendo los riñones, empujando con la cara abajo y romaneando.
SILVETI...DECEPCIÓN
El mexicano Diego Silveti llegaba a Valencia con mucho ambiente y gran expectación. La temporada pasada obtuvo grandes triunfos, todos ellos en el contexto de pertenecer a una dinastía en la Historia del toreo, en especial en su patria, México. Pero el verdadero examen lo tiene Diego este año y en España porque será aquí donde se encuentre con el toro que encumbra a un matador o lo condena, con un público menos cariñoso que el de su país, y en las ferias más importantes de todo el mundo. Esta temporada Diego Silveti pisará todas las grandes plazas y ferias y su particular examen comenzó ayer en Valencia. Y, desgraciadamente, no aprobó al dejar mucho que desear, decepcionar ante la gran expectativa creada entorno a su joven figura y desaprovechar un lote de triunfo que, a la postre, fue el único con verdaderas oportunidades de Valdefresno. Ante el primero de su lote, el segundo de la tarde y anteriormente analizado, Silveti realizó una faena muy irregular, con muchos altibajos. El trasteo del mexicano tuvo algunos pasajes de interés, pero la obra no terminó de ser completa y él tampoco acabó de cuajar al gran astado que tuvo delante. Tiene buen concepto Diego y además, como buen mexicano que es, tiene variedad sobre todo con el capote. También llega pronto al público con su singular y agradable sonrisa. Pero está claro que esto solo no basta y también se necesita de una buena técnica, algo que dio la sensación que no tiene dominado completamente. Se nota que no es español y no termina de encontrar el sitio que exigen los toros lidiados en nuestro país. En la mayor parte de su actuación no estuvo bien colocado y además le faltó imprimir mas temple a los muletazos. Con la espada tampoco anduvo fino toda la tarde y mientras “Lisonjero” se iba al desolladero con las dos orejas intactas, el recogió una cariñosa ovación desde el tercio. Pobre premio para tan gran enemigo. El que cerró su lote, el quinto, no fue su primero, pero fue el otro buen toro de la corrida. A este astado le faltó más casta, emoción y transmisión en las arrancadas pero como se dice ahora “se dejó” y mucho. Silveti no hizo mas que reafirmar las sensaciones dejadas en su primero, no llegó a encontrar las distancias ni sitio al toro y ejecutó un trasteo que pasó casi inadvertido en los (otra tarde más) vacíos tendidos del coso levantino. En resumen, lote de tres orejas sin aprovechar y muchas dudas por disipar a partir de ahora.
DUFFAU, SIN OPCIÓN
El que tampoco tuvo suerte en el sorteo fue el francés Thomas Duffau que, como el resto de sus compañeros, también debutaba en Valencia. Duffau es otro joven torero con condicione para funcionar durante las próximas temporadas pero si llega o no llega a la primera fila del escalafón dependerá de las oportunidades que le den y si cuando se las den, él las aproveche. La oportunidad de ayer en las Fallas fue envenenada, ya que pudo torear pero se estrelló ante un lote sin opciones. El que abrió plaza fue un ejemplar que, además de impresentable, evidenció su invalidez desde los primeros tercios. Ante la flojedad de su oponente que además careció de casta, el joven espada francés sólo pudo justificarse y esforzarse en que el de Valdefresno no se derrumbara durante su labor. Duffau si demostró que posee un concepto del toreo muy bueno, clásico y poderoso, y yo al menos me quedé con las ganas de verle delante de un toro digno y bravo en todos los sentidos para que pudiera mostrar con autenticidad lo que lleva dentro. El cuarto fue un astado huidizo y descastado que lo único que hizo durante todo el trasteo de Thomas fue recular y negarse a embestir. Ante su segundo, a Thomas Duffau se le vio más mecánico y vulgar ya que se empeñó en hacer embestir a un toro que lo único que se merecía era morir cuanto antes.
Valencia, 5ª de abono de Thomas Duffau (sangre de toro y oro): silencio y silencio tras aviso Diego Silveti (rosa y oro): saludos tras aviso y silencio tras aviso Jiménez Fortes (lila y oro): vuelta al ruedo tras petición y silencio tras aviso |
miércoles, 14 de marzo de 2012
La Feria de Fallas en directo por Twitter!
Todas las tardes iré contando en mi perfil de Twitter lo que vaya sucediendo en la plaza de toros de Valencia. Toro a toro, el análisis de toro y torero, pero contándolo con claridad y sin tapujos. Una vez finalizado el festejo, al final de cada tarde, también haré un resumen con los aspectos más destacados que haya deparado el espectáculo.
Podéis seguirme y estar informados de lo que ocurre cada tarde en la primera feria importante de la temporada,
Búscame y sígueme: @AlexMartinezzz
Crónica 4ª Feria de Fallas 2012
ROMÁN
El nombre propio de la última novillada del abono fallero fue, al margen de la notable novillada de El Parralejo, el novillero valenciano Román. Ya despertaba curiosidad este chaval al escucharlo hablar y ver su imborrable sonrisa y el derroche de frescura e ilusión que transmitía. Y esa personalidad tan peculiar y atrayente también se plasmó en el ruedo, ante la cara del toro. A pesar de su juventud y de estar muy nuevo (esta era su segunda novillada con los del castoreño), desde que se abrió de capote, Román se metió a la gente en el bolsillo e hizo que volviera a nuestras mentes ese comportamiento y actitud desgraciadamente en vías de extinción desde hace ya mucho tiempo: estar “en novillero). Y ¿por qué estuvo Román “en novillero”? Pues la respuesta es sencilla: porque salió a la plaza a darlo todo, a triunfar costara lo que costara, a no dejarse ganar la partida por sus compañeros de cartel y, sobre todo, a demostrar que quiere ser torero. Comenzó recibiendo a su primero por faroles rodillas en tierra, demostrando una enorme facilidad y valor. El tercero de El Parralejo fue un toro que valió mucho, sin llegar a ser completo ni sobresaliente. El de origen Fuente Ymbro repitió en la muleta del joven valenciano, humilló y tuvo clase, aunque le faltó una mayor transmisión y casta. Pero esa cierta emoción que le faltó al utrero la puso Román en una gran faena que dejó a todo el personal boquiabierto. Collado, que así se apellida el chaval, construyó un trasteo en el que demostró un gran concepto del toreo, muy clásico y poderoso y que fue complementado por su sincero valor y un derroche de entrega y disposición. Román engancha muy adelante a su oponente, baja mucho la mano llevando la franela rastrera y ejecuta unos muletazos muy largos a los que le falta más profundidad debido a que a veces descarga la suerte con la pierna de salida. Este defecto técnico tiene tiempo de corregirlo y su nuevo mentor, Santiago López (que le propuso apoderarlo en el mismo callejón una vez hubo acabado Román con su primer enemigo), seguro que trabajará en ello para solventarlo. Para rematar esta primera faena en su tierra, Román se tiró a matar muy derecho y se fue detrás de la espada con muchísima pureza y verdad. Fue mejor la ejecución que la colocación, pues la estocada cayó baja, pero lo más importante fue lo decidido que se mostró a la hora de ejecutar la suerte suprema. Una vez rodado el toro, los vacíos tendidos del coso de la Calle Xátiva se poblaron de pañuelos pidiendo las dos orejas, pero el señor presidente sólo concedió una. Después de la tómbola del domingo y los trofeos de pueblo que se concedieron, el palco se puso “serio” con Román, vamos, con los más débiles y a los que se les debería subir la mano. Como es habitual, el palco de Valencia patinando como si en vez de albero, fuera hielo resbaladizo lo que cubriera el ruedo de la plaza de toros. Y para colmo, el “gran aficionado” que había sentado en el placo presidencial sacó el pañuelo azul para conceder una vuelta al ruedo absolutamente excesiva y desproporcionada al utrero de El Parralejo que fue bueno, pero no de vuelta. El que cerró plaza fue el de peor comportamiento del encierro y esta condición imposibilitó el triunfo completo del torero de la Escuela Taurina de Valencia. El novillo no tuvo clase alguna, se quedó muy corto y salió derrotando y pegando tornillazos a la muleta del joven Román. Éste no se arrugó y se pegó un valiente y meritorio arrimón en el que, al menos, pudo volver a mostrar sus ganas y valor. En vez de mejorar, el del Parralejo fue empeorando y obligó, después de unas ajustadas manoletinas, a entrar a matar a su lidiador. Y en la suerte suprema se volvió a vivir otro momento de emoción cuando Román se tiró encima del morrillo del toro para dejar una estocada de fea colocación, pero en la que se jugó el tipo como muy pocos toreros se lo juegan hoy en día. En el encontronazo con su matador, el novillo le partió la taleguilla al torero, pero gracias a Dios, el percance no tuvo consecuencias. Tras petición, saludos para este novillero que causó sensación en Valencia, que estuvo como tienen que estar los novilleros y que seguro tendrá un futuro muy fructífero y triunfal. ¡Suerte!
CONCHI RÍOS
Debutaba también en Valencia la joven novillero Conchi Ríos y lo hacía con mucho ambiente y expectación tras su destacada temporada del pasado año. La murciana reafirmó en la capital del Turia porqué está llamada a ser una de las mujeres más importantes que ha dado la Historia del toreo. Cochi Ríos torea y lo hace bien, no se trata simplemente de una chica que lo intenta con más ganas que lucimiento. Conchi estuvo muy templada toda la tarde y dejó entrever también buen concepto del toreo y seriedad en sus formas. El que abrió la tarde salió lesionado de chiqueros y, a pesar de tener buena condición y de querer siempre perseguir los engaños, el bonito ejemplar de El Parralejo debería haber sido devuelto a los corrales. De esta forma, Conchi Ríos si habría tenido una oportunidad completa y no media. El cuarto fue el mejor del encierro, un gran ejemplar que reunió prácticamente todas las cualidades que debe tener un toro bravo: bravura, casta, nobleza, clase, humillación, recorrido… El novillo se entregó desde el principio y acudió siempre pronto a los cites de la murciana, embistiendo en ocasiones con un galope muy alegre y emocionante. Todo lo quiso por abajo el animal y no se cansó de embestir, a pesar de que Conchi Ríos le exigió. Ríos anduvo de nuevo templada y llevó el hocico del toro cosido a su muleta tirando mucho de él y siempre llevándole muy tapado para que el astado sólo viera tela. Como es lógico, también mostró carencias técnicas como el poco sitio que le dejó muchas veces a su antagonista (ahogándole un poco) o, en ocasiones, la colocación que no fue la más ortodoxa y exigible. La mayor parte del trasteo de Conchi al segundo de su lote estuvo basada sobre el pitón derecho, pero los mejores muletazos llegaron sobre el izquierdo en una gran serie de naturales en los que Conchi Ríos se sintió y toreó con gusto. Además, ni una sola vez le enganchó la muleta el novillo. Tras pinchazo y estocada, cortó una oreja de peso y “Bevito”, que así se llamó el toro, fue premiado, esta vez sí con acierto, con la vuelta al ruedo en el arrastre.
FERNANDO ADRIÁN
Sin ser mala, la actuación más plana y que dijo menos fue la de Fernando Adrián. Con gran expectación llegaba Adrián a Valencia después de ser uno de los novilleros triunfadores de la temporada pasada. Su primero, el segundo, fue un novillo encastado que transmitió bastante y al que le faltó un poco mas de clase en su embestida y mejores finales. El ganador de la última edición del Zapato de Oro de Arnedo anduvo fácil, con oficio y también demostró poseer un concepto muy bueno del toreo. Se nota que Fernando se ha hecho en la Escuela Taurina de El Juli en Arganda del Rey (Madrid), ya que es un torero muy poderoso, que baja mucho la mano y alarga los muletazos hasta el final. Lo más reprobable de la actuación del madrileño fue que pocas veces estuvo cruzado y se sitúo demasiado fuera de cacho en la mayoría de las tandas. Además, no estuvo tan “en novillero” como sus compañeros, algo que ayer si se notó mucho y que en cierta forma le pasó factura. Tampoco estuvo acertado con la espada y eso le impidió el que pudiera haber tocado pelo. El quinto no estuvo entre los mejores del encierro del Parralejo y tuvo algunas complicaciones devenidas de la mansedumbre que demostró en todos los tercios. A pesar de que no fue bravo, si tuvo opciones e interés y ante él volvió a estar un Fernando Adrián solvente y bastante lucido, pero que tampoco terminó de dar el paso ni de estar a la altura de lo esperado. Por otra parte, en muchos pasajes de su obra estuvo falto de temple. Vuelta al ruedo fue el premio que obtuvo
Valencia, 4ª de abono Feria de Fallas. Con 1/5 de entrada se lidiaron 6 novillos de El Parralejo, bien presentados, bonitos y de armónicas hechuras, y de variado e interesante juego. Sobresalieron 2º, 3º y 4º (estos dos últimos premiados con la vuelta al ruedo). 1º noble y con afán de embestir, pero lesionado de salida, se dolió durante toda la lidia; 2º encastado y con transmisión aunque le faltó algo más de clase; 3º de buen juego aunque le faltó mas bravura; 4º extraordinario, cumplió en varas y en la muleta galopó con mucha entrega y transmisión. Tuvo nobleza, clase, humillación y duración; 5º mansito aunque potable en la muleta; 6º áspero y deslucido por su mansedumbre y por salir siempre de los muletazos con la cara arriba y sin fijeza, fue el peor. Conchi Ríos (lila y oro): Saludos y oreja tras aviso Fernando Adrián (verde manzana y oro): Vuelta al ruedo tras aviso y vuelta Román (rosa palo y oro): Oreja tras petición de la segunda y aviso y saludos tras petición |
jueves, 8 de marzo de 2012
Mis carteles de San Isidro
Jueves 10 de mayo: El Fundi, Iván Fandiño y Alejandro Talavante (Adolfo Martín)
Viernes 11 de mayo: Miguel Ángel Perera, Andrés Palacios y Miguel A. Delgado (conf.) (San Pelayo y San Mateo)
Sábado 12 de mayo: Curro Díaz, Alejandro Talavante y Arturo Saldívar (El Tajo y
Domingo 13 de mayo: Rafaelillo, Fernando Robleño y Jiménez Fortes (Conf.) (José Escolar)
Lunes 14 de mayo: Francisco Montiel, Tulio Salguero y Javier Jiménez (novillada de Valdefresno)
Martes 15 de mayo: Morante de
Miércoles 16 de mayo: Serafín Marín, Fernando Cruz y David Mora (Dolores Aguirre)
Jueves 17 de mayo: Leandro, Alejandro Talavante y Rubén Pinar (Alcurrucén)
Viernes 18 de mayo: El Cid, El Juli y López Simón (Conf.) (El Ventorrillo)
Sábado 19 de mayo: Juan José Padilla, Miguel Abellán y Alberto Aguilar (Miura)
Domingo 20 de mayo: Enrique Ponce, Sebastián Castella y David Galván (Conf.) (Conde de Mayalde)
Lunes 21 de mayo: Conchi Ríos, Rafael Cerro y Gonzalo Caballero (novillada de Yerbabuena)
Martes 22 de mayo: José María Manzanares, Sebastián Castella y Juan Luis Rodríguez (Conf.) (Flor de Jara)
Miércoles 23 de mayo: El Fundi, José Tomás y Juan del Álamo (El Montecillo)
Jueves 24 de mayo: Iván Fandiño, David Mora y Sergio Serrano (Conf.) (Fuente Ymbro)
Viernes 25 de mayo: Uceda Leal, Morante de
Sábado 26 de mayo: César Jiménez, David Mora y Miguel Tendero (Baltasar Ibán)
Domingo 27 de mayo: Juan Mora, José María Manzanares y Morenito de Aranda (Torrestrella)
Lunes 28 de mayo: Sergio Flores, Adrián de Torres y Fernando Adrián (novillada de Ana Romero)
Martes 29 de mayo: El Juli, Iván Fandiño y Víctor Barrio (Victoriano del Río)
Miércoles 30 de mayo: Fracuelo, José Tomás y Fermín Espínola (El Puerto de San Lorenzo)
Jueves 31 de mayo: César Jiménez, Javier Castaño y Sergio Aguilar (Cuadri)
Viernes 1 de junio: El Juli, Miguel Ángel Perera y Diego Silveti (Conf.) (
Sábado 2 de junio: El Cid, Antonio Ferrera y Diego Urdiales (Victorino Martín)
Los "Adolfos" para Fallas
miércoles, 7 de marzo de 2012
Artículo de opinión
martes, 6 de marzo de 2012
Crónica reaparición Juan José Padilla
En un momento como el actual en el que los valores morales y éticos han desaparecido casi totalmente de la sociedad y en el que en nuestro país solo tienen cancha la frivolidad, la hipocresía, la envidia y el materialismo, es más necesario que nunca el que haya seres de una grandeza humana como el caso de Juan José Padilla. El pasado 7 de octubre en el coso de la Misericordia de Zaragoza, el diestro jerezano sufrió una terrible cornada cuando salía de clavar un par de banderillas ante un astado de Ana Romero. Padilla se tropezó y cayó al suelo con la horrible suerte de que el ejemplar santacolomeño hizo por él y le corneó de forma espantosa en la cara. El pavor y la incertidumbre se apoderaron de una plaza que quedó sumida en el silencio y el desasosiego al comprobar la gravedad del percance. Gracias a Dios y a pesar de los espectacular y grave de la cornada, Juan José Padilla consiguió salir adelante y comenzó un duro período de rehabilitación en el que la peor noticia fue la que aseguró que el diestro de Jerez había perdido la visión de su ojo izquierdo a consecuencia de la cogida. Si esto le hubiera ocurrido a cualquier persona “normal” el período de recuperación habría sido largísimo y las secuelas, innumerables, pero los toreros parecen ser seres de otro planeta, personas que están hechas de otra pasta. Así, aun conmocionados por la cornada que había sufrido, Padilla habló para agradecer el cariño y apoyo recibido, tranquilizar a todo el mundo y asegurar que se volvería a vestir de luces y a hacer el paseíllo en una plaza de toros. Esto parecía imposible, sobre todo teniendo en cuenta el poquísimo tiempo que había pasado desde aquel fatídico 7 de octubre, pero el deseo y la esperanza de Juan José se hicieron realidad al anunciar oficialmente que reaparecería el 4 de marzo en Olivenza (Badajoz), en la primera feria destacada de la temporada.En esta crónica podríamos extendernos hablando de los fallos técnicos o del concepto del toreo que demostró el pasado domingo Juan José Padilla en Olivenza, pero creo que estas líneas deben ser el reconocimiento y el homenaje hacia un héroe que reapareció después de cinco meses en los que ha estado en la cuneta del dolor, el esfuerzo y la lucha. La noticia es que el domingo reapareció en Olivenza un héroe, el héroe Padilla.
Con las banderillas el espada gaditano demostró poseer las mismas facultades de siempre y consiguió un tercio brillante en el que expuso mucho y clavó en la cara asomándose al balcón. Padilla brindó el primer toro de su lote a los médicos que le salvaron la vida el pasado mes de octubre en Zaragoza y se dispuso a torear con la muleta al toro de Cuvillo. Éste tuvo tanta nobleza y clase (las dos condiciones más requeridas hoy en día por los toreros), como poca fuerza y casta. El animal se paró desde el inicio del trasteo y su debilidad se tornó en invalidez. Juan José Padilla solo pudo demostrar una enorme disposición y tras dejar una estocada casi entera desprendida, fue premiado con un trofeo que premió más sus ganas y deseo de agradar, que la deslucida labor muletero que llevó a cabo por la condición del marmolillo de Núñez del Cuvillo. El cuarto del festejo fue un ejemplar más feo, escurrido y cariavacado que lució un pelaje colorado chorreado en verdugo. Este toro tuvo algo más de fortaleza que sus hermanos y compartió la seña de identidad de la corrida: la nobleza. Tuvo algo menos de clase pero permitió a Juan José Padilla realizar una faena más larga e intensa. Dos versiones demostró Juan José en su vuelta: una más templada y ortodoxa; y otra más acelerada y populista (la más parecida al Padilla de siempre). En este cuarto, desplegó la segunda de las versiones una vez que la emoción del momento se apoderó de él y comenzó a recuperar las señas de identidad que le han acompañado todos estos años. Este segundo trasteo fue un derroche de valor, casta y arrojo y también un muestrario de suertes consideradas populistas como desplantes, agarrones a los cuartos traseros del toro, pases de pecho y molinetes…al margen de la brillantez de su labor, el reconocimiento de la plaza a su esfuerzo fue unánime y tras pinchar en dos ocasiones y dejar una estocada tendida cortó la otra oreja que le permitió abrir la puerta grande en la tarde más especial de su vida.
FICHA DEL FESTEJO
4ª de abono de
Juan José Padilla (verde esperanza y oro): oreja en ambos.
Morante de