jueves, 27 de octubre de 2011

Balance de la temporada taurina 2011

JOSÉ TOMÁS REAPARECE, LAS GRANDES FIGURAS SE REAFIRMAN Y TOREROS MODESTOS SORPRENDEN, MIENTRAS LA CRISIS SE ACENTÚA Y EL TORO DESAPARECE

Ya ha concluido oficialmente la temporada taurina española 2011. Un año más, y tras unos ocho meses de ferias y festejos taurinos, el invierno llega y con él termina la temporada taurina en nuestro país. En los próximos meses en España no se celebrarán festejos taurinos y los aficionados tendrás que resignarse a observar desde la distancia las corridas de toros que se celebren al otro lado del charco, en América. En nuestro país hasta el mes de febrero y, sobre todo, marzo no se volverán a dar espectáculos taurinos pero durante estos meses la actualidad taurina no se paraliza y a partir de ahora comenzaremos a conocer cambios de apoderamiento, bailes en las cuadrillas, conoceremos las camadas de astados que aguardan en el campo para la temporada venidera, sabremos cuáles son las empresas que se hacen con plazas tan importantes como Las Ventas, etc. Muchas noticias nos esperan a partir de ahora, pero antes de mirar al año que viene, es conveniente hacer un análisis a grandes rasgos, un balance de lo que ha sido la recién finalizada temporada taurina española.

La reaparición más esperada

En este resumen que comienzo a hacer de la temporada taurina, los distintos puntos destacados no irán en orden cronológico, sino de importancia. Tomando en cuenta esta consideración, si hay algo que ha destacado sobremanera esta temporada y ha transcendido lo meramente taurino, ese hecho ha sido la reaparición de uno de los toreros más grandes de todos los tiempos: José Tomás. El diestro madrileño reapareció en medio de una expectación máxima e histórica en la plaza de toros de Valencia el 23 de julio junto a Víctor Puerto y el mexicano Arturo Saldívar. Esa tarde todos los ojos informativos estaban puestos en el coso de la Calle Xátiva y Tomás no defraudó a nadie y, a pesar de que el presidente le negó la puerta grande, cumplió con las expectativas y devolvió al toreo la pureza y la verdad de la tauromaquia. Al margen de la corrida de su reaparición, José Tomás actuó en otras ocho ocasiones y sin ser su temporada más brillante debido a las secuelas de su gravísimo percance de Aguascalientes, en todas las plazas que actuó colgó el cartel de “No hay billetes” y movilizó toda la atención mediática.

Las figuras contra la crisis

La temporada 2011 también se ha caracterizado por ser la de la “crisis”. Si bien en las últimas temporadas el mundo del toro también había notado los efectos de la grave crisis económica por la que atraviesa el país, este año sus consecuencias han sido mucho mayores y preocupantes. Se han reducido los festejos en un porcentaje alarmante y las plazas de toros han registrado las entradas más flojas de los últimos años. Ajenos, casi por completo, a la crisis y sus efectos, han estado las grandes figuras del toreo. Ellos han seguido manteniendo sus honorarios, pisando la mayoría de ferias y triunfando tarde tras tarde. Pero no todos lo han conseguido. Los grandes nombres de esta temporada son tres: José María Manzanares, Julián López El Juli y Alejandro Talavante. Los tres han hecho una temporada brillante y muy importante y han conseguido triunfos, no sólo en plazas de segunda y de menor categoría, sino en los cosos y ferias más importantes. Manzanares comenzó a gran nivel la temporada en Valencia, después hizo historia al indultar a un ejemplar de Nuñez del Cuvillo en Sevilla, abrió la puerta grande de Madrid y continúo con su racha en los sucesivos ciclos estivales. Gran temporada la del alicantino aunque también hay que decir que se ha beneficiado de una fuerte corriente triunfalista a su favor que yo denomino el “manzanarismo desbordado” y que pudimos ver, por ejemplo, en nuestra plaza de Albacete. El Juli no ha bajado el listón alcanzado en las últimas temporadas, sobre todo en la del año pasado. El madrileño se ha reafirmado en su condición de maestro y se ha impuesto tarde tras tarde a lotes buenos, malos y regulares. La otra gran figura que ha brillado esta temporada ha sido Alejandro Talavante. El extremeño ha devuelto la ilusión a todos los que apostábamos por él desde que comenzó a despuntar de novillero. Talavante no sólo ha conseguido mostrar unas increíbles y prodigiosas condiciones como torero, sino que también ha alcanzado una de las metas que se le resistían: la regularidad. Ha sido una temporada la suya mucho más regular, con muchos menos altibajos, y con históricas faenas como las realizadas en la Feria de San Isidro ante el toro Cervato de El Ventorrillo o la ejecutada a un astado de Cuvillo en la recién terminada Feria del Pilar de Zaragoza. Si ellos han sido la cara otros como Sebastián Castella, El Fandi o Enrique Ponce han sido la cruz por haber llevado a cabo pésimas temporadas. La de Morante de la Puebla también ha sido mala pero él se ha salvado con el triunfo conseguido en la Feria de Bilbao. El Cid o Perera han sido las otras figuras que sin haber cuajado una mala temporada, tampoco la han conseguido rematar ni que sus triunfos tuvieran regularidad.

Toreros revelación

Dos han sido los matadores que comenzaron la temporada casi en el olvido y la ignorancia de la mayoría de aficionados, pero que la han terminado estando en boca de todos: Iván Fandiño y David Mora. Ambos tienen trayectorias y carreras similares e igual que se hicieron fuertes en las corridas denominadas “duras” y que lucharon con sudor y sangre para estar en las ferias, ambos han conseguido llegar a la primera fila casi al mismo tiempo. Los dos son toreros que además de un grandísimo valor, poseen un muy buen concepto del toreo. David Mora ha sido la sorpresa más grande por su estilo elegante y clásico acompañado de un valor seco y frío y su emerger se ha dado desde mitad de temporada hacia el final. En cambio, el vasco Iván Fandiño comenzó a ascender posiciones desde el principio de la temporada, especialmente tras su notable paso por Madrid dentro y fuera de San Isidro. Ambos se merecen este reconocimiento y esperemos que los empresarios y profesionales les den el año que viene el sitio que se merecen y que se han ganado en el ruedo.

Decadencia del toro

Si el torero y el público son fundamentales en el espectáculo taurino, el auténtico protagonista es el toro. Sin él nada tendría sentido y el toreo no existiría. Por eso debe haber dentro de los aficionados una conciencia de la importancia capital que tiene el toro dentro de la fiesta a la que da el nombre. Esta temporada hemos vivido con tristeza y preocupación la imparable y alarmante decadencia en la presentación y el juego del toro en la mayoría de ferias y plazas. Empezó Valencia con la presentación de astados impresentables que llegaron de la mano del “productor de arte” (como él mismo se denomina) Simón Casas. Después Sevilla en la Feria de Abril consolidando su toro como uno de segunda y no de primera, pero el caso más preocupante llegó después, en San Isidro y en la primera plaza del mundo. El baile de corrales y algunos de los astados que saltaron al ruedo de Las Ventas fueron de vergüenza y ni las sonoras protestas del famoso tendido 7 consiguieron sonrojar a los culpables de tal despropósito. Y si Madrid bajó el listón, las ferias de junio ya fueron el colmo teniendo como máximos exponentes Alicante, Granada o Badajoz. Pamplona también bajó y quizás la única que se ha mantenido en la exigencia de un toro serio y con trapío ha sido Bilbao que comienza a ser el oasis de los aficionados al toro. En septiembre Albacete y Logroño se equipararon a Murcia, Salamanca o Valladolid y lo de Zaragoza este año ha sido de juzgado de guardia. En cuanto al juego destacar los hierros de Núñez del Cuvillo, con algunas excepciones, Fuente Ymbro con una camada muy brava y encastada, Alcurrucén o Cuadri. Dentro de las predilectas e ideales de las figuritas, Garcigrande. El resto han destacado por su mansedumbre, falta de casta y fuerza y por aburrir hasta a las moscas. Grandes toros sueltos han saltado a lo largo de la temporada como “Arrojado” de Cuvillo, “Cervato” de El Ventorrillo, “Guajiro” de El Pilar, etc.

martes, 25 de octubre de 2011

Artículo de opinión

HASTA SIEMPRE MAESTRO CHENEL

Sí, parece mentira pero es verdad, se nos ha ido nuestro querido maestro Chenel, se nos ha ido un torero legendario, se ha marchado para siempre el torero del mechón blanco, el torero del traje lila y oro, el torero que realizó una faena histórica a aquel toro blanco de Osborne llamado “Atrevido”. En definitiva, y esa es la triste noticia, ha muerte el maestro “Antoñete”. Aún tengo el corazón encogido, aún se me saltan las lágrimas cuando vuelvo a ver algunas de sus faenas o cuando recuerdo todo lo que he aprendido de él en todos los años que llevo siguiendo las ferias taurinas mas importantes de la temporada a través de canal plus. Por mi juventud no tuve la suerte de disfrutar de su toreo en directo, en el ruedo de una plaza de toros, pero puedo decir que he tenido el gran honor y la gran suerte de escucharle muchos años y de aprender muchísimo de toros gracias a él. Porque “Antoñete” no hablaba mucho, no sólo era un hombre de pocas palabras, sino que por su avanzada edad y las complicaciones de salud y respiración que padecía no podía decir todo lo que seguro le gustaría contar, pero no hacía falta porque el maestro Chenel con una mirada, con un susurro, con una sola frase, decía mucho más que cualquier otro que se extendiera durante dos o tres minutos sin parar de hablar. Y esa era la genialidad de Chenel: el, sin apenas hablar, decir tantas cosas y, sobre todo, tantas sentencias llenas de sabiduría y torería. Hoy en día a cualquier torero joven o que no ha tenido un sitio importante en el toreo se le llama maestro, pero esto es un gran error porque nos estamos cargando la emotividad, el respeto y la admiración que van implícitos en esa palabra. Un maestro es aquel que por sus conocimientos o experiencias tiene la capacidad de divulgar enseñanzas y hacer aprender a otros sobre algo y tengo que decir que, por lo tanto, hoy en día hay muy pocos maestros en el arte del toreo. Pero uno de ellos, sin duda, era el maestro Chenel, el maestro “Antoñete”. Él si que era un maestro con todas las letras y en todos los sentidos porque nos ha enseñado infinidad de cosas que siempre guardaremos en nuestro corazón de aficionados. Y no sólo de aficionados, sino también en nuestro corazón en general, en nuestro corazón humano porque Antonio, además de un maestro del toreo, un maestro dentro de la plaza, era un maestro fuera de ella, un maestro de la vida. No sólo fue un gran torero “Antoñete”, fue una gran persona y un gran hombre. Como torero siempre recordaremos que fue el máximo exponente del concepto del toreo clásico, ortodoxo, cargado de pureza y verdad; también que descubrió las distancias que requería cada tipo de toro; o como olvidar su mano izquierda y su soberbia media verónica. Fue un matador Chenel muy completo porque además tuvo un gran valor, ya que sólo desde ese desbordante valor y también de su increíble afición y amor a su profesión, se pueden entender sus numerosas retiradas y vueltas a los ruedos y el que con más de sesenta años, en vez de estar sentado en el brasero de su casa, estuviera enfrentándose a un toro y regalándonos auténticas obras de arte como la faena a aquel toro de Victoriano del Río en Jaén en el año 1999. O como olvidar esa faena histórica al toro “Atrevido” de Osborne en Madrid, una obra cumbre que debería ser vista por todo aquel que quiere ser torero. Como persona recordaremos su humor o su guasa, como siempre que aparecía un toro muy serio y armado en el ruedo decía que si a el le hubiera tocado, habría salido corriendo muerto de miedo, o como no recordar con una sonrisa la manía y la superstición que tenía al color amarillo y que nos ha transmitido a nosotros, unos aficionados a los que ya nunca se nos ocurre llevar alguna prenda amarilla a una plaza de toros: o, también la fraternal y preciosa imagen de sus diálogos con el semental, con su amigo, “Romerito”. Nos emocionamos viéndole torear, aprendimos escuchándole tarde tras tarde, nos reímos con sus bromas y comentarios… En resumen le cogimos mucho cariño, hemos sentido mucho su pérdida y lo echaremos mucho de menos pero nos queda la esperanza de recordarle cada tarde que pisemos un coso taurino y nos acordemos de algo que aprendimos de nuestro maestro, del maestro “Antoñete”. Gracias y hasta siempre maestro Chenel.

Muere el maestro Antonio Chenel "Antoñete"


ADIÓS A UNO DE LOS ÚLTIMOS MITOS DEL TOREO, ADIÓS AL MAESTRO ANTONIO CHENEL “ANTOÑETE”

El pasado sábado falleció en Madrid el maestro Antonio Chenel “Antoñete” a la edad de 79 años y tras sufrir una larga enfermedad respiratoria. “Antoñete” fue uno de los toreros más importantes de la segunda mitad del siglo XX y la afición lo despidió ayer lunes en “su” plaza de Las Ventas de la que salió, por última vez, a hombros por la puerta grande.

El mundo del toro despidió ayer a uno de los toreros más importantes y queridos de la segunda mitad del siglo pasado. Era de Madrid y se llamaba Antonio Chenel Albaladejo, pero desde pequeño se le comenzó a conocer como “Antoñete”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que también acudió a despedir al diestro, anunció que se condecorará a “Antoñete” a título póstumo con la Gran Cruz de Beneficencia del Dos de Mayo y Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid prometió que una calle de la capital llevará el nombre de “Antoñete”. El maestro Chenel nació el 24 de junio de 1934 en Madrid y muy cerca de la Plaza de Toros de Las Ventas que, pronto, se convirtió en su casa. Algunos miembros de su familia trabajaban en La Monumental y por eso, desde muy pequeño, “Antoñete” pasó gran parte de su tiempo, de su infancia y de su niñez dentro del coso venteño. Y junto a los aficionados de entonces, a las grandes figuras de los años 40, “Antoñete” comenzó no sólo a aficionarse a la fiesta de los toros, sino a querer ser torero. Y lo consiguió un 8 de marzo de 1952 en Castellón de manos de Julio Aparicio, siendo el testigo el maestro albaceteño Pedro Martínez Pedrés con astados de la ganadería de Francisco Chica. A partir de ese día comenzó una trayectoria artística muy irregular en la que en los sucesivos años se retiró y volvió a los ruedos en numerosas ocasiones, pero fue “su” plaza de Madrid, Las Ventas, la que siempre le reconoció su gran valía y devolvió con sonados triunfos la entrega que Chenel mostraba cada tarde en el ruedo en el que tantas veces había jugado y aprendido de pequeño.

ANTOÑETE Y EL TORO BLANCO

“Antoñete”, además, realizó el 15 de mayo de 1966 una de las faenas más importantes de la historia de la plaza de toros de Las Ventas. Fue ante el toro “Atrevido” de José Luis Osborne, un ejemplar ensabanado, de preciosa lámina y que fue todo calidad y nobleza en la franela del diestro madrileño. Fue un trasteo antológico en el que “Antoñete” hizo gala y mostró las virtudes y el gran concepto del toreo que poseía y por el que será recordado siempre en la historia del toreo. Fue uno de los más grandes exponentes del toreo clásico, puro y ortodoxo. También aportó a la tauromaquia su sabiduría del toro, el conocimiento que debe tener un torero de su oponente y fue todo un maestro en las distancias que se le deben dar a un toro para lograr aprovechar su viaje y embestidas. Durante toda su carrera sufrió serias cornadas y percances que le dejaron secuelas para el resto de su vida, pero el increíble valor y la afición que demostró por su profesión le hicieron no perder la ilusión y cuando estaba olvidado por público, crítica y profesionales volvió más fuerte que nunca. Su regreso a los ruedos en 1981 fue un auténtico revulsivo para la fiesta y devolvió a uno de los toreros mas completos e importantes para que las nuevas generaciones pudieran disfrutar de un “Antoñete” mucho más maduro y que realizó con mas de sesenta años auténticas obras de arte en numerosas plazas y, por supuesto, en Madrid. El 27 de agosto de 1988 se retiró definitivamente de los ruedos en Bilbao, aunque siguió toreando festivales y nunca se terminó de ir de la cara del toro.

ÚLTIMA ETAPA Y ENFERMEDAD

“Lo que no consiguieron los toros, lo consiguió el tabaco”, esta es una de las frases más dichas estos días por los familiares, amigos y compañeros del maestro Chenel porque si “Antoñete” tuvo una debilidad en su vida, esa fue el tabaco, un tabaco que le ocasionó graves problemas de salud y que finalmente acabó con su vida el pasado sábado. Hacía ya bastantes años que el veterano matador había dejado el que fue su vicio reconocido, pero los pulmones no olvidaron y en los últimos meses, “Antoñete” estuvo muy delicado de salud y aquejado de una grave enfermedad respiratoria. El pasado jueves 20 de octubre fue ingresado en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y, aunque todos tenían la esperanza de que Chenel saliera adelante y pudiera con este duro golpe de salud, desgraciadamente el corazón del maestro se apagó el sábado por la noche rodeado de sus familiares, amigos y compañeros de profesión. Pero el maestro del mechón blanco, como también se le conocía por el prematuro mechón canoso que le apareció siendo todavía joven, alcanzó una gran popularidad en los últimos veinte años por acompañar al periodista Manuel Molés en sus retransmisiones taurinas en Canal+ y en la Cadena SER. Desde ese momento ambos se hicieron inseparables y los conocimientos y la sabiduría del maestro Chenel le valieron el cariño y admiración de toda una generación que ha crecido escuchando los sabios comentarios del maestro con su característica y particular voz ronca y entrecortada.

MULTITUDINARIA DESPEDIDA

Ayer lunes todo el mundo del toro e infinidad de aficionados y admiradores de “Antoñete” pudieron rendirle un último homenaje y despedirse del maestro acudiendo a la capilla ardiente del espada que se instaló desde las 10 de la mañana en la Sala Alcalá de la Plaza de Toros de Las Ventas. Un gran número de aficionados y profesionales pudieron darle el último adiós a un “Antoñete” vestido de corto, con un traje verde botella de terciopelo, y rodeado por numerosas coronas de flores, un retrato de su juventud y su típico y característico traje de luces lila y oro que fue siempre su favorito y que vistió en la última tarde que actuó en la Monumental de Las Ventas. Muchos matadores de toros como Palomo Linares, Enrique Ponce o César Rincón, banderilleros como “El Boni”, al que dedicó las últimas palabras antes de morir, el equipo de canal plus con su gran amigo Manuel Molés al frente, críticos taurinos, ganaderos como José Luis Lozano, empresarios y, por supuesto, cientos de aficionados pasaron a lo largo de toda la mañana por la abarrotada capilla ardiente que fue clausurada a las 4 de la tarde, minutos antes de que el féretro de “Antoñete” fuera sacado, por última vez, por una puerta grande que consiguió abrir hasta en siete ocasiones, la puerta grande de la gloria, la puerta grande de Las Ventas, la que fue su casa y la que siempre será su plaza.

martes, 18 de octubre de 2011

Artículo de opinión

ALEJANDRO TALAVANTE, UN TORERO ÚNICO Y GRANDIOSO

Ya ha concluido la temporada taurina española y con ella atrás quedan infinidad de tardes de toros vividas en directo (en la plaza) o a través de la televisión. No sabría decir el número exacto de faenas, de corridas y de toros que he visto este año, pero si puedo decir que han sido muchas. Muchas han sido las faenas y lar tardes que he presenciado, pero en cambio son pocas las que creo recordaré durante mucho tiempo. El toreo es grandeza y, pese a que muchas tardes sean aburridas e incluso hagan enfadarte e indignarte, cuando tienes el privilegio y la suerte de contemplar una gran faena, una obra de arte firmada en un corto espacio de tiempo por un artista, el torero, ante un animal imprevisible, bravo y encastado, todo lo malo se olvida y esos diez minutos de éxtasis bien valen la pena. Pero de decenas y decenas de festejos, muy pocos son los que intercalan faenas grandiosas y esta temporada puedo contar con los dedos de una mano los trasteos que me han levantado del asiento y que han sido completos por el toro y el torero. Al margen de la tarde de la reaparición de José Tomás en Valencia en julio, que nunca olvidaré por su intensidad y emoción, si esta temporada tengo que elegir un torero, quedarme con uno de los muchos matadores a los que he tenido la oportunidad de ver, me quedo sin duda con Alejandro Talavante. Por encima del maestro “Juli” e incluso de Manzanares que vive el momento más importante de su carrera, el extremeño es para mí el matador de toros más importante y completo del momento. Talavante es un torero único, diferente a los demás y tiene algo que muy pocos poseen en este momento: verdad y pureza en su toreo. Alejandro Talavante es para mí el torero que, junto al gran José Tomás, se pone en el sitio más arriesgado y meritorio a la hora de torear. Estamos cansados de ver a matadores e incluso novilleros que realizan su profesión con infinidad de ventajas y mentiras. Incluso hoy en las escuelas taurinas se enseña el toreo “fácil”, ventajista y mentiroso, frente al toreo de puro y de verdad. Con el compás semicerrado, Talavante echa los vuelos de la muleta al hocico del toro, encaja los riñones y corre con despaciosidad y mano baja la franela hasta vaciar la embestida del animal en la mismísima cadera con un sublime muñecazo que le hace ser un auténtico prodigio. Talavante es de los pocos que sí se pasan la embestida de los toros por la faja y que no torean en línea ni con toques hacia fuera para despedir la acometida de sus oponentes. Por eso tiene tanto mérito que realizando el toreo de esa forma, tan de verdad, consiga templar a los toros y estirar el brazo para alargar la embestida. Y todo esto lo realiza no sólo ante ejemplares nobles, dóciles y aborregados, sino ante astados bravos y encastados, nada fáciles y que piden el carnet de identidad. Ahí está la faena al toro “Cervato” de El Ventorrillo, una auténtica obra de arte y un ejemplo de lo que es la emoción y la verdad del toreo. Esa es una de las faenas que nunca olvidaré y que han conseguido ponerme los pelos de punta esta temporada. La otra también ha llevado la firma de Talavante y tuvo lugar hace pocas fechas en el coso de La Misericordia de Zaragoza en la Feria del Pilar. Ante un gran ejemplar de Núñez del Cuvillo, Alejandro construyó un trasteo cargado de algo que también está en vías de extinción y que echamos mucho de menos: improvisación. Talavante improvisó sobre la marcha, cada muletazo era distinto y superior al anterior, nos enseñó muletazos originales, peculiares y que muchos desconocíamos…fue en definitiva toda una lección taurómaca. Y además de todo lo que he dicho anteriormente, las más grandiosas faenas del diestro extremeño se basan en el toreo al natural, con la mano izquierda, la mano de la que brota el llamado toreo “caro”. Su espejo es José Tomás y su asignatura pendiente era la regularidad y la espada. El ser más regular ya lo ha conseguido y ahora queda la tarea de la suerte suprema, pero hay tiempo porque Alejandro Talavante es muy joven y lleva en esto muy poco tiempo, algo que nos tiene que hacer darnos cuenta del nivel que puede llegar a alcanzar este torero genial, único y grandioso que recoge en su tauromaquia tantas y tantas virtudes: valor, temple, largura, profundidad, verdad, pureza, improvisación…

miércoles, 12 de octubre de 2011

Crónica corrida del 12 de octubre en Madrid


ANDRÉS PALACIOS LO INTENTA, PERO SE ESTRELLA CON UN LOTE SIN OPCIONES


El albaceteño lo intentó y destacó con el capote pero no pudo triunfar ante un lote sin opciones de triunfo. El mejor toreo de la tarde llevó la firma del mexicano Fermín Spínola que anduvo a gran nivel. Frascuelo dejó detalles de torería ante una corrida descastada e inválida de Valdefresno.



Para celebrar el día de La Hispanidad se celebraba en la plaza de toros de Las Ventas la tradicional corrida del 12 de octubre que, a la sazón, era la última corrida de toros de la temporada en Madrid porque el próximo domingo la Monumental de Las Ventas echará el cierre con una novillada con picadores. Y como tradicional es la corrida, tradicional ya es también, desgraciadamente, la floja entrada que se registra en los tendidos. Más de un cuarto de entrada para ver un cartel llamado “de Madrid” con dos toreros que triunfaron en verano.


ANDRÉS PALACIOS


Volvía a Madrid uno de los nuestros: Andrés Palacios, y lo hacía con cierto ambiente después de la gran faena que firmó al natural el pasado verano en la mismísima plaza de toros de Las Ventas. Junto a sus compañeros, el público de Madrid, le sacó a saludar al finalizar el paseíllo y antes de que se abriera por primera vez la puerta de toriles. La actuación del albaceteño fue positiva y dio una buena imagen, pero Andrés se estrelló ante un lote de escasas opciones de Valdefresno. Lo único lucido que pudo hacer en toda la tarde, lo realizó a la salida de su primero, el tercero de la tarde, al que recibió de forma soberbia a la verónica. Palacios meció los brazos con templanza, cargó la suerte y fue ganando terreno logrando unas magníficas verónicas que fueron rematadas por dos soberbias medias en el mismo centro del ruedo. Parte de la plaza, entre ellos el famoso tendido 7, en pie para aplaudir al diestro albacetense. Pero a partir de ahí poco pudimos ver de nuestro paisano por culpa de los dos astados que le correspondieron en suerte. El tercero ya apuntó cosas feas en el tercio de banderillas, y luego confirmó los peores presagios en la franela de Palacios. El animal del hierro de Nicolás Fraile tuvo nobleza, pero le faltó fuerza y clase. Llevó la cara suelta y siempre salía del muletazo con la cara arriba desluciendo mucho la labor de su matador. Andrés estuvo templado, queriendo, pero sólo pudo dejar constancia de su voluntad. Mató mal al igual que en el toro que cerró plaza. La espada fue lo peor de la actuación de Andrés Palacios porque lo que pudieron haber sido dos ovaciones, se quedaron en dos silencios. El sexto fue un ejemplar muy justo de fuerzas y descastado que no tuvo ninguna transmisión ni emoción y estuvo muy parado. Nada pudo hacer el manchego.


FERMÍN SPÍNOLA


El mexicano Fermín Spínola confirmaba su alternativa en Madrid después de once años de doctorado. Para muchos era un torero desconocido y por eso fue aun mayor la agradable sorpresa que los aficionados nos llevamos. Fue una tarde importante la de Fermín en la que demostró poseer un gran concepto del toreo y mucha templanza y largura en los muletazos. Además durante toda la tarde se le vio muy asentado y tranquilo. El toro de la confirmación fue un colorado (rara capa en este encaste Atanasio-Lisardo) que tuvo calidad y que humilló pero que fue un absoluto inválido al que Spínola apenas pudo bajar la mano. A pesar de la debilidad del astado, el espada mexicano logró varios naturales muy buenos que tuvieron mucha largura, templanza y profundidad. Pero aún mejor estuvo con el quinto, que fue el único toro bueno de un encierro bien presentado pero descastado y muy justo de fuerzas de Valdefresno. Este astado además de tener buena condición, si tuvo algo más de fuerza y embistió siempre humillando, colocando muy bien la cara y fue todo nobleza. Ante él Fermín cuajó una faena que era de oreja si la hubiera rematado con una buena estocada. Logró series de muletazos por ambas manos en las que corrió muy bien la mano, llevó templada la dulce embestida del animal y dejó constancia de un concepto clásico y muy español del toreo. Tras dejar una estocada muy baja, dio una merecida vuelta al ruedo tras petición.


FRASCUELO


El veterano Frascuelo volvió a “su” Madrid pero no pudo triunfar. Al torero de sesenta y tres años se le trató con mucho cariño durante toda la tarde y lo más destacado lo realizó en su primero en el que consiguió ejecutar dos buenas tandas de derechazos de mano baja en los que alargó mucho la embestida. Es verdad que toreó con ventajas y con el pico, pero que más se le puede pedir a un torero que se viste en un par de ocasiones de torero y que con esa edad no se arruga ante dos toros serios y de gran trapío. Durante todo el festejo los aficionados pudimos deleitarnos con su torería y con su toreo de sabor añejo que ya está en vías de extinción. La forma de andar por la plaza, los pases de desprecio, su forma de doblarse con los toros, las ganas que puso…sin duda, valió la pena ver a Frascuelo. El cuarto fue un pedazo toro que tuvo peligro y muchas complicaciones y al que mató de un bajonazo pescuecero.



FICHA DEL FESTEJO


Tradicional corrida del 12 de octubre, con más de un cuarto de plaza, se lidiaron cinco toros de Valdefresno y uno (6º) de Fraile Mazas, muy bien presentados, de bonitas hechuras y astifinas cabezas. De descastado e inválido juego en general salvo el buen 5º. 1º noble y con calidad pero inválido; 2º tuvo nobleza y clase pero no fuerzas ni casta; 3º noble pero justo de fuerzas y sin clase; 4º peligroso y complicado; 5º de buen juego; 6º inválido y descastado.


Frascuelo: Saludos con algunas protestas tras aviso y saludos con protestas.

Fermín Spínola (que confirmaba alternativa): Saludos desde el tercio y vuelta tras petición.

Andrés Palacios: Silencio y silencio tras aviso.


viernes, 7 de octubre de 2011

Noticia


EL PRÓXIMO SÁBADO SE CELEBRA EN ALBACETE EL FESTIVAL HOMENAJE AL BANDERILLERO MANUEL MONTOYA


El próximo sábado día 8 tendrá lugar en la plaza de toros de Albacete el festival taurino a beneficio de la viuda y las hijas del banderillero albaceteño Manuel Montoya, fallecido trágicamente el pasado mes de agosto. El que fuera novillero puntero y después gran hombre de plata de matadores como Dámaso González, César Jiménez o Rubén Pinar dejó en unas muy malas condiciones a su viuda y sus dos hijas y por esa razón el estamento taurino de la ciudad manchega se movilizó desde el principio para ayudar a la familia del subalterno. Primero fueron varios los matadores y personas cercanas al mundo del toro las que se solidarizaron económicamente con la viuda de Manuel y con sus hijas y después se puso en marcha esta iniciativa benéfica que supondrá una importante ayuda a la familia de Montoya. El cartel está compuesto por Enrique Ponce, Manuel Jesús "El Cid, César Jiménez, Cayetano, el alumno de la Escuela Taurina de Albacete Mario Julián Sotos y finalmente el rejoneador Manuel Manzanares que sustituirá al lesionado Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri". La empresa SEROLO ha confirmado esta tarde el nombre del torero a caballo como sustituto de "Paquirri". Las reses serán donadas por las ganaderías de Zalduendo, Samuel Flores, Daniel Ruíz, Las Ramblas, Garcigrande, Juan Pedro Domecq, Sonia González y Encina Grande (propiedad de Manuel Caballero).

Desde el principio en el que se comenzó a pensar en poner en marcha esta iniciativa se apuntó muy alto y se dijo que iba a ser un festival histórico y uno de los más importantes en la Historia de la plaza de toros de Albacete. Pero el tiempo no ha hecho justicia a este deseo y finalmente el cartel no tiene un gran atractivo de cara al aficionado y al gran público. No hay presencia de las grandes figuras del toreo, a excepción de Enrique Ponce, no hay nombres albaceteños y hay matadores tan poco interesantes como Cayetano o el mismo Manuel Manzanares que ha sido la guinda del pastel. Después de su poco lucida actuación en la pasada feria, el menor de los Manzanares ha entrado incomprensiblemente e injustamente en el cartel. Esta era una buena oportunidad para demostrar lo unido que está el mundo del toro y que en Albacete hubieran comparecido las primeras figuras del escalafón y que se hubiera puesto el cartel de "No hay billetes". Con este cartel dudo bastante que se llene el coso albaceteño, pero tendremos que esperar al sábado para comprobarlo. El alto precio de las entradas tampoco conseguirá, seguro, animar a los aficionados para acudir a la plaza. De todas formas, y al margen de estas cuestiones, hay que felicitar a los organizadores por la iniciativa y a los participantes por realizar este bonito gesto. Pese a que no sea el mejor cartel, todos los aficionados de Albacete deberían acudir a la plaza para poner un granito de arena en el futuro de la viuda y las hijas de Manuel Montoya. Veremos cuál es la respuesta y ojalá se recaude mucho dinero.

Artículo de opinión


LA URGENTE NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA ESCUELA TAURINA DE ALBACETE


Todo el mundo lo sabe pero nadie dice nada. Todo Albacete sabe la situación que hay en la Escuela Taurina de nuestra ciudad pero todos callan por las posibles represalias, reacciones o consecuencias que puedan acarrear sus palabras, líneas, etc. Pero a mí no me da ningún miedo escribir porque creo que estoy en la obligación de denunciar la situación actual de la Escuela de Tauromaquia de Albacete porque todos los albaceteños están representados en ella (con sus impuestos) y porque estamos hablando de las ilusiones y el futuro de muchos chavales de nuestra ciudad. Está claro que la Escuela Taurina no funciona. Desde hace ya muchos años de la Escuela no ha salido ninguna primera figura del toreo, desde los tiempos de Manuel Caballero y, anteriormente, de Dámaso González. Hay y ha habido muchos chavales inscritos en la Escuela, pero ninguno a llegado a la primera fila del toreo y tan sólo algunos se han hecho hueco en las distintas ferias de la temporada española. Es verdad que la de torero es una carrera muy difícil y más hoy en día con la profunda crisis económica que atraviesa el país, pero está claro que algo se estará haciendo mal dentro de la Escuela Taurina para que se de esta situación. Además, mucha gente sabe (todos los familiares, amigos o conocidos de chavales que están en la Escuela) el descontento que reina entre los alumnos de dicha institución. En la Escuela Taurina se deben formar a toreros, pero también a hombres y se deben inculcar unos valores de disciplina, esfuerzo, dedicación, humildad… valores que hoy en día echamos en falta en la sociedad. Y como toreros no se debe limitar la enseñanza práctica del toreo en la Escuela, también se ha de enseñar la teoría del toreo. Es fundamental que los futuros novilleros y matadores conozcan en profundidad todo lo que rodea al arte del toreo. Ellos se van a jugar la vida y deben conocer los diversos encastes del toro bravo para después saber hacer frente a las distintas reacciones que tengan sus oponentes; deben de conocer la infinidad de suertes del toreo (más de 300) que existen; también tienen la obligación de conocer los terrenos, las distancias, la liturgia, la reglamentación taurina y, por supuesto, la Historia del Toreo. Todas estas materias han de ser cumplimentadas con un ejercicio y preparación físicas muy exigentes y la enseñanza del toreo práctico y de salón. Y para ello, la Escuela debe contar con unos maestros que de verdad se preocupen por los chavales, que estén en continúo contacto con ellos, que se hagan respetar y que estén al pie del cañón, haga frío o calor, junto a sus alumnos. La Escuela de Albacete es la que cuenta con un mayor presupuesto en comparación con las restantes escuelas taurinas de España y todo ese importante dinero que va a parar a la Escuela debe estar justificado y las cuentas deben ser claras y públicas. Si tan buen presupuesto tiene la Escuela creo que es normal que se exijan unas condiciones adecuadas y buenas para los chavales (trastos, viajes, tentaderos, novilladas). Tampoco deben primar las opiniones personales, sino las técnicas para que, habiendo igualdad, los mejores tengan mayores oportunidades. Mucho tiempo se ha perdido ya, así que con el cambio político en la ciudad esperemos que también se produzca el urgente cambio y renovación que necesita nuestra “fábrica” de nuevos profesionales taurinos.


miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica 4ª Feria de Otoño


LOS TRES TOREROS NAUFRAGAN ANTE UN INTERESANTE ENCIERRO DE ADOLFO MARTÍN


Rafaelillo, Antonio Barrera y Serafín Marín estuvieron por debajo de la interesante y encastada corrida del hierro de Adolfo Martín que sorteó dos grandes toros y que estuvo excelentemente presentada.



Se cerró el abono de la Feria de Otoño con una corrida torista de Adolfo Martín. La divisa extremeña regresaba a Las Ventas y no defraudó porque, además de estar extraordinariamente bien presentada, dio un juego interesante, variado y entretenido e intercaló dos toros de nota: el segundo y el cuarto. Frente a una corrida de un imponente trapío y preciosa lámina, los tres matadores anunciados dieron una imagen bastante mala y no consiguieron aprovechar las opciones y virtudes de sus astados o corregir y tapar los defectos de los mismos.


RAFAELILLO


Rafael Rubio Rafaelillo pechó con el lote más serio del encierro del ganadero Adolfo Martín y realizó lo más destacado del festejo. El valor que posee, junto con el oficio adquirido por las tantas corridas duras que ha matado, le permitieron aprovechar en parte las virtudes de sus oponentes y de sus muñecas brotaron los mejores muletazos de toda la corrida. El primero fue recibido, como muchos de sus hermanos, por una ovación del respetable de salida. Y el astado que abrió plaza sembró desde el primer momento el pánico. Primero intentó saltar al callejón y después no hizo caso de los capotes, fue al bulto y tras no conseguir coger a su matador, hizo presa del banderillero José Mora que sufrió una cornada menos grave y se salvó de milagro de un terrible percance. Con la psicosis en el ruedo, el toro de Adolfo llegó a la muleta más tranquilo y con más nobleza tras recibir una verdadera carnicería en el caballo. En el último tercio el toro manseó y gazapeó pero tuvo interés y en ocasiones metió bien la cara en la muleta. El murciano Rafaelillo anduvo temeroso y no terminó de apostar, extrajo de uno en uno los muletazos y al final se puso a la defensiva y demasiado teatrero. El cuarto fue uno de los dos grandes toros del encierro. “Sevillanito” era todo un tío que cumplió en varas y que fue un toro de triunfo en la muleta. Cuando se le bajaba el engaño y se le llevaba cosido a la muleta, el cárdeno ejemplar de Adolfo embestía por abajo con transmisión y mucha importancia. Rafaelillo que realizó un emocionante y buen recibo a la verónica estuvo en la muleta irregular y con altibajos. Consiguió muletazos templados y arrastrando la franela, pero estuvo siempre fuera de cacho, a la defensiva y no cuajó al gran toro que le correspondió en suerte. Tras ejecutar un mete y saca en los sótanos indigno y vergonzoso, saludó otra ovación.


ANTONIO BARRERA


El sevillano suspendió en su regreso a la plaza de Las Ventas. Menos valiente y dispuesto que en otras ocasiones, Barrera no consiguió nada lucido en toda la tarde y tampoco aprovechó al otro muy buen toro de la corrida que fue el segundo. Éste astado, también bien presentado, tuvo una nobleza, fijeza, clase y humillación sensacionales, pero para ser perfecto le faltó más emoción y transmisión en la embestida. Quizás estuvo un poco justo de fuerzas y eso condicionó luego su juego, aunque fue un toro de triunfo. Antonio no apostó y no pasó de discreto, casi siempre mal colocado y sin dejarle casi nunca la muleta en la cara ni llevarlo templado y enganchado. No consiguió ligar los muletazos el sevillano y si algo realizó con la diestra, con la izquierda nada. Pinchazo y estocada baja casi entera y silencio. Otro silencio escuchó a la muerte de su segundo. El quinto fue un animal de mucho peor juego. Descastado, sin clase y deslucido no valió nada y ante él, Antonio Barrera no se entregó ni puso ganas, estuvo sin mas.


SERAFÍN MARÍN


El catalán Serafín Marín pegó un petardo en toda regla en su comparecencia en la Feria de Otoño madrileña. Marín no apostó en toda la tarde, se le vio desganado, falto de valor y ni siquiera consiguió taparse con un lote que no fue nada del otro mundo. Sus dos enemigos fueron bastante deslucidos y les faltó motor y más clase, pero esos defectos se vieron acrecentados por la nula actitud del diestro catalán. Serafín nunca se puso en el sitio ni dejó la muleta en la cara de sus oponentes. Bailarín y desconfiado, también anduvo mal con los aceros y fue despedido de Madrid con una sonora y merecida pitada.



FICHA DEL FESTEJO


4ª Feria de Otoño de Madrid, con casi lleno en los tendidos, se lidiaron seis toros de Adolfo Martín, muy bien presentados por sus serias cabezas y armoniosas hechuras. Algunos como el 1º, el 4º y el 6º fueron ovacionados de salida. De interesante juego en general con dos grandes toros (2º y 4º). 1º manso y con peligro; 2º de buen juego por su nobleza, clase y humillación; 3º descastado y deslucido; 4º de gran juego por su importancia y embestida encastada; 5º muy deslucido; 6º a menos y desclasado.


Rafaelillo: Saludos y saludos tras aviso.

Antonio Barrera: Silencio en ambos.

Serafín Marín: Silencio y pitos.

Crónica 3ª Feria de Otoño


TARDE HEROICA DE IVÁN FANDIÑO Y DAVID MORA ANTE EL PETARDO GANADERO DE GAVIRA


Iván Fandiño y David Mora ofrecieron un auténtico recital de valor, entrega, firmeza y torería ante una corrida descastada y muy mala de Gavira. Ambos matadores fueron cogidos en varias ocasiones y se salvaron de milagro de sufrir graves percances.



Desde que se anunció el mano a mano entre Iván Fandiño y David Mora en los carteles de la Feria de Otoño de Madrid la expectación era máxima. Se iban a medir en la primera plaza del mundo los dos toreros revelación de la presente temporada. Ambos se habían ganado con muchos triunfos, esfuerzos y lucha en los últimos años ese puesto con ambiente e interés en el escalafón pero no lo han conseguido hasta esta temporada. Y al igual que la expectación era máxima por los dos toreros, todos nos temíamos que el mano a mano fuera emborronado por el juego de la ganadería anunciada. No es ningún misterio el pésimo momento que atraviesa la divisa de Gavira, pero parece que a la empresa de Madrid eso no le importaba y decidió anunciarla en el cartel. Y el petardo del hierro gaditano fue mayúsculo y en parte se cargó el mano a mano e imposibilitó una casi segura salida a hombros de los dos toreros.


IVÁN FANDIÑO


El bilbaíno Iván Fandiño fue el único en conseguir tocar pelo en toda la tarde y más que cortar una oreja, la arrancó a base de valor, entrega y firmeza. Con la porquería de toros que se lidiaron, ambos sólo pudieron demostrar, casi exclusivamente, el valor que atesoran, pero además de valor, Iván Fandiño, al igual que su compañero, posee un extraordinario concepto del toreo. El primero de la tarde se partió un pitón tras chocar contra el caballo del picador y fue devuelto. En su lugar saltó al ruedo un feo sobrero de Lozano Hermanos que, debido a su flojedad, se quedó corto y repuso. Además llevó la cara muy suelta, se paraba e iba a por el torero. Lo mejor del primer capítulo del festejo fueron los quites de los dos toreros. Primero realizó un quite por chicuelinas David Mora y después replicó el vizcaíno también por ajustadas chicuelinas. Fandiño, que brindó a David Mora la muerte de su primero, poco pudo hacer en la faena de muleta más que demostrar su gran valentía y firmeza. El segundo de Iván, el tercero, fue un animal colorado y serio que tuvo muchas complicaciones porque aunque se movió, lo hizo sin clase y sin ir nunca metido en la muleta. Lo mejor de la actuación de Iván Fandiño llegó en su último turno ante el quinto astado de la corrida. El serio y grande ejemplar de Gavira fue el que más se dejó de todos, pero no fue tampoco bueno. El bonito animal de la divisa blanca tuvo importancia en sus embestidas y mucho que torear. Embistió con alegría y profundidad, pero fue de más a menos y le faltó más recorrido y clase en su viaje. No fue un toro fácil e Iván Fandiño llevó a cabo una actuación importante por su valor y entrega y ejecutó dos series notables sobre la mano derecha. Para concluir manoletinas y una soberbia estocada en los medios. Se tiró Fandiño encima del morrillo a morir para asegurar el premio y tras salir despedido de la cara del animal, éste aguantó unos segundos y después cayó sin puntilla. Oreja de peso la que cortó el enrazado Fandiño.


DAVID MORA


El toledano David Mora también anduvo a un nivel altísimo y se jugó, como su compañero y rival de terna, la vida sin ventajas. A su primero lo recibió a portagayola para después, en la misma puerta de toriles, dibujar importantes verónicas. Mora es un torero muy completo porque torea de forma soberbia tanto con el capote, como con la muleta, mientras que su talón de Aquiles es la espada. En este segundo de la tarde realizó un valentísimo quite por gaoneras Iván Fandiño y resultó cogido de forma espeluznante pero sin consecuencias. El de Gavira fue un auténtico inválido y descastado que tuvo buena condición pero que no podía ni con su alma. David Mora lo intentó con templanza y valor, pero no tuvo antagonista enfrente y tan sólo pudo extraer algún natural o derechazo muy bueno y templado. Tras tres pinchazos y un golpe de verduguillo, recibió silencio. El cuarto se tapaba por la cara porque no tenía hechuras y fue otro ejemplar noble pero inválido y descastado. Debió de ser devuelto por su falta de fuerzas pero el usía lo aguantó y como consecuencia el trasteo de Mora no transmitió nada al tendido por la flojedad del astado. De todas formas, David echó muy bien los vuelos de la muleta al hocico del toro y dejó algún muletazo de exquisito trazo. El que cerró plaza fue un peligrosísimo toro de Gavira que a punto estuvo de cornear en varias ocasiones al toledano. “Notario” llevaba por nombre el ejemplar de Gavira que no tuvo un pase y que hizo cosas extrañas y dio la sensación de estar toreado. Siempre fue a por el torero, pero el gran David Mora no se arrugó, se cruzó constantemente al pitón contrario y sorteó como pudo la cogida poniendo los pelos de punta al público que llenó los tendidos de la Monumental de Las Ventas.



FICHA DEL FESTEJO


3ª Feria de Otoño de Madrid, con lleno en los tendidos se lidiaron cinco toros de Gavira y uno de Lozano Hermanos (1ºbis), bien presentados y de pésimo juego en general. Encierro flojo, descastado y muy deslucido. 1º flojo y con complicaciones; 2º inválido y descastado; 3º se movió pero complicado; 4º noble pero inválido y descastado; 5º interesante y con movilidad; 6º muy peligroso.


Iván Fandiño: Saludos, silencio y oreja.

David Mora: Silencio, ovación y saludos.

Crónica 2ª Feria de Otoño


“EL CID” TOREA PERO PINCHA AL GRAN “POMPITO” DE EL PUERTO DE SAN LORENZO


Manuel Jesús “El Cid” pinchó una buena faena y perdió una oreja de peso ante el único toro con posibilidades de un descastado y flojo encierro de El Puerto de San Lorenzo. Perera muestra actitud y deja algún buen muletazo, mientras que Castella queda inédito.



Al ecuador del festejo la tarde apuntaba maneras de ser un absoluto fracaso ganadero y artístico, pero cuándo el cuarto saltó al ruedo la historia cambió rápidamente. “Pompito” se llamaba el bonito y bien hecho toro de El Puerto de San Lorenzo, muy en el tipo de la casa, bajo y badanudo y sus hechuras no fallaron y “Pompito” fue un gran toro desde el principio hasta el final. Planeó y embistió muy bien al capote de Manuel Jesús “El Cid” y después empujó y metió los riñones en el caballo. Antes de que se cambiara el tercio el sevillano realizó un templado quite a la verónica que fue rematado por una soberbia y personal media verónica. Desde ese momento, el público que llenó los tendidos de Las Ventas pasó de la somnolencia de la primera parte de la corrida a la expectación. Se intuía que el astado de El Puerto podía valer y romper el ritmo de sus hermanos y así fue. Tras brindar al respetable, Manuel Jesús tomó la muleta con la mano izquierda, la adelantó y citó desde los medios. Parecía imposible, pero sí, “El Cid” había vuelto. Había regresado ese “Cid” que puso tantas veces la plaza de Las Ventas de pie y ante toros importantes y bravos como algunos victorinos. Cuándo el diestro sevillano citó a “Pompito” éste se arrancó con alegría y prontitud y comenzó a embestir de forma extraordinaria. El ejemplar de El Puerto además de nobleza, humillación y recorrido, tuvo bravura y una clase infinita. El toro fue importante, pero la faena de “El Cid”, también. Quizás no llegó a cuajarlo y el trasteo fue de más a menos, pero en la faena de Manuel Jesús hubo momentos muy intensos y de gran nivel. Al contrario que en su primero, en este si adelantó la muleta y le echó los vuelos de ésta al hocico del gran toro de El Puerto de San Lorenzo. Primero llegaron varias series de naturales muy largos, templados y de mano baja, pero la cima de la faena fue una soberbia serie con la diestra en la que se relajó el torero, bajó la mano y se enroscó la embestida del animal a la cintura. A partir de ese momento el toro bajó algo y la faena de “El Cid” también. Como pero al trasteo del diestro de Salteras decir que casi siempre llevó al toro en línea recta, aprovechando su inercia y que pocas veces estuvo cruzado al pitón contrario. Antes de entrar a matar dejó algunos detalles por bajo de torería y clase y después pinchó la que iba a ser una oreja de peso, una oreja de Madrid. Un pinchazo y un indigno bajonazo tornaron el trofeo en una gran ovación que recogió desde el tercio. Otra ovación, muy merecida, escuchó “Pompito” mientras iba camino del desolladero en un arrastre lento.


MIGUEL ÁNGEL PERERA


El extremeño Miguel Ángel Perera dejó buenas sensaciones en su paso por Madrid, pero no pudo rematar su actuación por el mal juego de su lote. Su primero, el tercero, fue un astado manso que se rajó muy pronto y que luego en la muleta se dejó y tuvo una cierta emoción en la embestida pero salió siempre con la cara arriba y desentendiéndose de la pelea con su matador. Perera demostró buena actitud y asentamiento y se le vio muy metido en la tarde. En su primero consiguió una serie estimable con la diestra antes de que el toro se negara definitivamente a embestir. Estuvo mal con la espada y el descabello y escuchó silencio. Y otro silencio fue lo que le brindaron los aficionados madrileños al término de su segundo, un sobrero de Los Bayones que tampoco tuvo fuerza ni casta. Fue un animal muy deslucido con el que nada pudo hacer Miguel Ángel y con el que abrevió.


SEBASTIÁN CASTELLA


El francés Sebastián Castella pasó inadvertido y quedó inédito ante un lote sin opciones de El Puerto de San Lorenzo. Los dos animales de la vacada salmantina tuvieron nobleza pero fueron unos auténticos inválidos que debieron de ser devueltos. El segundo tuvo algo más de clase, pero el quinto fue absolutamente imposible por su falta de fuerzas y su deslucida embestida. Castella tampoco puso todo de su parte y se limitó a cumplir siendo el espada que ofreció peor imagen de la terna. El francés no atraviesa por su mejor momento y lo volvió a demostrar en Madrid. Se excusará en que sus dos toros fueron imposibles para el lucimiento pero si hubiera querido apostar habría bajado las manos a su segundo en el capote para que el “atanasio” de El Puerto hubiera ido camino de los corrales.



FICHA DEL FESTEJO


2ª Feria de Otoño de Madrid, con lleno en los tendidos se lidiaron cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y uno de Los Bayones (6ºbis), correctos de presentación y en el tipo de la casa y de flojo y descastado juego en general, a excepción del gran 4º. 1º noble pero parado, flojo y sin clase; 2º noble pero muy flojo; 3º manso rajado; 4º de gran juego por su bravura, clase, nobleza, recorrido y transmisión; 5º inválido; 6º flojo y deslucido.


“El Cid”: Silencio y fuerte ovación con saludos.

Sebastián Castella: Silencio en ambos.

Miguel Ángel Perera: Silencio tras aviso y silencio.