viernes, 8 de marzo de 2013

Análisis Semana Grande de Bilbao 2012

DUROS “VICTORINOS” CIERRAN CON EMOCIÓN UNA INTERESANTE ASTE NAGUSIA EN BILBAO

El Juli, Diego Urdiales, Jiménez Fortes o Fandiño, algunos de los nombres propios de una feria que también deja un buen balance ganadero con triunfos de El Pilar, Victorino o Jandilla.


El pasado domingo concluía la Semana Grande de Bilbao, uno de los ciclos taurinos más importantes y transcendentales de toda la temporada. Cada año, durante la tercera semana de agosto, las máximas figuras del toreo, jóvenes y promesas y las mejores ganaderías del campo bravo español se dan cita en la oscura y siempre imponente arena de Vista Alegre. Bilbao suele marcar la diferencia con respecto al resto de ferias y plazas. La buena organización del serial llevada a cabo por la Junta Administrativa de esa plaza de toros y unos carteles rematados y equilibrados son sinónimo de buenos resultados. Además, el toro de Bilbao es un auténtico referente.

ABRE Y CIERRA EL “TORISMO”

La Aste Nagusia de este 2012 se abría el domingo 19 con la corrida de La Quinta. La divisa sevillana, de origen y encaste Santa Coloma, volvía al coso de Vista Alegre para lidiar un encierro de los que cantan como “toristas”. El encierro que abría la Semana Grande estuvo, en general, bien presentado y muy en el tipo de la casa. Al ruedo saltaron animales en su mayoría cárdenos en distintas tonalidades y de bonitas expresiones. La corrida de La Quinta tuvo bastante nobleza y movilidad, aunque se echó en falta más casta y transmisión. Los mejores fueron primero y sexto. Ante ellos anduvo una terna conformada por Antonio Ferrera, Eduardo Gallo y Morenito de Aranda. El más destacado fue el salmantino Eduardo Gallo que mostró gran disposición y valor. Muy en torero anduvo toda la tarde Ferrera y a menor nivel, más irregular y descentrado, se vio a Morenito de Aranda. Y si la feria había comenzado con un festejo de carácter “torista”, también un festejo de estas características fue el encargado de cerrar Las Corridas Generales. El pasado domingo regresaba a Bilbao el siempre esperado Victorino Martín. El encierro del prestigioso ganadero fue desigual de presentación y  en cuanto al juego, la de Victorino fue una corrida interesantísima. Nadie se aburrió con unos astados encastados, duros y exigentes que dieron importancia a cuanto se realizaba delante de ellos. Hubo de todo: tres toros (2º, 3º y 4º) muy peligrosos y complicados, auténticas alimañas; un buen toro que fue el 1º; un toro medio que fue el que cerró plaza y que tuvo un buen pitón izquierdo; y un extraordinario animal lidiado en 5º lugar por Luis Bolívar. Heroica fue la actuación de los tres diestros. Luis Bolívar cortó una oreja de su segundo, Javier Castaño se la jugó ante un astado peligrosísimo y acabó en el hospital sin poder matar a su segundo, y Diego Urdiales dio una gran tarde en la que siempre estuvo valiente, firme y toreó con gran pureza y templanza. También obtuvo un trofeo.

EXIGENTE FUENTE YMBRO

El lunes 20 tuvo lugar la corrida de Fuente Ymbro, ganadería que ha cosechado importantes triunfos en Bilbao. El encierro enviado por Ricardo Gallardo a Vista Alegre no será premiado por los jurados pero sí recordado por los aficionados y, también, por los toreros que tuvieron que despacharlo. Corrida de impresionante trapío que tuvo ante todo exigencia. También casta, mucha casta. Verdaderamente nadie diría que la sangre de este hierro es Domecq y, concretamente, Jandilla. Tuvo complicaciones y un juego desigual la corrida y destacaron los que abrieron y cerraron plaza. Muy exigente pero bravo por el pitón derecho el jabonero primero y muy encastado, fiero y al final peligroso sexto. El único que se justificó y salvó la papeleta fue el riojano Diego Urdiales. Por su parte, Leandro y David Mora anduvieron muy por debajo de sus lotes, abusaron de las ventajas y pasaron un trago.

OREJAS Y MUCHAS EMBESTIDAS

En las tardes del martes 21, miércoles 22 y jueves 23 se cortaron bastantes orejas para lo que suele ser habitual en la capital vizcaína. El presidente, Don Matías González, mantiene el prestigio con mano dura pero el público le obligó esos días a sacar el pañuelo blanco en varias ocasiones. En la corrida del martes destacó El Juli que firmó una labor de gran asentamiento y poder ante un encierro de Núñez del Cuvillo que sorteó varios buenos toros. Los mejores fueron quinto y sexto. Julián bajó mucho la mano y por momentos imprimió gran templanza y largura en los muletazos. Faltó mayor ajuste y más cargar la suerte. Poco ortodoxas fueron sus estocadas. Morante dejó detalles de su torería, clase y pureza, aunque no terminó de redondear. Y mal, muy mal estuvo Talavante que se dejó ir un gran astado. Al día siguiente, el miércoles, se lidió una buena corrida de Jandilla. Tuvieron mucha nobleza, clase y movilidad los de Borja Domecq, aunque la segunda parte tuvo la casta y el empuje muy justo. El espada que más brilló fue Iván Fandiño que volvió a demostrar su compromiso y logró series de mucho mando y lucidez. De nuevo, David Mora, por debajo de las circunstancias y sin cuajar a un gran tercero. Logró una oreja barata en el sexto. Y más toros embistieron al día siguiente, el jueves. La corrida salmantina de El Pilar no defraudó y lidió varios toros de alta nota. Fue el de Moisés Fraile un sexteto bravo y con mucho fondo. Los de El Pilar tuvieron mucha movilidad, nobleza y la virtud de ir a más. La única pega es que algunos pecaron de tener la fuerza justa. Alejandro Talavante no recuperó el crédito perdido y no se entendió con un soberbio ejemplar lidiado en último lugar: “Sombrerero”, uno de los toros de la feria. El Juli esta vez sí consiguió abrir la puerta grande y Padilla no pasó de discreto.

UN PETARDO Y UNA DECEPCIÓN

La corrida de Juan Pedro Domecq del viernes 24 fue un auténtico petardo. Petardo en presentación y en juego. Encierro descastado, flojo y deslucido que apenas dio opciones a la terna actuante. Ante semejante ganado sobresalió un valentísimo Jiménez Fortes que volvió a dar un serio toque de atención. Este chaval quiere ser torero y tiene condiciones para funcionar. Herido y recién operado salió a matar a su segundo. Al día siguiente Alcurrucén marcó la decepción ganadera de Las Corridas Generales de este año. Tan sólo un buen toro se salvó de los seis enviados por los Lozano. En esta corrida intervino un serio Miguel Ángel Perera que firmó una notable faena y fue de los últimos matadores en puntuar. Mencionar que el rejoneador Leonardo Hernández cortó tres orejas y salió a hombros en el festejo de rejones que sirvió de aperitivo a la Aste Nagusia.

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