miércoles, 6 de marzo de 2013

2ª Feria del Arte y la Cultura 2012

LUQUE VUELVE A ILUSIONAR

Buena actuación del sevillano que corta una oreja y firma lo más destacado de un festejo marcado por el fuerte viento que sopló en todo momeno. Corrida variada del Puerto de San Lorenzo que sortea dos notables astados. Digna confirmación de Thomas Dufau.


Se rompió la racha de puertas grandes consecutivas en esta Feria del Arte y la Cultura. Pero esta no es una mala noticia teniendo en cuenta el peso y la importancia de esas puertas grandes de los últimos días. Lo que no se rompió fue la racha de orejas. Una cortó el sevillano Daniel Luque que vino a Madrid como debía. Después de un comienzo de temporada muy tibio y de su paso por la Feria de Abril de Sevilla, con tres paseíllos y ningún trofeo, Luque regresó a la plaza que le puso en el circuito cuando aun era novillero. Siempre se le vieron condiciones a este torero, pero la frescura y ambición que demostró en sus comienzos, se había ido diluyendo en estas últimas temporadas. Muchos éramos pesimistas sobre lo que pudiera hacer esta tarde en Las Ventas, sobre todo teniendo en cuenta la desafortunada actuación que tuvo en San Isidro, pero Daniel Luque consiguió ser el nombre más destacado de la tarde. También puntuó El Puerto de San Lorenzo, aunque se quedó a medio. La primera mitad de la corrida apuntaba muy alto, pero la segunda parte no pudo redondear un triunfo del hierro salmantino. Dos notables toros, los lidiados en primer y tercer lugar, fueron las alegrías de un encierro que también tuvo sus penas y una acentuada mansedumbre en los últimos ejemplares lidiados. El francés Thomas Dufau anduvo firme y dejó buenas sensaciones en la tarde de su confirmación. La cruz fue Manuel Jesús “El Cid” que volvió a demostrar que está muy perdido y a la deriva.

Por fin Daniel Luque apareció en el ruedo mostrando ganas y ambición. El torero de la capital Hispalense que parecía estar invernando desde hace bastante tiempo se hizo presente muy pronto en el ruedo venteño y desplegó su capote para firmar pasajes de gran intensidad. Varios fueron los quites que realizó en un mismo toro, en su primero. Ganando terreno y cargando la suerte, firmó un par de quites a la verónica en los que toreó con gran templanza, finura y clase. Fue su carta de presentación. Con la muleta anduvo más irregular pero dejó momentos muy notables. El tercero de la tarde era un ejemplar muy bien presentado, serio y rematado, muy en el tipo de la casa y que mostró virtudes desde que salió de chiqueros. El de Lorenzo Fraile fue un animal muy claro desde el principio y que hizo gala de las mejores virtudes del encaste Atanasio- Lisardo. Noble, con gran fijeza y humillación, enclasado, con recorrido…reunió todos esos aspectos positivos y, para ser un astado sobresaliente, sólo le faltó un punto más de transmisión y emoción en la embestida. Luque se colocó en ocasiones y en otras no tanto. A veces si que estuvo cruzado y toreando con ajuste y apreturas, otras más al hilo. Dentro de su labor muletero sobresalió una gran serie al natural en la que si sonaron con fuerza los oles de Las Ventas. Además de la templanza que imprimió a los muletazos, bajó bastante la mano y demostró poseer un gusto y empaque muy personales. La estocada fue buena, aunque cayó muy ligeramente desprendida y provocó derrame. Tras fuerte petición, obtuvo un apéndice. Ese “Velosico II” si le permitió el lucimiento, cosa que no hizo el quinto. Éste fue un ejemplar completamente manso y rajado con el que poco se pudo hacer. Luque lo intentó con insistencia, pero el fuerte viento que soplaba y el huidizo animal le frustraron cualquier esperanza de triunfo. Mató con habilidad muy pegado a tablas y el manso se fue al desolladero entre pitos.

Un día más abría cartel un confirmante. En esta ocasión fue el turno del francés Thomas Dufau que, pese a no conseguir un importante triunfo, sí pudo dejar buenas sensaciones. Muy buen concepto tiene este joven matador de la vecina Francia y habrá que estar atentos a su evolución porque podría llegar a hacerse un hueco en la profesión. El toro de la ceremonia fue un precioso y rematado ejemplar de la divisa charra, algo acapachado de cornamenta, que salió bastante frío de salida, pero que después sacó un gran fondo de bravura. Hubo algunas protestas porque perdió las manos un par de veces, pero acertadamente el presidente lo decidió mantener en el ruedo. Mucha clase y nobleza demostró en la franela de Dufau y siempre llevó el hocico por la arena. El que algunos decían que era un inválido no abrió la boca ni perdió las manos en ningún momento. Su matador construyó un trasteo en el que se vieron sus buenas maneras y su firmeza. Y todo, teniendo en cuenta el peso de la tarde y el insoportable viento que sopló en todo momento. Hubo muletazos de muy buen trazo, aunque falló la colocación en algunos instantes. Mejor y más centrado al final que al principio. Terminó con manoletinas y tras dejar una estocada trasera, saludó una ovación. El que cerró plaza fue un burraco del Puerto que también pecó de mansito al principio pero que después si se sujetó en el último tercio. Muy noble el animal, pero de sosa acometividad. Dufau también se justificó en este, aunque no anduvo tan certero con la espada.

Volvía Manuel Jesús “El Cid” a Madrid después de un paso, como mínimo, discreto en el abono isidril. Y si discretas fueron sus tardes anteriores, mala fue la de hoy. Sin sitio, sufriendo gran cantidad de enganchones y llegando a mostrarse vulgar, el de Salteras no dijo nada con el noble y flojo segundo y pasó un trago con el complicado cuarto. Este toro no fue imposible ni mucho menos y su mansa pero encastada condición tuvo interés. Cid no lo vio por ningún sitio y tuvo que abreviar resignado entre la recriminación del respetable. Para quitárselo del medio pronto, se fue a los bajos y escuchó pitos. Urgente y profunda reflexión la que necesita este torero que no es ni la sombra de lo que era.

2ª Feria del Arte y la Cultura. Las Ventas. Con media plaza, se lidiaron 6 toros de El Puerto de San Lorenzo, bien presentados en general, y de juego desigual. Destacaron por su notable condición 1º y 3º. 2º noble pero flojo; 4º complicado; 5º manso rajado; 6º mansito y noble, con opciones.

El Cid: silencio y pitos
Daniel Luque: oreja y saludos
Thomas Dufau (que confirmaba alternativa): saludos tras aviso y silencio

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