miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica 4ª Feria de Albacete


TRES TOROS SE VAN CON LAS OREJAS PUESTAS Y SERGIO SERRANO A PIE DESPUÉS DE DAR LA CARA

Tan sólo Sergio Serrano dio la cara en una tarde marcada por los cambios en el cartel. Se sortearon hasta tres toros de triunfo de Martelilla y El Puerto que no aprovecharon ni Serafín Marín ni Leandro que pegó un petardo sin paliativos.

El festejo empezó ya torcido desde el principio y el resultado final fue el más pobre en cuanto al resultado artístico. Tarde de pitos, silencios y, como mucho, ovaciones para una terna que dio dimensiones muy diferentes. Los tres matadores tuvieron algo en común: se fueron de vacío y a pie, pero tras actuaciones de muy distinto calado. El único que pidió sitio y anduvo valiente y entregado toda la tarde fue el albaceteño Sergio Serrano que sustituía al lesionado Iván Fandiño tras su puerta grande y gran actuación del pasado día 8. Serafín Marín no pasó de correcto con un gran lote y Leandro, que se presentaba en Albacete, estuvo pésimo en todos los sentidos durante toda la tarde. En domingo hubo una pobre entrada y tan sólo se cubrió algo más de la mitad del aforo.

SERGIO SERRANO

Sergio Serrano demostró, otra vez, porque se merecía la sustitución y porque es un torero con el que hay que contar y que tiene una grandísima proyección. El albaceteño, que estuvo sensacional e importante en su tarde fuera del abono, mostró muchísima disposición, arrojo y valor durante toda la tarde. Desgraciadamente la suerte no le acompañó y le tocó en suerte el peor lote de una corrida de desigual juego de El Puerto de San Lorenzo remendada con un ejemplar de Martelilla. La suerte no siempre es justa y el torero que más la necesitaba y el que más se la merecía no la tuvo de su parte. Su lote engañó a más de un aficionado porque se movió, pero es muy distinto el movimiento que la bravura y la casta. Su lote fue manso, deslucido y desclasado y, a pesar de la voluntad y de lo valiente que estuvo Sergio, se estrelló con dos animales muy difíciles de El Puerto de San Lorenzo. Su primero, el tercero, era una animal serio y muy astifino que fue recibido por su matador con un templado y lucido saludo capotero por delantales. Después de recibir un puyazo caído y fuerte, y antes de pegarle un buen susto a “Caco” en banderillas, Sergio Serrano realizó un magnífico quite por lopecinas muy ajustadas en las que encajo riñones y despertó al público del letargo en el que se estaba convirtiendo la tarde. En la muleta el astado de la divisa salmantina tuvo las complicaciones de la mansedumbre. Con una embestida descompuesta y sin ir metido nunca en la muleta de su matador, embistió a arreones y al final se rajó. El diestro albacetense estuvo importante por las dificultades de su oponente y siempre estuvo bien colocado y se cruzó mucho al pitón contrario mostrando un valor seco y sincero que tantas veces ha mostrado y que, desgraciadamente, otras muchas veces ha sido ignorado. Además del valor y la voluntad consiguió extraerle algunos naturales realmente buenos en los que volvió a mostrar el buen concepto del toreo que atesora. Al contrario que sus compañeros de cartel, Sergio si mató bien a sus dos toros. Tras petición casi mayoritaria que no fue atendida por el presidente, saludó una fuerte y cariñosa ovación. Y si el tercero fue malo, el sexto fue peor. El ejemplar que cerró el festejo se llamaba “Langosta” y por lo tanto pertenecía a una de las mejores familias y reatas de la ganadería y de todo el encaste Atanasio. Pero “Langosta” no se acordó de sus antecesores y sólo sirvió para acompañar un buen arroz. El negro y ofensivo ejemplar de El Puerto fue engañó a parte del público porque acudió pronto y con transmisión a la franela de Sergio Serrano. Eso sí, embistió a oleadas o arreones y no tuvo nada de clase. Sergio lo intentó pero no pudo hacer nada ante las deslucidas embestidas de su antagonista que nunca humilló y tiró derrotes hacia arriba. Por consiguiente, el trasteo careció de limpieza y tuvo muchos enganchones. Tras dejar una estocada casi entera, tendida y atravesada escuchó un silencio que supo a poco después del esfuerzo realizado. A pesar de que no cortó orejas y de que salió a pie de la plaza, rompiendo su racha de tardes toreadas en Albacete con salidas a hombros, no perdió el crédito ganado con tanto esfuerzo, lucha y valor. Ojalá le den a Sergio el sitio que se merece y si no el, al menos, podrá tener la conciencia de que lo ha intentado siempre y de que no se ha dejado nada dentro. Si los empresarios, apoderados y taurinos no se dan cuenta de la proyección y del pedazo de torero que es Sergio Serrano, peor para ellos y para todos los aficionados taurinos albaceteños y no albaceteños.

SERAFÍN MARÍN

Si Sergio Serrano tuvo mala suerte y le tocó un lote imposible, al catalán Serafín Marín le ocurrió lo contrario. Serafín pechó con un lote de triunfo claro y tan sólo escuchó ovaciones mientras sus dos astados se iban con las orejas intactas al desolladero. Su primero, el segundo de la tarde, fue el remiendo de Martelilla que completó la corrida. Este ejemplar fue el de peor presentación del encierro y se tapó por la cara porque no tenía cuajo ni estaba rematado por ningún lado. El toro ya mostró sus virtudes en un buen tercio de banderillas y llegó a la muleta con mucho que torear y disfrutar porque el animal tuvo mucha nobleza y calidad. Aunque le faltó algo más de chispa y transmisión, llevó siempre el hocico por la arena y acudió con fijeza a los toques del diestro catalán. Éste tan sólo consiguió sacar algunos naturales sueltos de bello y templado trazo. En ocasiones le echó muy bien la muleta a la cara y corrió con largura la mano, pero la faena tuvo muchos altibajos y nunca llegó a cuajar al buen toro de Gonzalo Domecq. Además lo mató mal y lo más destacado de su actuación en este toro fue el templado recibo a la verónica con el que saludó al toro de salida. Meció los brazos con gran soltura Serafín y remató los capotazos con una exquisita media verónica. El quinto fue el toro más completo y bueno de todo el encierro. El de El Puerto de San Lorenzo estaba muy en el tipo del encaste Atanasio y sus hechuras no fallaron. Después de una brava pelea en el caballo, “Pitito” embistió con recorrido, humillación, clase y franqueza la muleta de Serafín Marín. Por el pitón derecho tuvo menos clase y salía con la cara un poco más arriba, pero su pitón izquierdo fue, sencillamente, sensacional. Pero Serafín no se enteró de las virtudes del toro hasta bien avanzada la faena. Entonces, cuándo le bajó la mano y le recogió la embestida con los vuelos de la muleta, fue el momento en el que llegaron las dos series de naturales más rotundas e intensas. Cuándo le exigió Serafín fue cuando el toro mejor embistió y mostró su condición de bravo y codicioso. Tras una faena larga, pero irregular, mató al toro de una estocada baja y, tras petición de oreja, saludó una ovación. No estuvo mal Serafín Marín pero a los toreros hay que juzgarlos según los toros que tienen delante y el lote del catalán fue para triunfar con rotundidad.

LEANDRO

Leandro se presentó en Albacete y pegó todo un petardo. Fue la primera vez que el diestro vallisoletano pisó el ruedo de “La Chata” y esperemos que también sea la última. Los toreros deben acudir a una plaza de la responsabilidad e importancia de Albacete queriendo y apostando fuerte y eso fue lo que hizo al contrario Leandro. Siempre con precauciones, bailando delante de la cara del toro y sin saber por dónde meterle mano a sus toros, fue despedido con una sonora bronca por un público que no toleró su desafortunada actuación. Su primero fue un manso que se rajó desde el principio pero que tuvo teclas que tocar en terrenos de tablas y que necesitó que se le pudiera por abajo. Al ver que el toro lo único que hacía era escarbar y recular, el diestro cogió la espada y no mató al toro. Bueno, sí, pero después de un sainete impresentable con infinidad de pinchazos en los blandos y un bajonazo impropio. El cuarto fue un burraco de noble y profunda embestida con el que tampoco se acopló nunca Leandro y al que volvió a matar de manera desastrosa, esta vez, con el verduguillo.

FICHA DEL FESTEJO

4ª Feria de Albacete (3ª de abono), con más de media entrada, se lidiaron cuatro toros de El Puerto de San Lorenzo, uno de La Ventana del Puerto (1º) y uno de Martelilla (2º), bien presentados y de juego desigual: 1º manso rajado; 2º de buen juego; 3º manso y de embestida descompuesta; 4º noble y con calidad; 5º de muy buen juego con un gran pitón izquierdo; 6º complicado.

Leandro: Pitos tras aviso y pitos.

Serafín Marín: Ovación y ovación tras petición.

Sergio Serrano (que sustituía a Iván Fandiño): Ovación tras petición y silencio.

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