miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica 5ª Feria de Albacete


SEIS OREJAS, DOS PUERTAS GRANDES Y… POCO TOREO A CABALLO DEL BUENO

A pesar del resultado numérico, los tres rejoneadores no terminaron de apostar y anduvieron fatal con el rejón de muerte. Se lidió una buena corrida de Fermín Bohórquez presidida por un palco triunfalista y de tercera.

Tras varios días con una pobre entrada, la plaza de toros de Albacete se llenó y, de nuevo, se abrió la puerta grande. Y por ella pasaron dos de los rejoneadores que actuaron tras cortar tres y dos orejas respectivamente. Pablo Hermoso de Mendoza cortó una al primero y desorejó al cuarto, mientras que su gran rival, Diego Ventura, cortó una a cada uno de sus toros. Pese al resultado numérico del festejo, la tarde estuvo marcada por la discreción de las actuaciones de los tres rejoneadores. Más voluntad puso Manuel Manzanares, pero no anduvo acertado con las distancias y estuvo pésimo con el rejón de muerte. El palco fue cómplice de que se concedieran muchas orejas inmerecidas y tiró por los suelos el nivel, la seriedad y la exigencia de Albacete. La corrida de Fermín Bohórquez dio buen juego, pese a que se les clavó a casi todos con dos rejones de castigo. Aunque se preveía que se colgaría el cartel de “no hay billetes” no fue así y el coso estuvo casi lleno en una tarde, una vez más, soleada y muy calurosa.

PABLO HERMOSO DE MENDOZA

El gran maestro del toreo a caballo volvía a Albacete tras la gran actuación que realizó en la pasada feria en la corrida goyesca que conmemoró el tercer centenario de nuestra feria. Pero Pablo no anduvo, ni mucho menos, al nivel del año pasado y aunque sumó en su esportón tres orejas, su actuación no pasó de un bien. El de Estella no vino con la ambición y las ganas de antaño y anduvo aseado y aplicando su técnica privilegiada, pero sin terminar de cuajar a sus dos toros. El que abrió la tarde fue un animal bien presentado, como el resto de sus hermanos que saldrían después, y reglamentariamente despuntado. El de Fermín Bohórquez fue un astado noble que ofreció buen juego durante la lidia. El navarro comenzó montando a “Garibaldi” y enceló la fía embestida de su oponente con la cola de su equino. Tras dejar un rejón en todo lo alto, cambió de caballo y sacó a una de sus estrellas: “Chenel”. Hermoso montó a “Chenel” a dos pistas y clavó dos banderillas de dentro afuera y clavando al estribo. Para Tras dejar hasta tres banderillas con limpieza, y al ver que la faena no rompía, Pablo Hermoso decidió sacar a uno de los caballos más importantes de su cuadra: “Ícaro”, hijo del que fuera gran caballo torero, “Chicuelo”. “Ícaro” puso la intensidad que le faltaba al trasteo del navarro dando siempre la cara y los pechos al toro y demostrando una gran valentía y torería. Sobre este equino, Pablo consiguió, quizás, realizar lo más destacado del conjunto de su tarde. Antes de entrar a matar con “Pirata”, un caballo tordo en fase blanca, dejó tres banderillas cortas sin muchas apreturas y a la silla. Tras dejar un pinchazo y un rejón trasero y caído, cortó la primera oreja de la tarde.

YO ME PREGUNTO…

Después de vivir la tarde de toreo a caballo, me surgen dos preguntas: ¿por qué no se exige para la concesión de los trofeos que el rejón de muerte caiga en buen sitio? y, ¿por qué los rejoneadores buscan el aplauso fácil mirando continuamente a los tendidos y pidiendo la ovación? Estas cuestiones las planteo en comparación con el toreo a pie porque para que se conceda una oreja en las corridas de a pie es exigible no sólo que haya petición mayoritaria, sino también que la estocada no sea defectuosa. Y tampoco vemos en las corridas de a pie a los toreros mirando continuamente a los tendidos y buscando el aplauso porque si lo hicieran, los aficionados les recriminarían y nosotros les diríamos que andan escasos de torería.

Y si esa primera oreja fue excesiva, las dos del cuarto fueron de auténtica vergüenza. Me gustaría que el señor presidente Don Luis Natalio Cuesta me explicara el porqué de la concesión del doble trofeo. Creo que me contestaría que habría petición mayoritaria pero todos sabemos que esa excusa solo vale para la concesión de la primera oreja y no de la segunda. La segunda, y lo dice el reglamento, es del presidente y de su criterio como aficionado así que parece que entonces al presidente le gustó mucho la actuación de Pablo Hermoso. Es totalmente respetable, pero ya digo que para mí la concesión de esa segunda oreja dejó la exigencia y el nivel del coso albaceteño a la altura del betún. Para que se concedan las dos orejas de un mismo toro en una plaza de la categoría de Albacete se tiene que haber producido una importantísima y gran faena rematada con una gran estocada. Y ninguna de las dos cosas ocurrió en el cuarto de la tarde. Lo mejorcito de la actuación de Pablo en su segundo fue el recibo con el bonito caballo “Saramago” de capa perla con el que dejó dos rejones de castigo. La corrida de Fermín Bohórquez fue buena pero a los toros les sobraban los segundos rejones de castigo y a casi todos se les castigó en exceso y, en consecuencia, se les provocó que se pararan. “Manolete” y “Dalí” fueron los equinos que escogió para banderillas Hermoso en este cuarto. El toro se paró y le faltó mucha emoción a su embestida. Tras dejar un buen par de banderillas cortas a dos manos, Pablo Hermoso dejó un rejón muy certero y de muerte inmediata.

DIEGO VENTURA

Pese a que cortó dos orejas y que acompañó a Pablo Hermoso por la puerta grande, el sevillano de origen portugués no tuvo su tarde. A Diego se le vio frío, no apostó en toda la tarde y no pasó del suficiente. Sus actuaciones tuvieron más adornos de alta escuela, lanzamientos de sombreros al ruedo y miradas al tendido, que toreo a caballo clásico y ortodoxo. Lo mejor de su actuación fue el recibo a su primero sobre “Maletilla”. Diego Ventura enceló al fijo toro de Fermín Bohórquez muy en corto y templado a pesar de la fuerte embestida de salida del toro. En sus dos astados dejó dos rejones de castigo y en su primero lo único destacable, que no bueno, tras el recibo fueron los ya habituales mordiscos de “Morante”. Con los bocados del equino al toro, Ventura hizo entusiasmarse al público y tras dejar un rejón de muerte bajísimo, le fue concedida una oreja muy barata y de poco peso. El quinto fue un gran toro. Con 602 kilos y dos rejones de castigo, “Saleroso” no paró de embestir y tuvo un gran ritmo y galope. En este ejemplar, Diego anduvo mejor que en su primero y montó bien sobre todos los caballos y la faena fue más intensa desde el principio. Clavó casi siempre al estribo pero realizó demasiadas florituras y adornos fuera de la cara del toro por lo que no tuvieron tanto valor. A este si lo mató bien pero necesitó de un golpe de verduguillo para derribar al toro y cortar otra oreja necesaria para salir a hombros.

MANUEL MANZANARES

Manuel Manzanares debutó en Albacete y demostró muchas ganas y proyección, pero se le vio nervioso en ocasiones y aún bastante “verde” e inexperto. Además, su actuación con el rejón de muerte fue todo un sainete en ambos toros. Al tercero le mató de un bajonazo y al que cerró plaza lo pinchó feamente hasta en cuatro ocasiones y necesitó descabalgarse y hacer uso del descabello para rematar al astado. Manzanares montó a muchos de los caballos de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza (su mentor) y destacó en varios pares o banderillas de buena ejecución. En su labor, sin embargo, se dieron demasiadas pasadas en falso, no acertó con las distancias ni al clavar en ocasiones y pasó más tiempo fuera de la cara del toro, que delante de ella. En su primero cortó una oreja que no debió haberse concedido por la pésima colocación del rejón de muerte y, de no pinchar en repetidas ocasiones en el sexto, habría acompañado a Hermoso de Mendoza y a Diego Ventura por la puerta grande.

FICHA DEL FESTEJO

5ª Feria de Albacete (4ª de abono), con casi lleno, se lidiaron seis toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y reglamentariamente despuntados para rejones. Nobles y de buen juego en general destacando al bravo e importante 5º. El peor por parado y descastado el 4º.

Pablo Hermoso de Mendoza: Oreja y dos orejas.

Diego Ventura: Oreja en ambos.

Manuel Manzanares: Oreja y palmas.

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