miércoles, 5 de octubre de 2011

Crónica 2ª Feria de Otoño


“EL CID” TOREA PERO PINCHA AL GRAN “POMPITO” DE EL PUERTO DE SAN LORENZO


Manuel Jesús “El Cid” pinchó una buena faena y perdió una oreja de peso ante el único toro con posibilidades de un descastado y flojo encierro de El Puerto de San Lorenzo. Perera muestra actitud y deja algún buen muletazo, mientras que Castella queda inédito.



Al ecuador del festejo la tarde apuntaba maneras de ser un absoluto fracaso ganadero y artístico, pero cuándo el cuarto saltó al ruedo la historia cambió rápidamente. “Pompito” se llamaba el bonito y bien hecho toro de El Puerto de San Lorenzo, muy en el tipo de la casa, bajo y badanudo y sus hechuras no fallaron y “Pompito” fue un gran toro desde el principio hasta el final. Planeó y embistió muy bien al capote de Manuel Jesús “El Cid” y después empujó y metió los riñones en el caballo. Antes de que se cambiara el tercio el sevillano realizó un templado quite a la verónica que fue rematado por una soberbia y personal media verónica. Desde ese momento, el público que llenó los tendidos de Las Ventas pasó de la somnolencia de la primera parte de la corrida a la expectación. Se intuía que el astado de El Puerto podía valer y romper el ritmo de sus hermanos y así fue. Tras brindar al respetable, Manuel Jesús tomó la muleta con la mano izquierda, la adelantó y citó desde los medios. Parecía imposible, pero sí, “El Cid” había vuelto. Había regresado ese “Cid” que puso tantas veces la plaza de Las Ventas de pie y ante toros importantes y bravos como algunos victorinos. Cuándo el diestro sevillano citó a “Pompito” éste se arrancó con alegría y prontitud y comenzó a embestir de forma extraordinaria. El ejemplar de El Puerto además de nobleza, humillación y recorrido, tuvo bravura y una clase infinita. El toro fue importante, pero la faena de “El Cid”, también. Quizás no llegó a cuajarlo y el trasteo fue de más a menos, pero en la faena de Manuel Jesús hubo momentos muy intensos y de gran nivel. Al contrario que en su primero, en este si adelantó la muleta y le echó los vuelos de ésta al hocico del gran toro de El Puerto de San Lorenzo. Primero llegaron varias series de naturales muy largos, templados y de mano baja, pero la cima de la faena fue una soberbia serie con la diestra en la que se relajó el torero, bajó la mano y se enroscó la embestida del animal a la cintura. A partir de ese momento el toro bajó algo y la faena de “El Cid” también. Como pero al trasteo del diestro de Salteras decir que casi siempre llevó al toro en línea recta, aprovechando su inercia y que pocas veces estuvo cruzado al pitón contrario. Antes de entrar a matar dejó algunos detalles por bajo de torería y clase y después pinchó la que iba a ser una oreja de peso, una oreja de Madrid. Un pinchazo y un indigno bajonazo tornaron el trofeo en una gran ovación que recogió desde el tercio. Otra ovación, muy merecida, escuchó “Pompito” mientras iba camino del desolladero en un arrastre lento.


MIGUEL ÁNGEL PERERA


El extremeño Miguel Ángel Perera dejó buenas sensaciones en su paso por Madrid, pero no pudo rematar su actuación por el mal juego de su lote. Su primero, el tercero, fue un astado manso que se rajó muy pronto y que luego en la muleta se dejó y tuvo una cierta emoción en la embestida pero salió siempre con la cara arriba y desentendiéndose de la pelea con su matador. Perera demostró buena actitud y asentamiento y se le vio muy metido en la tarde. En su primero consiguió una serie estimable con la diestra antes de que el toro se negara definitivamente a embestir. Estuvo mal con la espada y el descabello y escuchó silencio. Y otro silencio fue lo que le brindaron los aficionados madrileños al término de su segundo, un sobrero de Los Bayones que tampoco tuvo fuerza ni casta. Fue un animal muy deslucido con el que nada pudo hacer Miguel Ángel y con el que abrevió.


SEBASTIÁN CASTELLA


El francés Sebastián Castella pasó inadvertido y quedó inédito ante un lote sin opciones de El Puerto de San Lorenzo. Los dos animales de la vacada salmantina tuvieron nobleza pero fueron unos auténticos inválidos que debieron de ser devueltos. El segundo tuvo algo más de clase, pero el quinto fue absolutamente imposible por su falta de fuerzas y su deslucida embestida. Castella tampoco puso todo de su parte y se limitó a cumplir siendo el espada que ofreció peor imagen de la terna. El francés no atraviesa por su mejor momento y lo volvió a demostrar en Madrid. Se excusará en que sus dos toros fueron imposibles para el lucimiento pero si hubiera querido apostar habría bajado las manos a su segundo en el capote para que el “atanasio” de El Puerto hubiera ido camino de los corrales.



FICHA DEL FESTEJO


2ª Feria de Otoño de Madrid, con lleno en los tendidos se lidiaron cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y uno de Los Bayones (6ºbis), correctos de presentación y en el tipo de la casa y de flojo y descastado juego en general, a excepción del gran 4º. 1º noble pero parado, flojo y sin clase; 2º noble pero muy flojo; 3º manso rajado; 4º de gran juego por su bravura, clase, nobleza, recorrido y transmisión; 5º inválido; 6º flojo y deslucido.


“El Cid”: Silencio y fuerte ovación con saludos.

Sebastián Castella: Silencio en ambos.

Miguel Ángel Perera: Silencio tras aviso y silencio.


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