martes, 11 de mayo de 2010

Crónica 5ª Feria de San Isidro 2010


DEL ÁLAMO VENCIÓ AL VIENT
O


Otra tarde más, el viento volvió a molestar en la Monumental de Las Ventas. Molestó tanto a cuadrillas como a matadores, y un único hombre se supo imponer y consiguió vencer el vendaval: Juan del Álamo. El novillero salmantino refrendó las buenas sensaciones que surgieron tras su debut en Madrid y mostró un concepto del toreo clásico, de mando y templanza. Asentado y sereno durante toda la tarde, desde el recibo a la verónica a su primero bajó los engaños y toreó con templanza. Y, pese al viento, consiguió realizar un importante trasteo al mejor novillo del impresentable encierro de Carmen Segovia. Este novillo tuvo calidad y, sobre todo, emoción en sus embestidas. Del Álamo siempre le puso la muleta en la cara, le bajó la mano y consiguió varias tandas de gran templanza y largura por ambos pitones. Tras una estocada tendida cortó una oreja de peso. Con el 5º tiró de oficio y se impuso al manso, bronco, y deslucido ejemplar de Carmen Segovia. Valiente hasta el final cobró una espectacular voltereta tras estoquear al novillo. Tras leve petición, saludó una gran ovación que reconoció el esfuerzo y la destacada actuación del joven salmantino.

El fuerte viento y el pobre juego del resto de la novillada fueron lo más destacado al margen de la gratísima imagen que ofreció del Álamo. Tomasito, aunque se llevó el peor lote y sufrió más que nadie las asperezas climatológicas, también evidenció la falta de rodaje y nunca se encontró a gusto manejando los trastos y en la cara de su lote. Y Miguel de Pablo, también falto de oficio, puso voluntad pero dejó escapar al otro novillo potable del encierro, el 6º. Este novillo de Torres Gallego fue manejable y siempre quiso embestir, pero el de Colmenar no se acabó de acoplar.

En definitiva, la tarde, además de para pasar frío, nos sirvió para apuntar un nombre, el nombre de un chaval que quiere ser torero: Juan del Álamo (y cuando se quiere ser torero de verdad se puede... hasta con el viento).



Alejandro Martínez Lorenzo

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