RAFAELAZO

La corrida estuvo muy desigualmente presentada, con varios ejemplares terciados e inapropiados para la primera plaza del mundo. En cuánto a su jego, hubo de todo. En líneas generales fue mansa, pero eso sí, se movió y tuvo interés. El mejor lote cayó en las manos de un torero en estado de gracia: Rafaelillo. El murciano estuvo sensacional con dos toros distintos. Su primero, manso, tuvo muchas complicaciones y fue muy molesto porque llevaba la cara muy suelta y embestía pegando saltos. Pero delante tuvo a un tío que no dudó ni un momento. Siempre le puso la muleta en la cara y siempre lo llevó por abajo consiguiendo tandas muy logradas. Tras una estocada y petición mayoritaria el presidente le negó la oreja y dio una clamorosa vuelta al ruedo. El 4º fue el mejor del encierro. Pese a su mansedumbre, el toro se mantuvo en la pelea y embistió en emoción a la muleta del torero. La faena tuvo emoción e intensidad y Rafaelillo toreó templado y por abajo, incluso se "puso bonito" en algún remate por abajo. Tenía las dos orejas cortadas pero el fallo con el estoque hizo que todo quedara en una oreja. Pero una oreja de verdadero peso.
Como siempre, Fernando Cruz no tuvo suerte. El 2º fue imposible y el 5º, de Fernando Peña, tuvo mucha calidad pero nula transmisión.
Completaba la terna Joselillo. El vallisoletano no terminó de encontrarse a gusto con el complicado 3º. Y el 6º, desgraciadamente, le mandó a la enfermería con una cornada de 20 centímetros. Ese toro, otro manso, siempre fue a por el de luces.
Asi que cerca, muy cerca estuvo Rafaelillo de abrir la puerta grande en la 4ª de Feria. Y tal como estuvo el murciano más que Rafaelillo el que triunfó fue RAFAELAZO.
Alejandro Martínez Lorenzo
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