miércoles, 19 de mayo de 2010

Crónica 13ª Feria de San Isidro 2010


UN MAR DE BRAVURA EN EL PUERTO

Una gran corrida de El Puerto de San Lorenzo saltó al ruedo en la 13ª de San Isidro. Hasta cinco toros ofrecieron grandes posibilidades de triunfo, pero todos se fueron con las orejas puestas al desolladero. Y esto ocurrió porque la terna desperdició las cualidades de los toros salmantinos.

Uno a uno fueron saliendo de chiqueros los toros de El Puerto de San Lorenzo. De impecable presentación, todos los ejemplares salvo el flojísimo 5º pusieron en bandeja el triunfo para sus matadores. Y de los cinco toros buenos destacaron el 1º, el 2º, y el extraordinario 6º.

Manuel Jesús "El Cid" volvía a la que fue su plaza con la obligación de superar la mala racha que lleva atravesando durante más de un año. Y, de nuevo, no lo consiguió. Tuvo un lote de puerta grande: el 1º un toro que quiso todo por abajo (como toda la corrida) y que tuvo calidad. El diestro, siempre con la muleta retrasada y sin dar el paso adelante, desaprovechó al buen astado que enganchó en repetidas ocasiones la franela del sevillano. Con el 4º, otro gran toro que además de humillar muchísimo tuvo emoción e importancia en sus embestidas, "El Cid" tan sólo dejó dos naturales importantes. No acabó de templar al toro y su actuación fue silenciada.

Sebastián Castella, algo más dispuesto y con valor, tampoco terminó de rematar su tarde. El 5º, muy flojo, fue el peor del encierro y poco pudo hacer con él el francés. En cambio, se le fue el buen 2º. Con este ejemplar que tuvo calidad y recorrido, Castella dejó muletazos buenos pero no terminó de cuajar al toro porque se "montó" encima del astado y lo ahogó.
Pinchó en sus dos toros y su marcador, también, quedó a cero.

Rubén Pinar, al igual que sus compañeros, dejó mucho que desear. En su primero sorteó un animal que, a pesar de que tuvo calidad, fue más soso. Pero en el 6º no tuvo excusa. El albaceteño no acabó de acoplarse y de templar a un toro llamado "Cubilón" que fue extraordinario. Encastado y con clase, colocaba excepcionalmente siempre la cabeza para embestir por abajo la muleta de Pinar. Éste lo muleteó vulgarmente y desaprovechó un astado que tardará mucho en olvidar.

La historia se volvió a repetir en el decimotercer festejo de la Feria de San Isidro: Toros embistiendo y toreros desaprovechando la oportunidad. Y ya van tres días: primero fueron los modestos, ayer los novilleros y hoy las figuras.
Pero esta noche alguien dormirá profundamente satisfecho: Lorenzo Fraile navegará, en sueños, en un mar de bravura que romperá sus olas en un puerto salmantino, en El Puerto de San Lorenzo.


Alejandro Martínez Lorenzo


Foto: Cabrera

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