domingo, 23 de mayo de 2010

Crónica 17ª Feria de San Isidro 2010


DOS JINETES, A HOMBROS

Diego Ventura y, de nuevo, Leonardo Hernández consiguieron lo que hasta ahora no habían conseguido ninguno de los toreros de a pie que han actuado en la feria. En la 17ª de San Isidro ambos rejoneadores consiguieron abrir la puerta grande de la Monumental de Las Ventas. Ventura cortó una oreja en cada uno de sus toros y, por su parte, el joven Leonardo consiguió arrancar dos apéndices al que cerró plaza.

Tras muchos días de toreo a pie, llegaba el deseado y necesitado respiro para muchos de los aficionados habituales de San Isidro. Llegaban a Las Ventas, por segunda vez en la feria, los caballos, es decir, la corrida del arte del rejoneo. Con la plaza casi llena se lidiaron seis astados de la divisa de Flores Tassara que, en general, dieron mal juego por su acusada mansedumbre.
Todos los toros, a excepción de 5º y 6º, fueron auténticos mansos que desde el primer momento se aquerenciaban en tablas y no había un jinete que consiguiera sacarlos de allí. Parados y sin raza alguna, la corrida de la ganadería de procedencia Murube-Urquijo, dificultó mucho la actuación de los tres rejoneadores.

Diego Ventura tuvo una actuación destacada. El jinete portugués puso en pie los tendidos en varias ocasiones. Siempre clavando al estribo, puso mucha voluntad y el público lo agradeció. En su primero tuvo que llegarle mucho a la cara del toro ya que éste estaba muy parado. Tras clavar cuatro banderillas, colocó tres banderillas cortas en el morrillo del astado. Un rejón de muerte y un descabello precedieron a la concesión de la primera oreja de la tarde. Su segundo fue un toro que se movió algo más y Ventura, arriesgando mucho, volvió a obtener un trofeo pese a clavar muchas de las banderillas algo bajas.

El joven Leonardo Hernández, que sustituía al lesionado Álvaro Montes, también cuajó una gran tarde. Brilló a dos bandas y en arriesgados quiebros en la cara de los toros. En su primero, otro astado manso y parado, el jinete puso todo de su parte y encandiló a los tendidos en un carrusel clavando tres banderillas cortas al violín. Su fallo con el rejón de muerte le impidió tocar pelo. Pero se sacó la espina en su segundo. Con el sexto, el toro que más se movió aunque con la cara alta, cortó dos orejas tras dejar un rejón bajo pero muy efectivo. En este toro volvió a destacar clavando varias banderillas de frente y exponiendo mucho en la cara del astado. Pero la actuación de Hernández tuvo, además, una mayor dificultad ya que el joven jinete se sobrepuso a la cornada que sufrió uno de sus caballos, “Duque”, en el 3º de la tarde. La cornada fuerte pero limpia no dejó que Leonardo se viniera abajo.

Completaba el cartel Sergio Vegas que no rayó al mismo nivel que sus compañeros. Con una cuadra de inferior nivel, el vallisoletano anduvo dispuesto pero clavó, generalmente, a la grupa y tuvo varios errores técnicos. Saludo en sus dos toros y no brilló en demasía.


Alejandro Martínez Lorenzo


Fotos: Iván de Andrés

No hay comentarios:

Publicar un comentario