martes, 14 de febrero de 2012

Artículo de opinión

¿HAY EN REALIDAD UNIÓN EN EL G10?

Desde que se formara el llamado G10, esa unión de figuras del toreo y algún otro “acoplado”, nos vendieron la idea de que este grupo de matadores estaban absolutamente unidos, que eran un solo sentimiento y voz para defender la fiesta de los toros. Este planteamiento es muy bonito, pero no se ajusta a la realidad. Para empezar este grupo de figuras del toreo no tienen como principal objetivo la defensa de la tauromaquia, sino la defensa de sus intereses y de su bolsillo. Por otra parte, no son un solo sentimiento ni una sola voz, están unidos para salir en la foto pero a la hora de la verdad la unión brilla por su ausencia. Podríamos admitir que habían estado bastante unidos hasta hace algunas semanas, pero en el momento que ha entrado en juego el dinero y la entrada en carteles y ferias, parece que esa unión tan grande que nos hacían creer que había se ha ido desmoronando. Todo este asunto de los conflictos internos en el llamado G10 (pese a que tan solo haya en él cinco o seis auténticas figuras del toreo) viene a raíz del conflicto con los derechos de imagen de los toreros. Como saben, desde hace ya mas de un mes se vienen llevando a cabo tensas negociaciones entre las empresas taurinas de Valencia, Sevilla o Madrid y ASM (All Sport Media), la empresa encargada de representar a los toreros en cuestiones de derechos de imagen. Demandando que se cambie el actual sistema de gestión de imagen de los toreros, esta empresa y los matadores que se encuentran en ella han estado presionando para que Digital+ no emitiera las grandes ferias taurinas de nuestro país argumentando que el sistema que rige esas transmisiones es injusto y va en contra de sus intereses. El caso es que después de semanas de negociaciones y de un intenso cruce de declaraciones y comunicados de prensa, Simón Casas, empresario del coso valenciano, consiguió cerrar los carteles del ciclo fallero con un amplio número de figuras y con la televisión de por medio. Aunque hubo momentos en los que casi ninguna figura estaba dentro de los carteles valencianos, al final no fue así y Ponce, Manzanares, Talavante o El Cid entraron en las Fallas. Tras la resolución del problema en Valencia se abría un nuevo frente: Sevilla y su Feria de Abril. Estos últimos días hemos ido conociendo algunas noticias a cerca del estado actual de las negociaciones y parece que Sevilla también contará con la mayoría de las figuras y con la televisión. Hasta aquí todo más o menos correcto, pero ahora viene el porqué de que un servidor esté escribiendo este correo. Parece que el gran perjudicado del conflicto entre toreros, empresas y televisión va a ser Julián López “El Juli”. Julián ha sido la gran figura que se ha quedado fuera de Valencia y también podría quedarse fuera de Sevilla. Por ahora ya se ha quedado fuera de uno de los carteles estrella de la temporada y una tarde en la que estaba casi asegurada su presencia: el domingo de Resurección en Sevilla. El Juli se ha convertido en la voz cantante de las figuras, en una especie de portavoz de sus compañeros y parece que esto le puede traer consecuencias negativas. Cabe la posibilidad de que las empresas estén castigando al torero madrileño por el conflicto televisivo y que hayan encontrado en él “la cabeza de turco” de todo este asunto. Pero, ¿por qué solo se castiga al Juli cuando son más las figuras que defienden lo mismo que él?, ¿no debería haber la misma vara de medir para todos los integrantes del G10? y, lo que considero más importante, ¿tanta unión hay en el G10 que se permite que sólo se castigue a uno de sus miembros y portavoz?, ¿por qué no se solidarizan el resto de figuras con El Juli? Son muchas las cuestiones que se plantean y parece que sólo una respuesta a todas ellas: en el G10 no hay tanta unión como parece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario