miércoles, 29 de febrero de 2012

Artículo de opinión

FANDIÑO Y MORA: EL G-2 DEL TOREO

Escribo este artículo en sincero homenaje y reivindicación de dos toreros con mayúsculas: Iván Fandiño y David Mora. Tras ser los dos toreros revelación de la pasada temporada, ambos diestros no pretenden rebajar ni una décima el listón que han puesto y, pese a los ataques e intentos de boicot de algunos, quieren convertirse en los dos matadores más importantes del escalafón. Fandiño y Mora encarnan los valores que debe atesorar un torero y están movilizando a gran parte del aficionado por sus ya innumerables gestos y guiños en pro de la fiesta. Siempre he denunciado la pérdida de muchos de los valores que siempre ha poseído la fiesta de los toros y, en particular, los matadores que han llegado a ser figuras del toreo. Antes, en otros tiempos, figuras del toreo eran aquellos que además de poseer unas condiciones privilegiadas eran diferentes a los demás, sobresalían del resto por sus hazañas y sus méritos dentro y fuera de la cara del toro. Antes, las figuras también se acomodaban e intentaban torear aquello que les era menos complicado y difícil, pero eso era en algunas ocasiones, porque lo que también hacían era anunciarse con ganaderías de diferentes encastes, y matar las corridas más serias y grandes. Y eso, sin contar que actuaban en las principales plazas de todo el mundo en numerosas ocasiones en una misma temporada. Antonio Bienvenida, torero de toreros, se anunció en una temporada hasta en doce ocasiones en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid y este mismo maestro pidió para tomar la alternativa en la misma monumental, una corrida de Miura. También fue Bienvenida el que inició una campaña en contra del afeitado, algo que le costó muchos disgustos y el quedarse fuera de muchas ferias. Pero Bienvenida ganó la batalla y, con ella, la fiesta de los toros superó en cierta medida uno de sus capítulos más oscuros. Paco Camino, El Viti, Antonio Ordóñez, Manolete y lo mismísimos Juan Belmonte y Joselito El Gallo mataron camadas enteras de hierros como Miura, Pablo Romero o Galache. Estas auténticas figuras de la historia del toreo mataron en toda su carrera diversidad de encastes y las corridas más serias y fuertes de cada uno de estos hierros. Hoy en día, la realidad es la contraria: las figuras son figuras por torear las ganaderías que ellos quieren y por matar las corridas más chicas del campo bravo. Pero en medio de esta triste realidad que supone una de las mayores amenazas que tiene la tauromaquia en la actualidad y de cara al futuro, se han erigido dos toreros que pretenden recuperar esos valores ya desterrados de la fiesta y a base de gestos y de valor, quitarles el protagonismo a los integrantes de ese grupo llamado G-10. Iván Fandiño y David Mora se han anunciado en las Fallas valencianas con la corrida de Fuente Ymbro, en Sevilla protagonizarán el cartel más atractivo de una repetitiva y flojísima Feria de Abril, matando en mano a mano la corrida nada más y nada menos de Victorino Martín y parece que en Madrid continuarán con estas gestas, primero toreado otro mano a mano y después, probablemente, matando corridas de las denominadas duras y de las que sólo con nombrarlas a las figuras se les revuelven las tripas: se rumorea que Iván Fandiño se anunciará en San Isidro con la corrida de Adolfo Martín. Mientras las “figuras” se anuncian en todas las ferias con las mismas ganaderías como Juan Pedro Domecq, Garcigrande, Zalduendo o Núñez del Cuvillo, estos dos toreros “modestos” matan diversidad de encastes, ganaderías caracterizadas por su alta dosis de casta y emoción y además, la mayoría de veces, repitiendo y actuando en mano a mano. Lo que están haciendo estos dos torerazos es darles una auténtica lección de torería y compromiso a los miembros del G-10 que se preocupan más por sus derechos de imagen, que por el bien común del espectáculo. Frente al G-10 ha nacido una nueva unión de toreros que sí quiere devolver la competencia y la emoción a los ruedos: el G-2 del toreo (Fandiño y Mora).

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