Análisis de los carteles de la Feria de Abril 2012 (I)

La empresa Pagés, por fin, hizo ayer oficiales los carteles de uno de los ciclos taurinos más importantes de toda la temporada: la tradicional Feria de Abril de Sevilla. Después de semanas de intensas negociaciones y de muchos rumores y polémicas, han visto la luz unas combinaciones que no han dejado indiferentes a nadie. La mayoría de las críticas no han sido positivas, todo lo contrario, han sido más bien negativas y muy duras con la empresa que encabezan Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Dirán ambos empresarios que los medios y los aficionados son muy duros con ellos, pero es que se lo buscan todos los años. La gestión de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla es digna de estudio y muy preocupante porque está absolutamente desfasada y anclada en el siglo XVIII. Para empezar esos señores que se llaman “maestrantes” y que son los dueños del coso del Baratillo son la versión “moderna” de los antiguos señores medievales o de los caciques. Ellos son amos y señores de la plaza y para formar parte de su clasista grupo se deben tener antecedentes nobiliarios y cumplir una serie de requisitos absurdos y atrasados que no tienen ningún sentido en pleno siglo XXI. Al margen de los maestrantes, luego se encuentran la pareja de empresarios (Canorea y Valencia) que tampoco se quedan cortos en esta “peculiar” estructura organizativa de la Real Maestranza. Siempre se ha dicho que Ramón Valencia y, sobre todo, Eduardo Canorea son personas y empresarios autoritarios que no cuentan con nadie y que hacen y deshacen a su antojo en la Maestranza. Y parece que esto es así porque no sólo hay antecedentes que lo demuestran, sino que todos los años por estas fechas los carteles de la temporada taurina sevillana desatan un aluvión de críticas y polémicas. Y, por si esto fuera poco, a todo esto se ha sumado este año el problema de los derechos de imagen de las figuras y la guerra que viven empresarios, toreros y televisión. El resultado de todo esto han sido unos carteles bastante pobres, repetitivos y, en muchos casos, injustos.

UN MANO A MANO ESTELAR

Muchas son las sombras y los puntos negativos que se pueden sacar de los carteles que conforman la temporada taurina en Sevilla en este 2012, pero también podemos encontrar aspectos positivos y que es de justicia reconocer. Sin duda, para el que escribe estas líneas, el mejor cartel de toda la Feria de Abril 2012 es el mano a mano entre los dos toreros revelación de la temporada pasada: Iván Fandiño y David Mora. El vizcaíno y el toledano se volverán a medir en un mano a mano de altísimo nivel y en un marco incomparable como la Maestranza. Pero en esta ocasión no será sólo importante la terna actuante ni el lugar, sino también la ganadería que se lidiará en dicho “duelo”. Nada más y nada menos que el hierro de Victorino Martín será el que se lidie el día 24 de abril en este mano a mano de altos vuelos. De nuevo los aficionados nos tenemos que rendir ante la torería, el valor y el compromiso de estos dos torerazos. Tanto Fandiño como Mora podrían empezar a aliviarse y a dejar de hacer ciertos gestos de este tipo, pero si lo hicieran no serían Iván Fandiño y David Mora. Ellos tienen muy presente algo que a muchos matadores, especialmente figuras, se les olvida muy rápido: el agradecimiento y la deuda que tienen con los aficionados por haberles sacado del pozo en el que se encontraban. Son conscientes de que nos encontramos en un momento muy malo y delicado para la fiesta y que son fundamentales toda esta clase de gestos y compromisos. Saben que con una actitud como la que mostraron en el mano a mano de la pasada Feria de Otoño de Madrid, en Sevilla y ante una corrida de Victorino, no sólo tienen mucho que ganar particularmente, sino que la fiesta en general también se verá beneficiada. La llegada de estos dos toreros ha sido un auténtico soplo de aire fresco para la tauromaquia de estos últimos años y ambos les siguen dando lecciones a aquellos que se denominan maestros o figuras del toreo y que forman ese “patético” grupo del G10. David Mora e Iván Fandiño forman, por derecho propio, el G2 del toreo. Ahora sólo queda confiar en que el gran Victorino lleve una buena corrida de su confianza y que todos seamos testigos de un gran espectáculo.