miércoles, 18 de abril de 2012

Resumen del inicio de Sevilla

LA NOVILLADA, LO MÁS DESTACADO DEL COMIENZO DE LA FERIA DE ABRIL DE SEVILLA

Ya ha arrancado uno de los ciclos taurinos más importantes de toda la temporada. El pasado viernes, día 13, comenzó la tradicional Feria de Abril de Sevilla. Durante el pasado fin de semana y a lo largo de las dos próximas semanas, la capital hispalense centrará todos los focos informativos de la actualidad taurina. Hasta ahora se han celebrado una novillada con picadores, una corrida de toros y un festejo de rejones, antes de que ayer comenzara la semana de preferia con un marcado acento torista. Hasta ahora lo más destacado lo han protagonizado los novilleros Fernando Adrián y Gonzalo Caballero, que debutaba con picadores, y que consiguieron cortar una oreja por coleta ante una complicada y exigente novillada de Fuente Ymbro, que sorteó un gran ejemplar (el quinto). En la floja y descastada corrida de Montealto sólo el sevillano Oliva Soto consiguió dar una vuelta al ruedo. La corrida de Capea para toreo a caballo también dio al traste con las esperanzas de los tres rejoneadores. El frío y el viento también han condicionado negativamente el inicio del serial abrileño.

UN DEBUT SORPRENDENTE

El debut del joven novillero madrileño Gonzalo Caballero como mínimo fue sorprendente. El chaval de Torrejón de Ardoz que eligió nada más y nada menos que la plaza de Sevilla para debutar con picadores no dejó indiferente a nadie y ha sido el primer nombre propio que ha dejado la presente edición de la Feria de Abril. Caballero mostró un arrojo y valor que hace mucho tiempo no se veía en el escalafón novilleril. El madrileño salió a jugarse la vida sin ventajas y ha dejarlo todo con la única intención y objetivo de triunfar y agradar al público sevillano. Hasta en tres ocasiones en su primero, y hasta en dos en su segundo, fue cogido Gonzalo Caballero pero se salvó de alguna cornada fuerte de milagro. Se vio a un chaval falto de la técnica y el oficio suficiente, pero con un gran concepto del toreo, cargado de pureza y verdad. El oficio y la técnica se pueden aprender y se consiguen con el tiempo, en cambio, el valor y el concepto del toreo se tienen o no se tienen, y está claro que Gonzalo lo posee. Con el capote destacó en un firme y valiente quite por gaoneras en el centro del ruedo y después con la muleta se pegó un verdadero arrimón con dos utreros de Fuente Ymbro que tuvieron más genio y brusquedad que bravura y casta. Se movieron ambos, pero sin apenas clase y exigiendo mucho. El examen era demasiado difícil, pero Caballero a base de exposición y querer hacer las cosas con pureza, aprobó con nota. Además a ambos astados se tiró a matarlos muy por derecho y encima del morrillo. Para tomar nota de su nombre. El también madrileño Fernando Adrián, obtuvo también un trofeo pero en condiciones bien distintas. Al de la Escuela del Juli le tocó en suerte un sensacional novillo de Fuente Ymbro que aún está embistiendo en el albero maestrante. El de Ricardo Gallardo embistió con codicia y mucha transmisión a la muleta de Fernando Adrián y a pesar de que éste le bajó mucho la mano y le exigió, “Hortelano” aguantó mucho y siempre metió la cara con nobleza, clase, recorrido y humillación. Adrián anduvo templado y bajó la mano, pero estuvo demasiado despegado siempre y abusando de ciertas ventajas. Completaba el cartel el novillero de Espartinas Javier Jiménez que sólo pudo mostrar sus ganas y valor.

DECEPCIONA MONTEALTO

La ganadería de Montealto debutaba con una corrida de toros en la Real Maestranza y su estreno en Sevilla no fue precisamente bueno. El encierro de la divisa madrileña, bonito de hechuras, estuvo falto de seriedad por delante y alguno de los astados lidiados pareció más bien un novillo. El juego no fue tampoco bueno ya que a la corrida le faltó mucha casta y fondo de bravura. La mayoría fueron nobles, pero sin la transmisión, emoción y casta suficiente como para transmitir a los tendidos y facilitar un espectáculo lucido e interesante. Los sevillanos Alfonso Oliva Soto y Antonio Nazaré y el mexicano Diego Silveti fueron los encargados de estoquearla. Ninguno tuvo apenas opciones, pero el que peor suerte obtuvo fue Antonio Nazaré que, a pesar de un lote infumable, volvió a dejar constancia de que posee un concepto del toreo muy bueno y clásico y que se encuentra en un gran momento. El sevillano tendrá esta semana otra oportunidad. Por su parte, Diego Silveti no despejó las numerosas dudas que su actuación en la Feria de Fallas de Valencia hizo surgir. El torero de la tierra Oliva Soto fue el único que pudo dejar momentos lucidos a lo largo de todo el festejo. Pese al fuerte viento que sopló y que molestó muchísimo a los toreros, Oliva pudo ejecutar algunos muletazos en los que imprimió el gusto y la clase tan particulares que posee. En Sevilla su concepto gusta mucho y, por esto, una vuelta al ruedo fue el premio por su actitud y toreo.

NI UNA OREJA EN LOS REJONES

La noticia que dejó el festejo de rejones del domingo fue la de que no se cortó ni una sola oreja en toda la tarde. Habituados a la lluvia de orejas que se cortan en estas corridas marcadas por el triunfalismo, no dejó de ser sorprendente el que ni Andy Cartagena, ni Diego Ventura, ni Leonardo Hernández consiguieran tocar pelo en la Real Maestranza. A ello contribuyó, sin duda, el fallo con los rejones de muerte y, sobre todo, la sosa e insulsa corrida de San Mateo y San Pelayo, dos de los hierros del Niño de la Capea. Al encierro salmantino le faltó casta, movilidad y transmisión y fue el principal problema con el que se encontraron los toreros a caballo. La buena noticia fue que Andy Cartagena se encontró totalmente recuperado de sus últimas lesiones y que no acusó ninguna secuela física. Ventura anduvo a buen nivel, pero sin llegar al alcanzado en otras ocasiones y el joven Leonardo mostró su tipo de toreo clásico y templado aunque estuvo algo intermitente.

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