miércoles, 14 de marzo de 2012

Crónica 4ª Feria de Fallas 2012

"FUTURO, BENDITA PALABRA"

Futuro, esa es la palabra que más nos hace falta hoy en día en la fiesta de los toros. Las nuevas generaciones cada día están más alejadas de este espectáculo único y grandioso y esto hace que el futuro se torne oscuro. Los jóvenes son el futuro de la fiesta, el aficionado de mañana y por eso es tan importante el que se cultive la afición dentro de este sector de la sociedad. Pero esta no es la única amenaza que tiene el mundo de los toros, otra es la falta de novilleros interesantes y con proyección que hay en este momento, es decir, el peligro de que no haya regeneración en el escalafón. Desde hace ya muchas temporadas los aficionados estamos acostumbrados a que los chavales que empiezan, a que los novilleros vayan de figuras del toreo. Parecía que estaba en peligro de extinción esa actitud de entrega e ilusión absolutas dentro de los miembros del escalafón menor, hasta ayer. Porque en la cuarta de la Feria de Fallas apareció, como caído del cielo, un chaval que seguro dará que hablar, no sólo por sus grandes condiciones y proyección, sino por haberse comportado en el ruedo como un auténtico novillero. Su nombre es Román y pueden apuntarlo porque seguro no será la última vez que lo lean, vean o escuchen.

ROMÁN

El nombre propio de la última novillada del abono fallero fue, al margen de la notable novillada de El Parralejo, el novillero valenciano Román. Ya despertaba curiosidad este chaval al escucharlo hablar y ver su imborrable sonrisa y el derroche de frescura e ilusión que transmitía. Y esa personalidad tan peculiar y atrayente también se plasmó en el ruedo, ante la cara del toro. A pesar de su juventud y de estar muy nuevo (esta era su segunda novillada con los del castoreño), desde que se abrió de capote, Román se metió a la gente en el bolsillo e hizo que volviera a nuestras mentes ese comportamiento y actitud desgraciadamente en vías de extinción desde hace ya mucho tiempo: estar “en novillero). Y ¿por qué estuvo Román “en novillero”? Pues la respuesta es sencilla: porque salió a la plaza a darlo todo, a triunfar costara lo que costara, a no dejarse ganar la partida por sus compañeros de cartel y, sobre todo, a demostrar que quiere ser torero. Comenzó recibiendo a su primero por faroles rodillas en tierra, demostrando una enorme facilidad y valor. El tercero de El Parralejo fue un toro que valió mucho, sin llegar a ser completo ni sobresaliente. El de origen Fuente Ymbro repitió en la muleta del joven valenciano, humilló y tuvo clase, aunque le faltó una mayor transmisión y casta. Pero esa cierta emoción que le faltó al utrero la puso Román en una gran faena que dejó a todo el personal boquiabierto. Collado, que así se apellida el chaval, construyó un trasteo en el que demostró un gran concepto del toreo, muy clásico y poderoso y que fue complementado por su sincero valor y un derroche de entrega y disposición. Román engancha muy adelante a su oponente, baja mucho la mano llevando la franela rastrera y ejecuta unos muletazos muy largos a los que le falta más profundidad debido a que a veces descarga la suerte con la pierna de salida. Este defecto técnico tiene tiempo de corregirlo y su nuevo mentor, Santiago López (que le propuso apoderarlo en el mismo callejón una vez hubo acabado Román con su primer enemigo), seguro que trabajará en ello para solventarlo. Para rematar esta primera faena en su tierra, Román se tiró a matar muy derecho y se fue detrás de la espada con muchísima pureza y verdad. Fue mejor la ejecución que la colocación, pues la estocada cayó baja, pero lo más importante fue lo decidido que se mostró a la hora de ejecutar la suerte suprema. Una vez rodado el toro, los vacíos tendidos del coso de la Calle Xátiva se poblaron de pañuelos pidiendo las dos orejas, pero el señor presidente sólo concedió una.
Después de la tómbola del domingo y los trofeos de pueblo que se concedieron, el palco se puso “serio” con Román, vamos, con los más débiles y a los que se les debería subir la mano. Como es habitual, el palco de Valencia patinando como si en vez de albero, fuera hielo resbaladizo lo que cubriera el ruedo de la plaza de toros. Y para colmo, el “gran aficionado” que había sentado en el placo presidencial sacó el pañuelo azul para conceder una vuelta al ruedo absolutamente excesiva y desproporcionada al utrero de El Parralejo que fue bueno, pero no de vuelta. El que cerró plaza fue el de peor comportamiento del encierro y esta condición imposibilitó el triunfo completo del torero de la Escuela Taurina de Valencia. El novillo no tuvo clase alguna, se quedó muy corto y salió derrotando y pegando tornillazos a la muleta del joven Román. Éste no se arrugó y se pegó un valiente y meritorio arrimón en el que, al menos, pudo volver a mostrar sus ganas y valor. En vez de mejorar, el del Parralejo fue empeorando y obligó, después de unas ajustadas manoletinas, a entrar a matar a su lidiador. Y en la suerte suprema se volvió a vivir otro momento de emoción cuando Román se tiró encima del morrillo del toro para dejar una estocada de fea colocación, pero en la que se jugó el tipo como muy pocos toreros se lo juegan hoy en día. En el encontronazo con su matador, el novillo le partió la taleguilla al torero, pero gracias a Dios, el percance no tuvo consecuencias. Tras petición, saludos para este novillero que causó sensación en Valencia, que estuvo como tienen que estar los novilleros y que seguro tendrá un futuro muy fructífero y triunfal. ¡Suerte!

CONCHI RÍOS

Debutaba también en Valencia la joven novillero Conchi Ríos y lo hacía con mucho ambiente y expectación tras su destacada temporada del pasado año. La murciana reafirmó en la capital del Turia porqué está llamada a ser una de las mujeres más importantes que ha dado la Historia del toreo. Cochi Ríos torea y lo hace bien, no se trata simplemente de una chica que lo intenta con más ganas que lucimiento. Conchi estuvo muy templada toda la tarde y dejó entrever también buen concepto del toreo y seriedad en sus formas. El que abrió la tarde salió lesionado de chiqueros y, a pesar de tener buena condición y de querer siempre perseguir los engaños, el bonito ejemplar de El Parralejo debería haber sido devuelto a los corrales. De esta forma, Conchi Ríos si habría tenido una oportunidad completa y no media. El cuarto fue el mejor del encierro, un gran ejemplar que reunió prácticamente todas las cualidades que debe tener un toro bravo: bravura, casta, nobleza, clase, humillación, recorrido… El novillo se entregó desde el principio y acudió siempre pronto a los cites de la murciana, embistiendo en ocasiones con un galope muy alegre y emocionante. Todo lo quiso por abajo el animal y no se cansó de embestir, a pesar de que Conchi Ríos le exigió. Ríos anduvo de nuevo templada y llevó el hocico del toro cosido a su muleta tirando mucho de él y siempre llevándole muy tapado para que el astado sólo viera tela. Como es lógico, también mostró carencias técnicas como el poco sitio que le dejó muchas veces a su antagonista (ahogándole un poco) o, en ocasiones, la colocación que no fue la más ortodoxa y exigible. La mayor parte del trasteo de Conchi al segundo de su lote estuvo basada sobre el pitón derecho, pero los mejores muletazos llegaron sobre el izquierdo en una gran serie de naturales en los que Conchi Ríos se sintió y toreó con gusto. Además, ni una sola vez le enganchó la muleta el novillo. Tras pinchazo y estocada, cortó una oreja de peso y “Bevito”, que así se llamó el toro, fue premiado, esta vez sí con acierto, con la vuelta al ruedo en el arrastre.

FERNANDO ADRIÁN

Sin ser mala, la actuación más plana y que dijo menos fue la de Fernando Adrián. Con gran expectación llegaba Adrián a Valencia después de ser uno de los novilleros triunfadores de la temporada pasada. Su primero, el segundo, fue un novillo encastado que transmitió bastante y al que le faltó un poco mas de clase en su embestida y mejores finales. El ganador de la última edición del Zapato de Oro de Arnedo anduvo fácil, con oficio y también demostró poseer un concepto muy bueno del toreo. Se nota que Fernando se ha hecho en la Escuela Taurina de El Juli en Arganda del Rey (Madrid), ya que es un torero muy poderoso, que baja mucho la mano y alarga los muletazos hasta el final. Lo más reprobable de la actuación del madrileño fue que pocas veces estuvo cruzado y se sitúo demasiado fuera de cacho en la mayoría de las tandas. Además, no estuvo tan “en novillero” como sus compañeros, algo que ayer si se notó mucho y que en cierta forma le pasó factura. Tampoco estuvo acertado con la espada y eso le impidió el que pudiera haber tocado pelo. El quinto no estuvo entre los mejores del encierro del Parralejo y tuvo algunas complicaciones devenidas de la mansedumbre que demostró en todos los tercios. A pesar de que no fue bravo, si tuvo opciones e interés y ante él volvió a estar un Fernando Adrián solvente y bastante lucido, pero que tampoco terminó de dar el paso ni de estar a la altura de lo esperado. Por otra parte, en muchos pasajes de su obra estuvo falto de temple. Vuelta al ruedo fue el premio que obtuvo
en los dos novillos de su lote.

Valencia, 4ª de abono Feria de Fallas. Con 1/5 de entrada se lidiaron 6 novillos de El Parralejo, bien presentados, bonitos y de armónicas hechuras, y de variado e interesante juego. Sobresalieron 2º, 3º y 4º (estos dos últimos premiados con la vuelta al ruedo). 1º noble y con afán de embestir, pero lesionado de salida, se dolió durante toda la lidia; 2º encastado y con transmisión aunque le faltó algo más de clase; 3º de buen juego aunque le faltó mas bravura; 4º extraordinario, cumplió en varas y en la muleta galopó con mucha entrega y transmisión. Tuvo nobleza, clase, humillación y duración; 5º mansito aunque potable en la muleta; 6º áspero y deslucido por su mansedumbre y por salir siempre de los muletazos con la cara arriba y sin fijeza, fue el peor.

Conchi Ríos (lila y oro): Saludos y oreja tras aviso

Fernando Adrián (verde manzana y oro): Vuelta al ruedo tras aviso y vuelta

Román (rosa palo y oro): Oreja tras petición de la segunda y aviso y saludos tras petición


Fotos: Rullot

3 comentarios:

  1. Alejandro!! no conocía tu blog, te acabo de enlazar, si quieres enlazarme soy http://terciodevaras.blogspot.es

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  2. Pues yo a Conchi Rios la vi acelerada y más pendiente de que nada le saliera mal que de centrarse en torear al novillo, porque el 4ª era de puerta grande. Por lo demás, Alex, muy de acuerdo con la crónica!. un abrazo tio!

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