martes, 27 de marzo de 2012

Crónica 1ª Temporada de Las Ventas

"LA VIDA SIGUE IGUAL"

Aunque habían pasado cinco meses desde el último festejo de la pasada temporada, en Las Ventas, el domingo, pareció que no había pasado el tiempo. Y se preguntarán porqué. Pues muy sencillo, porque el resultado del primer festejo de la temporada 2012 fue el habitual en la Monumental madrileña: el aburrimiento. Para empezar, floja entrada para recibir a la temporada pese a ser una novillada con cierto atractivo para el aficionado, ya que tomaban parte en la misma dos de los novilleros más destacados del momento. Tampoco fue una sorpresa la presentación y el juego de la novillada. Como siempre, el encierro a lidiar estuvo muy bien presentado, con algunos ejemplares que parecieron auténticos cuatreños. Novillada cuajada, seria y con dos astados a los que les faltaban sólo cinco días para cumplir los cuatro años y, en consecuencia, no poder lidiarse como novillos en Las Ventas. Como también es habitual la terna de novilleros no estuvo mal, pero tampoco a la altura de lo esperado y de lo que exigía la oportunidad. Siendo alguno de los novilleros más punteros del escalafón menor y actuando en la primera plaza del mundo, la actitud y el nivel técnico deberían haber sido superiores. De lo mejor de la tarde fue la actitud del presidente del festejo, Don Manuel Muñoz Infante, que mantuvo la seriedad de la plaza al negarse a conceder dos trofeos baratos y livianos que fueron pedidos por el público, pero no de forma aplastante ni mayoritaria. En resumen, el primer festejo de la temporada sólo nos dejó algunos detalles y sensaciones positivas en medio del aburrimiento y desconcierto general. Pero claro, ya estamos acostumbrados…

FERNANDO ADRIÁN

Fernando Adrián llegaba para presentarse en Las Ventas como uno de los novilleros con más ambiente del momento y podría decirse que no decepcionó vista la pasión y entrega con la que fue aclamado en todo momento por los tendidos. Eso sí, parece ser que Fernando Adrián se llevó a la plaza a toda su familia, amigos y seguidores porque fue injustificada la forma en la que fue jaleada su actuación. El joven novillero que se formó en la Escuela Taurina del Juli, anduvo entregado y muy dispuesto toda la tarde, pero al mismo tiempo dejó mucho que desear en cuanto al toreo fundamental. Adrián dio un recital de toreo ventajista al andar toda la tarde despegado, fuera de cacho y toreando en línea. Tampoco nos extraña ya esto porque últimamente los chavales que empiezan tienen ya adquiridos desde el principio todos los vicios y ventajas que poseen las figuras del toreo…preocupante asunto. El madrileño se mostró muy firme y seguro toda la tarde, dando la sensación de ser, a pesar de su juventud, un torero ya cuajado y maduro que perfectamente podría tomar la alternativa en un breve espacio de tiempo. A sus dos novillos les bajó mucho la mano y los llevó sometidos, algo que gustó mucho a los asistentes. Quizás estuvo mejor con su primero que con su segundo. El tercero de la tarde salió haciendo cosas raras de chiqueros, sobre todo por el pitón izquierdo. Parecía que el astado de Carmen Segovia tenía un problema en la visión de su ojo izquierdo porque siempre acudía a los cites cruzado y acostándose mucho. A punto estuvo esta característica de costarle un disgusto a su matador en los primeros tercios de la lidia. En la muleta corrigió levemente este problema y acudió pronto a los toques de Fernando Adrián. Tuvo complicaciones el utrero de procedencia Torrestrella y el ganador del Zapato de Oro de Arnedo se mostró fácil y resolvió con oficio la papeleta. Lo mal que estuvo con la espada le impidió tocar pelo y tras tres pinchazos y una estocada trasera, tendida y atravesada recogió algunos aplausos desde el tercio que se vieron acompañados también de algunas protestas. Con más facilidad que ortodoxia le entró el acero al primer intento en el segundo de su lote. En el trasteo de Fernando Adrián sobresalió la cantidad sobre la calidad y, además de torear con ventajas y mal colocado, echó mano de algunos recursos populistas, de cara a la galería que gustaron mucho al gran público, y muy poco a los escasos aficionados de verdad que acudieron a la plaza. Tras matar al que cerraba plaza de una estocada certera, un buen sector del público pidió la oreja pero el presidente se mantuvo en su sitio, aguantó y no la concedió…menos mal.

SERGIO FLORES

El mexicano Sergio Flores volvía a la plaza de Las Ventas después de sorprender y dejar unas magníficas sensaciones el pasado San Isidro. Desde esa tarde Flores ha toreado mucho y esa madurez y oficio adquiridos los dejo patentes en su vuelta a Madrid. Anduvo dispuesto el chaval toda la tarde y dejó detalles de buen torero, pero no terminó de rematar su actuación, se quedó a medias. “Actor”, ese era el nombre del primer astado que pisó el ruedo venteño en esta nueva temporada. Y “Actor” fue un buen toro pues reunió varias cualidades como la clase, la nobleza, el recorrido o la humillación. Colocó siempre muy bien la cara el ejemplar de Carmen Segovia, pero le faltó otra cosa fundamental: la fuerza, de la que anduvo muy justito. Sergio Flores consiguió algunos muletazos de buen trazo, templanza y mano baja, pero la faena fue irregular y tuvo demasiados altibajos. Lo mejor de ambas faenas fueron los pases de pecho, hasta el final y de verdad. También fue importante la estocada a este primero, aunque no fue suficiente para que el presidente concediera el trofeo después de una petición en el límite. El cuarto fue un manso rajadito que, a pesar de salir con la cara un poco alta, embistió con transmisión. La de este cuarto fue una faena larga en la que el mexicano dijo muy poco, principalmente por torear siempre muy al hilo.

TULIO SALGUERO

Tulio Salguero llegaba a Las Ventas arrastrando una grave cornada sufrida en América hace pocas fechas y ese percance se notó y le pesó. No estuvo al cien por cien de facultades el joven torero extremeño y eso le pasó factura y le impidió terminar de asentarse y de estar seguro delante de la cara de sus enemigos. El segundo de la tarde, muy bien presentado y con cuajo de toro, fue una auténtica borrega inválida y descastada. El de Carmen Segovia demostró su flojedad desde el principio y durante la faena de muleta evidenció que no podía con su alma. Salguero, que en el primero realizó un valiente y meritorio quite por gaoneras, demostró poseer valor y buen concepto del toreo echando en varias ocasiones muy bien los vuelos de la muleta al hocico del de Carmen Segovia. No tuvo apenas opción el de Badajoz que se puso pesado al final insistiendo inútilmente. El quinto fue un ejemplar serio y muy ofensivo por delante porque enseñaba las puntas. La principal carencia del novillo fue la humillación, pues siempre llevó la cara a media altura. Esto deslució un poco la noble embestida del animal que, además, duró bastante y sacó fondo de casta. Tulio Salguero, muy despegado siempre, no terminó de acoplarse, toreó muy en línea y de los numerosos muletazos que ejecutó, muy pocos valieron la pena. Frente a la madurez y oficio de sus compañeros, Tulio dejó entrever que está más verde y menos toreado y eso, junto al reciente percance del que aún no está recuperado, le pesó mucho y le impidió el triunfo.

1ª Temporada de Las Ventas (Madrid) con 1/5 de plaza, se lidiaron 6 novillos de Carmen Segovia, bien presentados, y de noble juego en general. A la mayoría les faltó fuerza y casta. 1º noble y enclasado pero flojo; 2º inválido y descastado; 3º complicado; 4º manso encastado; 5º noble aunque con la cara a media altura; 6º noble y colaborador.

Sergio Flores (lila y oro): vuelta tras petición y aplausos

Tulio Salguero (azul marino y oro): silencio tras aviso y saludos con protestas

Fernando Adrián (vainilla y oro): saludos tras aviso y vuelta al ruedo tras petición


Fotos: las-ventas.com

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