martes, 24 de enero de 2012

Artículo de opinión

¿QUÉ PASARÁ CON LOS TOROS Y LA TELEVISIÓN?

La temporada 2012 ya ha dado comienzo en la práctica, aunque aún faltan varias semanas para que comience oficialmente con la celebración de las primeras ferias y festejos importantes y de interés. Y ha comenzado con una polémica encima de la mesa que plantea muchas preguntas y dudas y, por ahora, muy pocas respuestas y expectativas claras. Hace ya unos meses conocimos la noticia de que las grandes figuras del toreo (el llamado G-10) habían llegado a un acuerdo con la empresa All Sports Media para que ésta gestionara sus derechos de imagen. Cuando saltó esa noticia nadie podía imaginar que esa decisión traería tanta actualidad y polémica de cara a la próxima temporada. El resumen de toda esta historia es que los manda más del toreo se han cansado del sistema que regía, hasta ahora, sus derechos de imagen y pretenden cambiarlo para no se sabe muy bien qué. La raíz del tema es sencilla y es una demanda que no es nueva ya que José Tomás siempre la ha solicitado: que los toreros gestionen directamente con la televisión sus derechos de imagen (el dinero que cobran porque sus actuaciones sean emitidas por televisión), y no con las empresas taurinas como intermediarias. Que planteen esta cuestión está muy bien, lo que no está también es que con esta demanda amenacen el futuro de la fiesta de los toros. ¿Y por qué digo que estaría en peligro la tauromaquia?, pues porque los matadores de la primera fila del toreo han manifestado que no cederán en sus pretensiones y que si no pueden torear en las principales ferias del calendario taurino, no torearán. Actualmente Digital+ tiene un contrato para emitir las principales ferias taurinas del país y, por lo tanto, hasta que no finalizaran esos contratos no se podrían llevar a la práctica las demandas del llamado G-10 y, por consiguiente, la situación queda de la siguiente forma: las empresas taurinas deben decidir si contratan a las figuras del toreo y rompen sus contratos con la televisión, o mantienen el acuerdo con Digital+ y confeccionan los carteles de las ferias sin las figuras del toreo. Ambas opciones tendrían consecuencias muy negativas para la fiesta porque hoy en día no se entiende un espectáculo de masas como los toros sin la televisión presente, y porque las grandes ferias de la temporada no se sostendrían sin la presencia de los matadores más destacados del escalafón. ¿Irían ustedes a las plazas si no se anunciasen ni Manzanares, ni El Juli, ni Talavante, ni Morante…? Probablemente los más aficionados sí, pero la gran mayoría del público no. Con la que nos está cayendo a los taurinos sólo faltaba que las grandes figuras sólo se anunciasen en plazas de segunda y de tercera para no ser televisados. Si esto ocurriera estaríamos ante el fin de la fiesta de los toros. Aún confío en el sentido común de los protagonistas de esta historia y mi opinión personal es que al final los toreros cederán y todo seguirá como hasta ahora, al menos, durante esta temporada. Pero hay un factor decisivo que juega en contra de toreros, empresas y televisión: el tiempo. En sólo unos días o semanas, Simón Casas debe presentar a la Diputación de Valencia los carteles de la próxima Feria de Fallas y, a día de hoy, aún no hay ninguna figura contratada para este importante ciclo taurino. El tiempo apremia y se debe llegar a una solución inmediata porque Valencia, Sevilla y Madrid están ya a la vuelta de la esquina. ¿Figuras sin televisión?, ¿televisión sin figuras? o, como hasta ahora, ¿figuras y televisión?... las respuestas las tendremos en breve.

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