martes, 6 de diciembre de 2011

Artículo de opinión

UNA NUEVA AMENAZA: LAS CORRIDAS SIN MUERTE


Estas últimas semanas esta siendo noticia dentro y fuera de nuestras fronteras, en el “planeta taurino”, las corridas sin muerte que se han empezado a celebrar este año en la plaza de toros de Quito. Ecuador ha sido siempre uno de los países con más afición a la fiesta de los toros y la feria de su capital, uno de los ciclos taurinos más importantes de toda la temporada americana. Pero, al igual que pasó en Cataluña con la prohibición de las corridas de toros, los políticos de ese país se han metido entre los aficionados y su libertad para acudir a una plaza de toros. Ellos no han ido tan lejos como nuestros queridos políticos catalanes porque no han llegado a prohibir las corridas de toros. Lo que han hecho ha sido prohibir la muerte del toro en el ruedo. Ahora en vez de por una estocada en el ruedo, ante un público y luchando hasta la muerte, los astados que se lidien en Quito serán sacrificados con un tiro en los corrales del coso taurino. He dicho que los políticos ecuatorianos no han ido tan lejos como los catalanes aunque no se que es peor: si prohibir las corridas de toros o mutilarlas prohibiendo la celebración de la suerte suprema. Si la llamamos así es porque la suerte de matar es la fundamental, la más importante de cuantas tienen lugar en la lidia y por ese motivo si falta la suerte suprema, falta lo más importante de la lidia de un toro. El toro bravo se cría para morir en el ruedo no para que lo sacrifiquen a escondidas y sin el honor que se merece. Antes que ver una corrida de toros sin muerte en el ruedo, prefiero no ver ninguna y quedarme en mi casa o ver vídeos de otros tiempos en los que no sólo no se perseguía y atacaba a los aficionados taurinos, sino que la Tauromaquia se fomentaba y apoyaba. Pero una vez hecha mi denuncia contra los políticos que han mutilado la fiesta de los toros en Ecuador, también quiero denunciar y manifestar mi disconformidad con todos los matadores de toros que se han anunciado en la Feria de Quito y que van a participar en estos “simulacros” de corridas de toros. Han sido muchos los toreros que van a participar, o que ya lo han hecho, en este tipo de festejos. Hay desde figuras del toreo como Enrique Ponce o Sebastián Castella, hasta toreros emergentes como David Mora. Ellos han aceptado acudir al país americano para tomar parte en este tipo de corridas y en mi opinión no hacen ningún bien a la fiesta. Todos aquellos que participen y que ganen dinero con este tipo de festejos son cómplices de los políticos totalitaristas que han tomado la decisión de suprimir la suerte suprema. Ellos son matadores de toros y, por lo tanto, su principal función es matar al toro en el ruedo. Si no lo hacen, a mi juicio, estarán manchando el honor y el prestigio de su profesión. Los que se han apuntado a estas corridas dicen que lo hacen porque para defender las corridas tradicionales hay que ir allí y torear y manifestar su desagrado y porque, dicen, los aficionados quiteños también tienen derecho a disfrutar de la fiesta taurina, pero no estoy de acuerdo por los motivos que he planteado anteriormente. Lo que hay que hacer es negarse a participar en ese tipo de corridas, plantarse y hasta que no se revoque esa decisión no viajar a Ecuador. Si no, los políticos abolicionistas habrán ganado la batalla y no retrocederán en sus decisiones. Ahora todos dicen que están en contra de ese tipo de corridas de toros, pero yo me pregunto entonces: ¿por qué han ido?

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