jueves, 3 de mayo de 2012

Crónica 2ª miniferia Comunidad de Madrid

"UN PAR DE BANDERILLAS"

Que lejanas quedan aquellas corridas goyescas del 2 de mayo en las que la Monumental de Las Ventas se llenaba hasta la bandera. Desgraciadamente, los más jóvenes casi ni nos acordamos de esos carteles que llevaban a la afición de Madrid a los toros. El cartel de la goyesca de este año no era malo, todo lo contrario, era un cartel muy interesante y del gusto de Madrid. Por eso es todavía más preocupante el comprobar como la afición de la capital del toreo se está perdiendo sin que nadie diga nada. Me pondrán la excusa del puente, pero la realidad es otra muy distinta. Al margen de esto, lo más destacado de lo que sucedió en la tradicional corrida que conmemora el día de la Comunidad de Madrid fue el antológico par de banderillas que clavó el subalterno de Morenito de Aranda, Luis Carlos Aranda. Este veterano hombre de plata dio toda una lección de cómo parear sin espectacularidades ni, permítanme, tonterías. Aranda empezó gustándose, después comenzó su camino hacia el toro andando, con los palos abajo y en torero y justo en el momento de la reunión, Luis Carlos sacó los palos de abajo, se asomó al balcón y clavó en toda la cara. Olé y los tendidos de Las Ventas emocionados y ovacionando en pie al torero. Que tomen nota otros “atletas”…

MORENITO DE ARANDA

Dentro de la terna de actuantes, lo más destacado lo firmó Morenito de Aranda. El burgalés anduvo a gran nivel y con una actitud entregada desde el principio del festejo. Mostró el de Aranda del Duero en sus dos ejemplares el gusto y la clase que caracterizan a su toreo. A su primero lo recibió templado con el capote y después continuó toreando con gran suavidad con la franela. El de Los Bayones tuvo las mismas virtudes y defectos que el denominador común de sus hermanos: por un lado nobleza y cierta clase, pero por otro sosería y falta de fuerzas y transmisión. Se quedaba cortito el de la divisa salmantina pero el diestro, muy bien colocado y encajado, echó los vuelos de la muleta al hocico del animal y lo toreó con gusto y templanza. La falta de emoción del toro y su sosería hicieron que la labor de su matador no terminara de calar en el tendido ni llegara a tener conjunción. Tras una estocada ligeramente desprendida, parte del público le pidió la oreja pero el Presidente no la concedió. Y Trinidad, que así se llamaba el Presidente del festejo, también se mantuvo sereno en el que cerró plaza, volviendo a negar un trofeo que quizás si fue pedido por la mayoría de la plaza. El sexto, más anovillado, estaba en el límite de presentación y era más feo, pero en la muleta tuvo hasta quince embestidas muy potables. Eso sí, tampoco transmitió casi nada. Tras otro trasteo entonado y un arrimón final, Morenito dejó una media estocada caída y de inmediata muerte. Vuelta al ruedo en ambos.

SERGIO AGUILAR



El madrileño Sergio Aguilar estuvo muy digno en su única comparecencia en la plaza de Las Ventas. No nos cansaremos de decir que hay que tener confianza en este torero porque además de un valor sincero y sereno, posee un gran concepto del toreo, muy clásico y puro. La afición madrileña lo sabe y durante toda la tarde se le trató con cariño y mucho respeto. Pero esta tampoco fue la tarde de su despegue definitivo y en ello tuvo mucho que ver un lote que fue un pan sin sal. El segundo fue un astado muy espectacular, serio y astifino por delante que también demostró flojedad de remos. Tuvo también nobleza el Lisardo de Los Bayones, pero se sujetaba con alfileres y además fue un manso declarado que quiso rajarse constantemente. Aguilar intentó sujetarlo para que su oponente no acabara cerrado en tablas y volvió a demostrar su buen y templado concepto. El peor defecto que tiene este joven matador es que es muy frío y casi no transmite al público y, por lo tanto, necesita de un enemigo que emocione y se mueva con poder y el del hierro charro fue todo lo contrario. Y si esto no terminó de romper hacia delante, menos lo hizo el quinto, un ejemplar que además no tuvo clase y salía con la cara alta desluciendo mucho los muletazos. Como epílogo a sus dos actuaciones, Sergio dejó dos buenas estocadas que le valieron para saludar dos cariñosas ovaciones desde el tercio. Otra vez será.

EL FUNDI

Oficio y sabiduría volvió a demostrar El Fundi en “su” plaza de Madrid, aunque no fue la mejor tarde del diestro de Fuenlabrada. El que abrió plaza fue devuelto a los corrales por su manifiesta invalidez y en su lugar saltó al ruedo un sobrero de José Luis Iniesta, de impresionante trapío. Todo un tío este primero que tuvo buena condición, pero al que le faltó lo mismo que a los de Los Bayones: transmisión y empuje. El Fundi dejó detalles pero dejó demasiado tiempo entre muletazo y muletazo y así, lo sabemos todos, es muy difícil ligar y transmitir al tendido. Anduvo templado y dejó algún natural estimable, aunque le faltó apostar al veterano maestro. En el cuarto tampoco dio ese paso al frente al que nos tiene acostumbrados y hasta el popular Tendido 7 le recriminó en ocasiones su despegada colocación y su interés por enseñar los defectos y dificultades del toro. Además se puso pesado al final y alargó una faena que no terminó de convencer. Ese cuarto fue, por otro lado, el astado con más posibilidades del encierro, pese a su molesto y cansino gazapeo. Nos esperábamos más del Fundi, pero todos confiamos en que pueda despedirse de Madrid como merece: abriendo la puerta grande.

2ª miniferia de la Comunidad de Madrid (Las Ventas). Con 1/3 de entrada se lidiaron 5 toros de Los Bayones, bien presentados y de flojo y soso juego en general y 1 (1º bis) de José Luis Iniesta, serio y de buena condición aunque sin terminar de romper. El mejor fue el 4º y el peor el 5º, más deslucido.

El Fundi: saludos tras aviso y ovación tras aviso
Sergio Aguilar: saludos desde el tercio en ambos
Morenito de Aranda: vuelta al ruedo tras aviso y petición y vuelta tras petición

Fotos: las-ventas.com

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