¿UNIÓN?, NUNCA
Hoy
comienza la Feria de Abril de Sevilla, sí, la que siempre ha estado considerada
como la segunda de mayor importancia y repercusión de toda la temporada taurina
española y global. Antes de que arranque la Feria de San Isidro en Madrid, la
primavera taurina pasa, irremediablemente, por el coso del baratillo en la
capital hispalense. Allí, desde hoy y hasta finales de la próxima semana se
desarrollará un ciclo que ha sufrido notables “recortes”. Varios festejos menos
que tenían la finalidad de paliar las pérdidas económicas derivadas de la
alarmante pérdida de abonos sufrida por la Real Maestranza en las últimas
temporadas. A pesar de esa bajada en el número de festejos, la empresa Pagés no
ha reducido el precio de los abonos para este 2013 y esto, junto a la
desesperante y cada vez más agudizada crisis económica, ha supuesto un nuevo
descenso en la cifra de aficionados que cada tarde acudirán a los tendidos de
la Maestranza.
Con
estos antecedentes comienza un ciclo que tendrá como apertura una novillada
picada con tres de los chavales que más esperanzas han despertado entre los
aficionados en la pasada y presente campaña: Gonzalo Caballero, Sebastián
Ritter y Lama de Góngora harán el paseíllo para pasaportar una novillada de
Juan Pedro Domecq-Parladé. Bien por el cartel de novilleros, mal por la
ganadería. Después de innumerables petardos temporada tras temporada, el premio
para semejantes resultados es que Juan Pedro abra la Feria de Abril con una
novillada y después lidie otra corrida de toros más. Una sonora ovación para
los gestores del coso y los maestrantes que dan el visto bueno. Después de la
novillada llegarán las denominadas corridas toristas o duras, aunque no serán
muchas. Cuadri y Fuente Ymbro (si es que acaso esta última se puede incluir en
ese tipo de divisas), a las que se sumará en farolillos Victorino Martín, serán
los hierros representantes de este otro tipo de Tauromaquia. Los diestros que
se acartelan estos días, en general, no despiertan un gran interés a priori.
Eduardo Gallo, con la de Cuadri, o el joven López Simón (que el año pasado en
su alternativa cortó una oreja y recibió una cornada), con el encierro de
Ricardo Gallardo, se salvan. El mano a mano entre los sevillanos Cid y Daniel
Luque, en principio no augura gran competencia y ha cerrado la puerta a otros
diestros con más méritos como Iván Fandiño (gran ausencia del ciclo), Diego
Urdiales o Alberto Aguilar. El fin de semana llegarán las dos encerronas del
serial: el sábado la de José María Manzanares, y el domingo la del rejoneador
Diego Ventura. Gran expectación para la del primero y habrá que ver como
termina el esperado “gesto”. Entre comillas lo de gesto porque el alicantino
tendrá, seguro, a la plaza desde el principio a sus pies (como en los últimos
años), y porque Manzanares, como era presumible, no ha arriesgado casi nada en
cuanto a los astados a lidiar. Sota, caballo y rey, o mejor dicho, Domecq,
Domecq y Domecq. La excepción: un toro (muy a modo) de Victorino. En la semana
de farolillos se concentrarán las figuras del toreo actual con, por ejemplo,
Morante, Castella y Talavante el lunes con ejemplares de Cuvillo. Del resto
destacar el encierro de El Pilar, de lo poco que presumiblemente tendrá algo de
casta en un ciclo marcado por las ganaderías comerciales. Sencillamente
vergonzosa, por otro lado, la vuelta de Daniel Ruíz tras su bochornosa
“corrida” en 2012. El Juli regresará al
ruedo en el que el pasado Domingo de Resurrección resultó el gran triunfador y
cortó tres orejas abriendo su cuarta Puerta del Príncipe. ¿Obtendrá una más el
viernes 19? Tras ver el listón de Sevilla en Semana Santa, es muy probable. El
sábado 20 tendrá lugar el ya tradicional festejo de los “mediáticos” y se
cerrará la feria, quizás, con lo más interesante: la corrida de Miura en la que
intervendrán Rafaelillo, Javier Castaño y El Juli, el primer “gesto” del
madrileño desde hace bastantes años.
En
definitiva, la de este 2013 será una Feria de Abril marcada por la crisis
económica y el pesimismo reinante en el mundo del toro por la reducción de
festejos, el pobre compromiso de la mayoría de toreros, y la ausencia de casta
y emoción la mayoría de las tardes. También, será la feria en la que se volverá
a hacer patente la desunión entre los miembros del sector de cara a los
aficionados. Muy pocos serán testigos de las combinaciones de toros y toreros
analizadas anteriormente. La televisión, después de muchos años, no estará
presente en Sevilla. El no acuerdo entre la empresa encabezada por Canorea y
Ramón Valencia, y Canal Plus no nos permitirá a muchos “vivir” la segunda gran
cita taurómaca de la temporada. Una vez más, los intereses o compromisos
económicos y particulares han primado sobre el interés general. En un momento
crítico como el actual, el que decimos es el segundo espectáculo de masas de
este país, no tendrá difusión para el gran público. El ciclo sevillano quedará
relegado a los medios “internos”, a los taurinos, y a los que se acerquen a la
capital andaluza para vivir estos días de fiesta y celebración. La unión del
sector, como ven, ni está, ni se la espera…
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