martes, 10 de abril de 2012

Artículo de opinión

"LAS MAL LLAMADAS FIGURAS DEL TOREO"

Hoy en día el término “figura del toreo” se aplica muy a la ligera y, por supuesto, erróneamente. Tradicionalmente y a lo largo de los años, una figura del toreo ha llegado a ser aquel matador que por su grandiosa carrera y triunfos en las principales plazas de toros de todo el mundo, ha conseguido pasar a la Historia del toreo como uno de los toreros más importantes de su tiempo. Tomando esta definición o idea de lo que siempre ha significado la palabra figura del toreo, si hacemos memoria veremos que en la ya larga Historia del toreo ha habido muy pocas figuras del toreo. A lo largo de estos ya más de dos siglos de existencia de la fiesta de los toros, ha habido miles de matadores de toros, pero sólo unos pocos han tenido el honor de inscribir sus nombres en la Historia de este grandioso e irrepetible espectáculo. Los primeros matadores que llegaron a conseguir este logro fueron los “padres” del toreo, los primeros matadores como Pedro Romero, Costillares o Pepe-Hillo. Después llegaron otros matadores clásicos como Paquiro, Lagartijo, Frascuelo o Guerrita. Algunos de estos toreros que he nombrado anteriormente no sólo han pasado a la Historia como irrepetibles matadores de toros, sino también por haber muerto en las astas de sus enemigos. Antes de llegar a la llamada Edad de Oro del toreo, tenemos que nombrar a Bombita que podría ser una de las últimas figuras del toreo antiguo. Después de estos años tan importantes en la Historia del arte de torear, llegan dos toreros absolutamente únicos y que transformaran para siempre la fiesta de los toros: Joselito “El Gallo” y Juan Belmonte. Estos dos sevillanos protagonizarán la Edad de Oro del toreo y serán una de las parejas de matadores con más partidarios y apasionados defensores de todos los tiempos. Tras el paso del toreo antiguo al toreo moderno encarnado por estas dos figuras, llegarán tiempo después otros matadores de la importancia de Ignacio Sánchez Mejías, Domingo Ortega y uno de los mitos del toreo: Manolete. Todos estos matadores consolidarán el nuevo concepto con el que se comienza a entender la lidia y al espectáculo taurino como el más importante en nuestro país. Carlos Arruza, Luis Miguel, Manuel Benítez “El Cordobés”, Antonio Bienvenida, Pepe Luis Vázquez, Antonio Ordóñez o Paco Camino serán algunos de los diestros de la segunda mitad del siglo XX que pasen a la Historia como auténticas figuras del toreo. Y si he nombrado a todos estos genios anteriormente ha sido para poner ejemplos de lo que siempre ha sido una figura del toreo, porque además de tener conceptos únicos, hacer evolucionar la fiesta de los toros por distintos motivos, o demostrar un valor pocas veces visto, todos estos matadores tuvieron el común denominador de la torería y el compromiso. Todos ellos, sin excepción, se caracterizaron por realizar campañas muy largas en las que estaban presentes en todas las grandes plazas y ferias de todo el planeta taurino. Todos ellos hicieron el paseíllo en cosos como Madrid, Sevilla, Valencia o Bilbao en decenas de ocasiones y, muchas veces, en una misma temporada. Por ejemplo, Antonio Bienvenida llegó a torear hasta en catorce ocasiones en una misma campaña en la plaza de Las Ventas de Madrid. Por otra parte, estos toreros tuvieron la decencia de encerrarse con seis toros en solitario en un gran número de ocasiones y algo sumamente importante: mataron siempre diversidad de encastes sin rehuir de las ganaderías más duras y complicadas como Miura, Pablo Romero o Saltillo. Todas estas son las características que hacen convertirse a un torero en auténtica figura del toreo, en matadores que han pasado a la Historia. Hoy en día llamamos figura del toreo a cualquiera (con todos los respetos). Por ejemplo, que me digan a mí que han hecho toreros como Miguel Ángel Perera, Sebastián Castella, José María Manzanares o Alejandro Talavante para ser considerados figuras del toreo. Otros casos como los de Daniel Luque ya son de escándalo. ¿Todos estos matadores van a pasar a la Historia del toreo como auténticas figuras? La respuesta está clara: no. Tan sólo José Tomás, Enrique Ponce y, como mucho, El Juli pueden ser consideradas verdaderas figuras del toreo. Es indignante que tras echar un vistazo a la Historia y ver las carreras de esos toreros que nombré anteriormente, se llame figura del toreo a matadores como Manzanares que ya no es que maten sólo hierros del encaste Domecq, es que sólo se anuncian con cuatro o cinco divisas (Juan Pedro, Cuvillo, Garcigrande o Zalduendo). Tienen en sus manos cambiar lo que están haciendo y convertirse en auténticas figuras, así que, mientras tanto, no manchemos ni banalicemos esa categoría de “figura del toreo”.

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